jueves, 5 de septiembre de 2013

Relatos de verano: El doctor Traver




El doctor Traver llevaba años estudiando al género humano, alcanzó un alto grado de entendimiento que compartía con generosidad en forma de largos textos que publicaba en su blog. Durante cientos de años sus maestros legaron su conocimiento a otros médicos en forma de literatura científica cuyo lenguaje y soporte en forma de artículos científicos o libros especializados estaba reservado a unos pocos. Traver fue más práctico, le gustaba enseñar a otros lo que hacía bien y su visión del mundo, que mostraba a las claras el potencial de su cerebro; se hacía evidente en sus escritos. Cuando se meten las manos en las aguas del sufrimiento humano hay que aprender a secarse las gotas que inevitablemente quedan adheridas a la piel al retirarlas. Tocar el piano, caminar despacio por un bosque, disertar en profundidad con un buen amigo, eran formas que le aliviaban profundamente. Escribir también, de alguna manera las palabras tenían el poder de exorcisar sus demonios y le liberaban de sus cargas. "El ser humano es una entidad nosológica compleja, un hato de palabras" pensó hacía ya mucho tiempo. Mientras tuviera fuerzas seguiría escribiendo, luego ya nada importaría.

1 comentario:

José Manuel Brea dijo...

¿entidad nosológica?... acaso sufridora.