domingo, 1 de junio de 2014

Manual de estilo para médicos en redes sociales

Dibujo de Mónica Lalanda









Hablar en público requiere de unas formas diferentes al habla privada. Dado que las redes sociales son la nueva plaza del pueblo parece sensato aprender unas mínimas normas de etiqueta basadas en el sentido común y la prudencia. Está claro que quien abre la boca se equivoca, pero nunca tuvimos tantos ojos fijos en nosotros como ahora. Los médicos nos hemos comunicado entre nosotros y con la sociedad usando un rígido paralenguaje críptico y arcano. Hemos usado libros y artículos científicos, a menudo vedados para el común de los mortales. Pero internet lo ha cambiado todo. El conocimiento se ha democratizado y la comunicación también. La sociedad está en la web social y los médicos deberían estar allí con ella.

Un equipo de excelentes profesionales de la medicina liderados por Mónica Lalanda  llevan meses trabajando duro para crear una guía que sirva de marco y ayuda a los médicos que se decidan a usar redes sociales e internet como vía de comunicación, aprendizaje y participación. La guía se encuentra ahora en periodo de modificación pública por lo que animo a todo profesional interesado a leerla y participar en su redacción final.

Este proyecto es un ejemplo vivo de un documento colaborativo que se abre a la participación general. En los libros de antes esto no era posible. Ahora no solo es una posibilidad, sino el camino a seguir si queremos enriquecer con inteligencia colectiva nuestras ideas e intuiciones. La OMC, con su presidente a la cabeza, auspicia esta aventura que significa el primer trabajo serio en español a la zaga de las guías Neozelandesa, Inglesa y Canadiense.

Junto a la dra. Lalanda, Rafael Olalde, Beatriz Satué, Rosa Taberner, Marian Jiménez Aldasoro, Jose Antonio Trujillo, Rodrigo Gutierrez Fernandez, y los estudiantes de Medicina Iris Mar Hernández, Jesús José Camacho, Enrique Sánchez Aciaga, Emilio Delgado y Guillermo Jiménez  nos invitan a entrar en un nuevo horizonte de comunicación social en el que encontraremos retos y oportunidades. Las propuestas y visiones que ellos nos señalan nos ayudarán en la navegación de estas novedosas aguas, en las que a veces nos mojaremos, naufragaremos y atravesaremos tormentas pero que nos llevarán, si el viento y las corrientes son propicias, a tierras y mundos por explorar.



Puedes descargar la guía en esta página y dejar tus comentarios.



 Comparto un documento breve de la web del proyecto con las ideas fuerza de la guía. Puedes hacer comentarios en la parte inferior

MANUAL DE ESTILO PARA MEDICOS Y ESTUDIANTES DE MEDICINA SOBRE EL BUEN USO DE REDES SOCIALES


  • RESPETAR LA CONFIDENCIALIDAD Y EL SECRETO MÉDICO
Si se vierte información clínica en Redes Sociales, es siempre importante:
-Asegurarse que el paciente no es reconocible ni identificable no solo a través de las imágenes o datos sino por asociación respecto a localización del médico, centro sanitario, especialidad…etc
-Hacer un uso profesional buscando un objetivo claro siempre en beneficio de un paciente en particular o de la medicina académica en general (ya sea por motivos docentes o de intercambio con otros profesionales); evitando sensacionalismo y morbosidad
-Tener cautela en el uso de sistemas de intercambio de información en las cuales la seguridad de los datos enviados está en entredicho (leer las condiciones de privacidad y uso de las aplicaciones de mensajería)
-Recordar que no es sensato el almacenamiento en teléfonos móviles u ordenadores portátiles de información o imágenes no encriptadas.
-Pedir permiso al paciente antes de sacarle una foto y explicarle en términos que pueda entender cual es el objetivo de esa fotografía.

