jueves, 16 de noviembre de 2017

Escribir un libro es otra forma de comunicar

 




Las profesiones sanitarias se enfrentan a una crisis multinivel sin precedentes. Las pesadas estructuras formativas y asistenciales no consiguen cumplir las funciones para las que fueron diseñadas. Ambas tienen un armazón industrial sólido que casa mal en un mundo líquido y terminan sobrecargando y agobiando a los, estudiantes primero y profesionales después, que transitan por ellas.

En mi época de universidad recuerdo haber tenido que someterme a programas docentes más extensos y exigentes que los de muchos amigos de otras áreas de conocimiento. Y en la fase laboral haber tenido que hacer guardias que me obligaban a trabajar tres o cuatro turnos de ocho oras seguidos con tan solo dos o tres horas de descanso. A pocos se les exige tanto en nuestros tiempos.

No acaba ahí la cosa. Pese a que me considero un médico de familia afortunado con una consulta ordenada y bien llevada no es raro que tenga días en los que me toca atender a cuarenta o cincuenta pacientes, mucho más de lo que atienden en otros países desarrollados.

La resultante es que hay cada vez menos estudiantes que quieran ser médicos y cada vez menos médicos que no estén quemados o agotados. Es una mala noticia porque muestra que los médicos salen perdiendo pero pacientes y sociedad también. Cuando en una jugada pierden todos indica que es poco inteligente.

En este maremagnum he decidido escribir un libro. Es un acto de rebeldía creativa con el que decido no someterme a la queja y al desaliento imperante y optar por algo mucho más potente: compartir mi visión y expresar mi esperanza.

No lo hago en solitario. Tengo la inmensa suerte de estar bien rodeado en lo personal y en lo profesional. Los agradecimiemtos en el libro tienen rango de capítulo. Por eso creo que es posible encontrar cursos de acción que abran camino. Aprendí de excelentes compañeros que es posible crear una jornada científica, un documental, un think tank, lenguaje audiovisual o campañas mediáticas de salud sin patrocinadores ni vasallaje alguno. Ahora doy otro paso al compartir un libro independiente que por no tener no tiene ni editorial. Y sí, lo he podido escribir mientras cambiaba pañales y atendía mis obligaciones en  consulta con pacientes cada seis minutos.

Este proyecto es una prolongación del experimento narrativo que llevo perjeñando en forma de blog desde hace diez años que acumula dos mil quinientas páginas y varios millones de visitas. Un paso más en forma de ofrenda a todos aquellos que han tenido la amabilidad de leerme e incorporarse así a unas narrativas de las que tan solo soy un humilde transmisor.



La presentación del libro tendrá lugar este mes en tres actos:

Día 20 de noviembre a las 19 horas en Madrid, plaza de las cortes 11, sede de la Organización Médica Colegial. Acto presentado por su presidente el doctor Serafín Romero.

Día 23 de noviembre a las 19 horas en Collado Villalba, biblioteca municipal Miguel Hernández.

Día 30 de noviembre a las 19 horas en Galapagar, biblioteca municipal Ricardo León.



Si te apetece venir estás invitado, pasaremos un rato compartiendo inquietudes, motivaciones y alguna intuición.

Con estos actos daré por terminada la visibilización de la obra, proceso en el que han participado desinteresadamente muchos amigos y de forma destacada José Antonio Alguacil y los chicos y chicas de Ilusionlabs que se han entregado a fondo para facilitar ideas, logística y buen hacer.

Gracias a todos los que habéis estado ahí de una forma o de otra.








Si aún no tienes el libro y te apetece leerlo lo tienes aquí

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