miércoles, 16 de marzo de 2011

Perdido de mi mismo



¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero si pierde su alma? es una de las ipssima verba que la tradición cristiana atribuye a Jesús de Nazaret.

La reflexión de hoy radica en un problema antiguo, una de las principales causas de malestar existencial es perderse, sobre todo perderse de uno mismo. Y los seres humanos nos perdemos con facilidad, no hace falta hacer teología para constatarlo, nos basta con mirarnos a nosotros mismos.

En ocasiones los valores cambian, las decisiones o pulsiones nos llevan a sitios no deseados y perdemos pie. Estas situaciones acuden con frecuencia al médico de familia, generalmente tras la capa de un problema físico o psicológico.

Pero, ¿quién atiende el malestar existencial en nuestra sociedad?. El declive de las religiones y la sociedad secularizada hacen que muchas preguntas queden sin responder. La psicología puede acompañar parcialmente, pero muy pocos en nuestro medio acuden a ella. Por otro lado el sistema sanitario no da respuesta por diferentes motivos, principalmente por ceguera. El modelo bio-psico-social es más teórico que práctico, y no incluye el nivel existencial. Los profesionales sanitarios no están entrenados ni acostumbrados a incluir la bioética en la práctica asistencial, en consulta no se suele hablar de valores, mucho menos de cuestiones existenciales o trascendentes.

Y seguramente tampoco sea el mejor lugar para ello. Pero en algunos casos, en los que el sufrimiento de la persona tenga origen allí, si necesitaremos entrar en este terreno. La necesidad del paciente nos obliga a caminar allá donde él esté. Si es necesario cruzar a otras orillas lo haremos sin dudar.


foto de Najwa

2 comentarios:

Gerineldo dijo...

Gran entrada. Yo no soy creyente, pero mis hermanas sí lo son. Y cuando hablo con ellas no tengo dudas: valoran mucho lo que tenemos. Y se cabrean en silencio con lo fácil que es hoy 'meterse con los creyentes'. Pero no se atribulan por ello. Siguen trabajando, educando a mis sobrinos con alegría e ilusión.

Juana dijo...

"Las personas van donde los sanadores y donde los curanderos, o donde los homeópatas, y osteópatas o los psicólogos transpersonales, no porque no crean en la medicina convencional, no. Eso no es cierto, ellos creen en la medicina convencional y frecuentemente creen en su médico y confían en su médico. Pero van donde los otros en busca de sentido, porque ellos no necesitan sólo que les quiten el dolor, necesitan sobre todo que su dolor tenga un sentido. Necesitan vivir
una vida llena de significado."

Carvajal (medico)