jueves, 31 de agosto de 2017

Confusión

 

¿Quién nos solucionará la confusión de vida? 
¿Quién el peso de esta levedad nuestra que nos pierde?
Buscas la respuesta en este libro, aquel curso o en nuevo maestro,
Te apuntas al enésimo taller, a una nueva teoría, a otra terapia,
Pero no consigues calmar esa Ausencia que lleva siglos quemando
El alma vieja de una humanidad errante que sigue tan perdida
En los mismos laberintos de sinrazón y olvido
Como cuando consumió el derecho de habitar en Edén.

No serán las pastillas quienes te liberen del agobio,
Tampoco el prestigioso especialista con sus técnicas.
Lo que persigues no se puede comprar, ni poseer, ni siquiera entender
Se dejará encontrar si lo desea pero poco podrás hacer
Más allá de buscar e intentar acercarte una y otra vez.

Fracasaron sabios, poetas y galenos, sacerdotes, filósofos, anacoretas,
No fueron capaces de contar lo incontable, de traducir aquello que alcanzaron a ver
Y el resto seguía ciego, a la intemperie, caravanas abandonadas de sí mismas,
Civilizaciones que se tragó el desierto, mundos totalmente olvidados.

Si sientes el clamor de la desesperanza, la llama de tensión
Que te obliga a buscar otra fuente
Recuerda que la Vida brota en manantiales escondidos 
Debajo de las capas de apariencia con las que te vestiste
Si eres capaz de entrar en el jardín, las mismas plantas te guiarán 
Hacia el lugar más fresco, allí la encontrarás
Y saciará tu sed, aclarará tu confusión, te hará entender.




1 comentario:

Mari Paz López Santos dijo...


Confusión, sí, mucha confusión.
Mientras la búsqueda lleve de flor en flor, de experiencia en experiencia, de maestro en maestro, de... un lado a otro solicitando algo que ni siquiera se le puede poner nombre.
Confusión, sí, una enorme marejada desestabiliza, descoloca, hunde, agota, provoca, desboca...
Si el que busca encuentra... ¿qué?... algo, una intuición, sigue, no corras a la otra punta intentando más de lo mismo.
Si has encontrado, para, mira hacia dentro y a ver si de lo que se trata es de ahondar, no de echar a correr.
Y si en lo hondo descubres un milímetro o menos de lo que estabas buscando... viene el compromiso y más tarde la misión: comparte no es sólo para ti.
Mari Paz López Santos (31 agosto 2017)