viernes, 10 de abril de 2015

Su nombre es Bryan






 El siguiente relato es una experiencia de consulta del doctor Josep Serra que comparto por este medio por su valor.


Ternura, Oswaldo Guayasamin



Su nombre es Bryan. El tercer paciente de esta mañana de guardia, festivo en Cataluña.
6 hermosas primaveras. Una otalgia por resolver. Un padre diferente. Un mundo afuera indistinto. Ajeno a aquella escena: el acto medico.
Bryan según su padre ha pasado 2 noches de llanto oliva virgen como sus ojos.
No hay muchos dineros. Pero hay mucha mirada cómplice y sintónica padre hijo.
Y mucho contacto aterciopelado y palabras tiernas.
Eso convierte a Pau en un padre en divorcio distinto.
Pau y Bryan empapan de melancolía y ternura los m2 de la consulta 2.
Eso si , el chaval se ve agobiado con tanto elogio y caricia. Un tipo duro . Víctima mas de una crisis social y familiar que lo azota con un divorcio reciente y 2 progenitores en paro de larga agonía.
Pau es ajeno al día de La Mona en Cataluña, a las excursiones, a la Semana Santa.
Pero no a su valor mas preciado. Os juro que nunca había visto mirar a un padre así a su hijo. Con la mirada le habla: Bryan, estoy aquí, incondicional.
Hoy no probarás repostería tradicional catalana pero sí el sabor de una Amoxicilina si se tercia.
Y ya, no cuando a todos nos convenga. Porque cada sollozo es un grito de ayuda para mi.
Por eso Pau es un hombre que se viste por los pies y que merece toda mi admiración.
Pau no ha perdido ni a su hijo ni Bryan se ha dejado perder. Lo único que deglute de vez en cuando como hoy es su orgullo y arrojo.
Cumple criterios clínicos para amoxicilina por una inoportuna otitis media y sinusitis que deja al mozo fuera de juego.
La impresora escupe la receta electroacústica que desgarra el silencio que habitamos.
El padre ya evita la mirada. Intuyo que algo le incomoda.
Pronto lo averiguo... No va a poder sufragar ese antibiótico.
Su mirada es tan explicita que evito que pronuncie la frase:"doctor...no tenemos ni pa eso...", delante de su discípulo.
Pau debe tener lo que hay que tener como la mayoría de padres de los colegas del crío.
Por unos momentos me vienen a la memoria: Pujol y su clan, Urdangarín y Cristina, Bárcenas y un sinfín de presuntos corresponsables de las lágrimas de Bryan y la dignidad malherida de Pau.
En un acto reflejo y mientras el padre asegura que no habrá amoxi hasta el día 10/04, cuando cobre...
Me saco del bolsillo 4 €. Luego despisto al chaval porque se que su padre no me perdonaría aquello.
Como un  resorte los coge y recoge en su bolsillo.
Bryan nunca sabrá que un día fue al medico y su viejo no soltó viruta por un antibiótico.

Tragamos saliva los dos y nos damos las mejores gracias visuales que haya constancia.
Salen por la puerta. Bryan a lo suyo.
Me han dado el dia...
De los pobres se aprende Pep... Ya lo sabía pero hoy mas...
Cuando llego a casa después de 24h agotadoras estrujo a mi hijo Isaac... Mi mujer me ve una lágrima.

Ey que pasa?? Tuviste un mal día?
No nada... Solo Pau y yo lo sabremos.
Os prometo que esta secuencia pasará por delante de mí en mi último día ... Si mantengo conciencia.




Vía lista Medfam.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy conmovedor, y perfecto si no fuera por que la amoxicilina a esas dosis para niños vale 2,29 que con descuentos se queda en la mitad, ademas si los progenitores están en paro no cuesta nada.Saludos