jueves, 1 de agosto de 2013

Relatos de verano: El acuerdo


Foto: Acta sanitaria


La reunión era del máximo nivel. Altos representantes de la profesión, la ministra y el presidente del gobierno. La foto sería histórica. Como delegado de estudiantes le extraño que le llamaran, nunca antes habían contado con ellos, mucho menos para algo tan importante. Decidió acudir vestido con sus mejores galas, tuvo que pedir el traje a un amigo y comprarse unos zapatos negros, habitualmente usaba deportivos. Por lo menos no le exigían llevar corbata, menudo alivio. Ese día estaba muy nervioso. La cita sería en el ministerio de sanidad. Tenía plena conciencia de que el acuerdo era papel mojado. Se lo dieron a leer dos días antes, sin posibilidad de enmiendas por su parte. Buenas palabras pero ningún compromiso, estaba acostumbrado a ver cosas así por la prensa pero nunca le había tocado a él.  Como era previsible hubo discursos, varios, pero no turno de preguntas. Esto también le sonaba, muchos de sus profesores tampoco las permitían. También hubo fotos, muchas fotos: en la gran sala firmando el documento, en los discursos, en las escaleras, con la ministra, con el presidente... Al final ya no aguantó más y terminó bajándose los pantalones y mostrando unos calzoncillos rojos con la inscripción: "ya os vale". Los periodistas no daban crédito.


3 comentarios:

Iñigo Noriega dijo...

Hace años yo firmaba estas cosas, incluido un pacto por el SNS (no con este Gobierno y no en estas circunstancias) y las sensaciones personales son un tanto distintos. Sé que es un relato, pero lo cuento por si a alguien le interesa:

1. No es que no llamen a los estudiantes, más bien al contrario, no les importa "contar con más opiniones". Y mientras no toques lo que ellos consideran fundamental (por ejemplo: recortes tanto en Sanidad como Educación) puede que hasta consigas cambiar cosas pequeñas.
2. Si llevas cierto tiempo, estás acostumbrado a tener estas reuniones: sabes que muchas veces no vas a sacar nada en claro, pero intentas arañar para ver si se puede aportar algo. Asumes que muchos van a opinar que "no pintas nada". Lo único que te queda es armarte de argumentos y ganas para cuando te den una oportunidad. Sabes que los papeles van a ir vacíos porque no hay un gobierno los suficientemente valiente como para asumir un programa claro en materia de Sanidad y lo único que esperas es que dentro de esas líneas abiertas encuentres huecos para rederigir el rumbo en la medida de la posible.
3. Si puedes EVITAS tus mejores galas: tienes que tener claro que vas como representante de estudiantes, y que por lo tanto se te va a exigir una formalidad acorde a "tu nivel". No basta con "ser" hay que aparentar.

Y los tres puntos más importantes:

1. Siempre albergas la esperanza (por eso de que es lo último que se pierde) de que las cosas no se queden en "papel mojada" incluso cuando tienes toda la pinta. Más que nada porque en Sanidad el principal problema (por lo menos antes, ahora entre Madrid y el 16/2012 la cosa ha cambiado) es que NADIE SE MUEVE NI UN DEDO (ni administración ni la propia profesión)...llega un punto cuando trabajas con la administración que lo mejor que le puedes sacar es que firmen compromisos...o eso o decirles "hasta aquí".
2. La parte más "casposa" es verídica: discursos,fotos, discursos, fotos...aunque acostumbrado al ego de ciertos "popes" de la Medicina, los políticos suelen ser unos "blandengues" (y esto no lo digo por hacer la gracia).
3. Más que de bajarte los calzoncillos, de lo que te dan ganas es de decir: "me tengo que ir a mi casa" enterrarte en el fondo del sofá o de tus apuntes y olvidarte de unos problemas que están cronificados, y a los que más que terapia intensiva, parece que hay que mandarlos a paliativos.

Y siempre te queda la duda de si qué es lo correcto a hacer.

Un abrazo!

Gracias por los relatos!

La consulta del doctor Casado dijo...

Gracias Iñigo por aportar tu punto de vista.
Yo tan solo puedo decir que cuando era delegado de alumnos no tuve el valor del protagonista del relato.

Un abrazo!

Iñigo Noriega dijo...

A tí Salvador! Probablemente, yo tampoco lo hubiese tenido en ese momento...no es lo mismo pegarte con los profesores y mandarles a freir esparragos que hacerlo en estas circunstancias. Una situación muy complicada....Un abrazo y buen verano!