  • EVITAR CONSEJO MÉDICO DIRECTO A PACIENTES VIRTUALES
Cuando al aparecer en redes como médicos, cualquier usuario (conocido o desconocido) nos realiza una consulta on-line, es importante tener en cuenta que:
-No existe la obligatoriedad  de contestar (no es una situación de buen samaritano), pero si es adecuado y muy deseable  redirigirle a una fuente fiable (página web o blog) donde pueda resolver sus dudas o indicarle que consulte a su propio médico.
-Puede ser recomendable aprovechar el poder amplificador de las redes sociales para resolver dudas que pueden ser de interés general y realizar así una labor divulgadora que puede ser muy enriquecedora (salud pública, promover hábitos de vida saludables, fotoprotección, etc.).
-Debemos ser especialmente prudentes en el caso de consultas de otros profesionales (segunda opinión), en especial cuando éstas incluyan fotografías y datos del paciente reconocibles por terceros.

  • MANTENER UNA  IMAGEN VIRTUAL PROFESIONAL Y ADECUADA 
Cuando un profesional elige libremente presentarse en Redes Sociales utilizando su título de médico o con uniforme de médico en su avatar, es importante que recuerde que de alguna manera está dando una imagen corporativa respecto a la profesión. Es por lo tanto deseable:
-Evitar un uso inadecuado e inconveniente de las redes sociales que pueda suponer una merma de la capacidad de representación o en la confianza de nuestra sociedad por sus profesionales médicos. Es aconsejable ajustarse a las expectativas existentes en la sociedad con respecto al ejercicio médico.
-Evitar actitudes insensibles, frívolas o poco acordes con unas elementales normas de urbanidad, es decir, educación, cortesía y respeto.
-No opinar con ligereza respecto a temas médicos, actuar y comportarse con prudencia y valorar siempre el contexto, los interlocutores y el tema abordado, así como las referencias y fuentes utilizadas (en intercambios directos o en blogs…etc)

  • EVITAR QUE EL USO DE NUEVAS TECNOLOGÍAS DESVÍEN NUESTRA ATENCIÓN DURANTE LA CONSULTA DIRECTA CON PACIENTES 
Con este objetivo, es importante:
-Evitar interrupciones particularmente si pueden afectar a la intimidad y confidencialidad de los datos.
-Evitar hacer y recibir llamadas telefónicas o intercambios virtuales que no sean absolutamente imprescindibles, y en ese caso solicitar autorización y ser lo más cuidadosos posibles.

  • EJERCER RESPONSABILIDAD SOBRE LA INFORMACIÓN MÉDICA  DIFUNDIDA EN REDES SOCIALES
Como parte de nuestra presencia como profesionales de la salud en redes sociales, es importante tener en cuenta que:
-La información médica difundida en redes sociales debe ser comprensible, veraz, ponderada y prudente. La competencia que nos da nuestra formación profesional hace que nuestras opiniones puedan considerarse como referente
-La responsabilidad sobre la información médica en redes sociales no se diluye porque el receptor de la misma sea múltiple, simultaneo o desconocido. La posibilidad de interacción es además una enorme ventaja
-La creación y difusión de contenidos de calidad, no siendo una obligación profesional, si es muy aconsejable (promoción de blogs, páginas web y foros virtuales)
-Es altamente deseable estar alerta e interceptar, siempre que sea posible y adecuado, información médica no veraz que pueda alarmar a la población o poner en riesgo su salud

  • MANTENER EL RESPETO EN LA INTERACCIÓN CON COMPAÑEROS O EN LOS COMENTARIOS SOBRE ELLOS
-En caso de discrepancias sobre temas médicos o profesionales las redes sociales pueden ser un instrumento para el diálogo. En cualquier caso, se deben evitar las descalificaciones y las expresiones peyorativas sobre compañeros y otros profesionales sanitarios.
-Se debe evitar las alusiones a los ámbitos personales y privados de los otros compañeros.

  • REALIZAR UN BUEN USO DE LA PUBLICIDAD Y LA MARCA PERSONAL DEL MÉDICO
-La reputación del profesional, tanto dentro como fuera de la red, es uno de los mayores activos de cualquier médico o institución sanitaria. La promesa de valor de cualquier profesional o institución sanitaria debe respetar la libertad y dignidad de los pacientes, y ser justa con su realidad.
-El prestigio profesional médico, es el que fomenta las relaciones de confianza con los pacientes, que puede hacerse más visible a través de la publicidad, el marketing y la marca personal. Estos han de ser siempre objetivos, prudentes y veraces.

