sábado, 25 de junio de 2016

¿En España cuánto dinero nos podemos gastar en sanidad?





No es fácil de decir. Lo que sabemos es que los recortes en sanidad afectan principalmente a los más desfavorecidos y generan más desiguladad social. La sanidad pública es uno de los principales pegamentos sociales que tenemos. Cuando una enfermedad grave entra en casa es una tormenta en todos los sentidos, sin una buena cobertura médica vamos directamente a la ruína.


Javier Padilla publicaba reciéntemente en Diagonal una valoración sobre la evolución del gasto sanitario de los últimos años que resume en los siguientes puntos:


  • El gasto sanitario ha bajado notablemente desde 2009 pero la caída libre parece haberse frenado en este último año.
  • Se ha recortado en sanidad más de lo que ha decrecido la economía y más de lo que ha decrecido el gasto público total.
  • Existen grandes diferencias entre Comunidades Autónomas y las diferencias a nivel de acceso a prestaciones, desempeño y calidad de los servicios han de ser medidas para detectar inequidades territoriales y poner solución a las mismas.
  • La Atención Primaria y la Salud Pública han sido el principal objeto de recorte en el periodo 2007-2014, pero no todas las CCAA se han comportado igual a este respecto.

2 comentarios:

Juan Antonio García Pastor dijo...

Ya había leído la excelente entrada de Javier Padilla.
Desde mi punto de vista, veo claramente que en épocas de austeridad, no de crisis, la justicia distributiva, que es un mínima ético en las tomas de decisiones, no ha tendido a la equidad, no ha protegido en absoluto a los más desfavorecidos.
Pero como dice Juan Irigoyen, en estas políticas desiguales hay ganadores y que son a ellos a quienes el poder escucha.
En definitiva, estoy muy ilusionado con la esperanza de que el lunes las políticas sanitarias las generen otros políticos.

Juan Antonio García Pastor dijo...

Ya había leído la excelente entrada de Javier Padilla.
Desde mi punto de vista, veo claramente que en épocas de austeridad, no de crisis, la justicia distributiva, que es un mínima ético en las tomas de decisiones, no ha tendido a la equidad, no ha protegido en absoluto a los más desfavorecidos.
Pero como dice Juan Irigoyen, en estas políticas desiguales hay ganadores y que son a ellos a quienes el poder escucha.
En definitiva, estoy muy ilusionado con la esperanza de que el lunes las políticas sanitarias las generen otros políticos.