jueves, 21 de mayo de 2015

Nuestro increíble mundo emocional




Seguramente los estudios Pixar hagan más para favorecer la inteligencia emocional de occidente que cientos de programas políticos que zarandean para uno y otro lado los maltrechos sistemas educativos nacionales. En su última película juegan con lo que pasa dentro de nuestras cabezas y lo hacen de una forma colorista, vistosa y fácilmente comprensible. De alguna forma somos la consecuencia de las voces que todos llevamos dentro, voces que expresan emociones, pensamientos y sensaciones en un proceso muy frecuentemente automático y que no solemos manejar bien. Es por otro lado una de las mayores causas de sufrimiento del ser humano. Con las emociones pequeñitas solemos poder pero no pasa lo mismo con las grandes que habitualmente nos revuelcan como una ola que alcanza a un niño mientras juega en la orilla.

La buena noticia es que podemos relacionarnos mejor con nuestro mundo emocional. No les desvelo como acaba la película pero les animo a que se atrevan a acariciar sus propias emociones con lo que más les gusta a estas: un poquito de atención.



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