jueves, 19 de mayo de 2011

Humildad y asombro




El espacio y el tiempo no condicionan. Nuestros sentidos crean para nosotros una realidad mutante y diversa, cada vez más líquida, cada vez más rápida.

La música social nos impele a bailar muy deprisa, en condiciones en las que es fácil tropezar, perder el paso.

Nos perdemos constantemente. Ora solos, ora acompañados. Incluso en ocasiones junto a masas sociales enormes. Navegamos sin faros en una noche oscura que las bombillas de los comercios o las pantallas que nos rodean no llegan a alumbrar.

Habrá que pensar en recuperar la antigua costumbre de mirar el cielo y sus estrellas. Buscar un punto de referencia fuera de nosotros mismos. Recordar la humildad y el asombro que se siente al mirar el cielo nocturno cualquier clara noche de verano.

Estas dos palabras pueden rescatarnos, tienen poder suficiente. Siempre que las dejemos empapar esa reseca tierra que llamamos identidad.

4 comentarios:

Juana dijo...

Creo que alguna vez lo has dicho tu, necesitamos espacios de silencio y de soledad .... espacios de desconexión de "fuera" y de conexión de "dentro" .... se deben y se pueden encontrar, en cualquier lugar, en cualquier rincón ....

carmen dijo...

LA MEJOR FORMA DE NO PERDERME ES NAVEGAR HACIA DENTRO Y ALLI ENCONTARME

Anónimo dijo...

Por fin, Carmen! Tú y tu hijo sois de un cristal especial. Como los cuencos de cuarzo, el sonido de bondad y paz reverbera desde vuestros corazones y llega muy,muy lejos...
un abrazo desde el sur

Los Tocados de Marieta dijo...

Un blog muy chulo, enhorabuena!!! voy a empezar a seguirte. Visita mi blog seguro que te resulta muy interesante!
Un saludo
http://lostocadosdemarieta.blogspot.com/