  • REDES SOCIALES Y CÓDIGO DE DEONTOLOGÍA
Es necesario tener presente los artículos del Código de Deontología que tratan de este tema:
ARTÍCULO 26. 3. El ejercicio clínico de la medicina mediante consultas exclusivamente por carta, teléfono, radio, prensa o internet, es contrario a las normas deontológicas. La actuación correcta implica ineludiblemente el contacto personal y directo entre el médico y el paciente.
ARTÍCULO 26. 4. Es éticamente aceptable, en caso de una segunda opinión y de revisiones médicas, el uso del correo electrónico u otros medios de comunicación no presencial y de la telemedicina, siempre que sea clara la identificación mutua y se asegure la intimidad.
ARTÍCULO 26. 5. Los sistemas de orientación de pacientes, mediante consulta telefónica o telemedicina, son acordes a la deontología médica cuando se usan exclusivamente como una ayuda en la toma de decisiones.
ARTÍCULO 26. 6. Las reglas de confidencialidad, seguridad y secreto se aplicarán a la telemedicina en la forma establecida en este Código.





Puedes descargar la guía completa aquí y hacer comentarios en la parte inferior.
Si eres médico esta es tu oportunidad de participar en un documento vivo que trata de ser una ayuda para muchos profesionales. Muchas gracias de antemano.


2 comentarios:

fx dijo...

Es interesante que cada vez seamos mas permeables en cuanto a la difusión de mensajes sanitarios y orientación, usando medios tecnológicos.

Desde el proyecto de Salud con Palabras que se lleva acabo por el grupo de nuevas tecnologías de SAMFYC, llevamos haciendo esa labor de orientación sanitaria a todo usuario que se lo requiera, a modo de proyecto piloto usando plataformas virtuales de inmersión, es decir: escenarios tridimensionales donde se puede interaccionar por voz y texto escrito, así como usar el espacio del escenario.

Bajo el nombre "Salud con Palabras", puesto que se usa la palabra hablada y escrita para hablar de salud, se orienta a los usuarios, se hacen charlas mensuales sobre temas de salud general todo evidentemente sin coste alguno.

Un sistema de doble check: una acreditación interna y una web externa: http://esamfyc.wordpress.com/second-life/, permite verificar que el avatar que aconseja es sanitario acreditado.

Sin embargo me surgen varias preguntas:
· ¿aunque se de una simple orientación sanitaria, hace falta acreditar el numero de colegiado?
· ¿consideran los compañeros, intrusión si otros médicos aconsejan a sus pacientes (respetando la ultima palabra la de su médico)?
· ¿porque tanta resistencia a usar plataformas audio visuales y simulación con avatar, para actuar en la comunidad?

para mas info: http://esamfyc.wordpress.com/2014/04/11/salud-con-palabras-actuar-en-la-comunidad-para-generar-salud/

La iniciativa está abierta a cualquier profesional sanitario que quiera participar. Solo tienen que contactar: esamfyc@gmail.com

ES ALENTADOR QUE POCO A POCO VAYAMOS ABRIENDONOS A LAS NUEVAS TECNOLOGIAS

un saludo,
fx

Alberto Sanagustín dijo...

Muchas gracias por el texto.

Me parece muy necesario reflexionar sobre estos temas y dar unas recomendaciones generales a los profesionales. Habrá que ir concretando según lo que dicte la experiencia en las redes sociales, blogs e Internet en general.

De todas formas, este tema no es nuevo. Es una extensión de lo que ya venía sucediendo desde hace muchos años en los medios de comunicación tradicionales (revistas,radio,TV). Hace unos 15 años participé en programas de radio y presenté un programa médico en una TV local y no recuerdo que existieran recomendaciones para estos menesteres.

La diferencia con la situación actual es que cualquiera de nosotros puede tener su propio periódico, revista, radio o TV con facilidad. Eso hace que aumente exponencialmente el volumen de actividad pública de los sanitarios y , por consiguiente, los conflictos y problemas potenciales. El desafío adicional puede ser que se desdibujen los límites entre lo privado y lo profesional.

La recomendación general es la de siempre y se puede resumir en no hacer disparates en público o, al menos, no demasiados.

Muchas gracias por la iniciativa.