miércoles, 4 de marzo de 2020

El hundimiento de las narrativas. The collapse of narratives. 敘事的崩潰





El hundimiento de las narrativas


La crisis sistémica que padecemos configura el escenario del colapso actual de civilización. Se caracteriza por un aumento globalizado del malestar y el miedo que disminuye el pensamiento, la reflexión y la comprensión. No encontramos nada dónde agarrarnos, ni líderes, ni ideas ni narrativas, lo que está permitiendo que el poder se posicione detrás de tecnologías que ofrecen sucedáneos.

Esta situación afecta a todos los ámbitos sociales desde la política a la educación, desde la organización laboral a la sanidad. Me centraré en esta última que es la que conozco bien.

Desde hace años los profesionales de la salud somos conscientes del derrumbe de los Sistemas Sanitarios públicos en distintos países. Conocemos las causas pero no disponemos de la capacidad de implementar soluciones. Pensamos que con cambios de organización, financiación y gestión es posible cambiar y mejorar el sistema. Nos frustra que no haya motivación política ni gestora para ello. 

Tal vez estemos equivocanado el enfoque. En mi opinión no existe organización sanitaria que pueda resistir la situación social actual que ha convertido la salud en un bien económico más y ha establecido las leyes de mercado como lex artis. El ciudadano siempre va a querer consumir "más salud", y ante cualquier síntoma pedirá soluciones.

Hemos perdido la batalla de la narrativa al asumir como cierto para la salud el paradigma de mercado que impera en nuestro tiempo. Al definir salud como bienestar abrimos la puerta a la generación de infinitos bienes y servicios susceptibles de mercantilización. El paciente se convierte en consumidor y como tal solicita ser tratado. El sobrediagnóstico y el sobretratamiento son los negros ángeles que surgen de esta perversión.

La dependencia del ciudadano ante el sistema sanitario es cada vez mayor. Da igual la edad y circunstancia de la persona, ante el mínimo síntoma se acude a un centro sanitario. Hemos fracasado claramente en el "empoderamiento" del paciente tras años de buenismo sanitario en el que se han asumido como lícitas cualquier tipo de consulta. Y esto tiene difícil vuelta atrás.

Pero ¿cómo transformar esta narrativa de salud?, ¿cómo ayudar al que padece a conseguir una nueva perspectiva de lo que le sucede? Las respuestas pasan por favorecer una comunicación de calidad que permita una relación de confianza entre pacientes y profesionales. Lo segundo será aprender a escuchar lo que hay debajo del motivo de consulta, conseguir visualizar a la persona como un todo. Atrevernos a ver sus cuatro cuadrantes: físico, psicológico, social y existencial. Lo tercero ser capaces de acompañar en la construcción de una nueva narrativa por parte del paciente que le permita hacerse cargo de lo que le pasa, aceptarlo, sostenerlo y seguir caminando. La sanación implica que cada cual complete este proceso interno independientemente de lo que suceda con sus síntomas.

Muchos se preguntarán cómo será posible hacerlo en consultas de cinco o seis minutos en agendas cada vez más sobrecargadas. Y ante esto respondo con otra propuesta de cambio de narrativa, en este caso para profesionales. Si seguimos centrados en la queja y en la limitación no conseguiremos darnos cuenta del enorme poder que tienen los clínicos para ayudar a sus pacientes a transformar el plomo de sus vidas en el ansiado oro de la serenidad, el sentido y la alegría. La alquimia la hace siempre el que padece, pero que bien viene una ayudita externa cuando uno está en mitad de una noche oscura.



The collapse of narratives


The systemic crisis that we are experiencing sets the stage for the current collapse of civilization. It is characterized by a globalized increase in unrest and fear that diminishes thinking, reflection and understanding. We find nothing to hold on to, no leaders, no ideas and no narratives, which is allowing power to position itself behind technologies that offer substitutes.


This situation affects all social areas from politics to education, from labour organisation to health. I will focus on the latter, which is the one I know well.


For years, health professionals have been aware of the collapse of public health systems in different countries. We know the causes but we do not have the capacity to implement solutions. We think that changing organization, financing and management it would be possible improve the system. We are frustrated that there is no political or institutional motivation for this. 


Maybe we are wrong in our approach. In my opinion there is no health organization that can resist the current social situation that has turned health into just another economic good and has established the laws of the market as lex artis. The citizens will always want to consume "more health", and in the face of any symptom they will ask for solutions.


We have lost the narrative battle by assuming as true for health the market paradigm that prevails in our time. By defining health as well-being we open the door to the generation of infinite goods and services susceptible to commodification. The patient becomes a consumer and as such asks to be treated. Overdiagnosis and overtreatment are the black angels that arise from this perversion.


The citizen's dependence on the health system is increasing. No matter the age and circumstances of the person, at the slightest symptom they go to a health centre. We have clearly failed in "empowering" the patient after years of good samaritan care in which any type of consultation has been assumed to be appropriate. And this is difficult to reverse.


But how to transform this health narrative, how to help the sufferer get a new perspective on what is happening to them? The answers lie in favouring quality communication that allows a relationship of trust between patients and professionals. The second thing will be to learn to listen to what lies beneath the reason for the consultation, to manage to visualise the person as a whole. Dare to see its four quadrants: physical, psychological, social and existential. The third is to be able to accompany the patient in the construction of a new narrative that allows him/her to take charge of what is happening to him/her, to accept it, to sustain it and to continue walking. Healing implies that everyone completes this internal process regardless of what happens to their symptoms.


Many will wonder how this will be possible in five or six minute consultations in increasingly overloaded schedules. And to this I respond with another proposal for a change of narrative, in this case for professionals. If we continue to focus on complaint and limitation we will not be able to realize the enormous power that clinicians have to help their patients transform the lead in their lives into the longed-for gold of serenity, meaning and joy. Alchemy is always done by the sufferer, but what good is a little external help when one is in the middle of a dark night.






敘事的崩潰


自動翻譯,對錯誤感到抱歉。


我們正在經歷的系統性危機為當前的文明崩潰奠定了基礎。它的特點是動盪和恐懼的全球化加劇,削弱了思考,反思和理解。我們找不到任何可保留的東西,沒有領導者,沒有想法,也沒有敘述,這使力量將自己置於提供替代品的技術後面。


這種情況影響從政治到教育,從勞工組織到健康的所有社會領域。我將重點介紹後者,這是我所熟知的。


多年以來,衛生專業人員一直意識到不同國家的公共衛生系統已經崩潰。我們知道原因,但是我們沒有能力執行解決方案。我們認為,改變組織,財務和管理將有可能改善該系統。我們為此感到沒有政治或機構動機感到沮喪。

也許我們的方法是錯誤的。在我看來,沒有任何一個衛生組織能夠抵禦當前的社會狀況,這種社會狀況已將衛生變成了另一種經濟商品,並確立了以手法為市場的法律。市民將永遠想消耗“更多的健康”,面對任何症狀,他們將尋求解決方案。

我們假設健康時代的市場範式對健康有益,從而使我們失去了敘事之戰。通過將健康定義為幸福,我們為易於商品化的無限商品和服務的產生打開了大門。患者成為消費者,因此要求接受治療。過度診斷和過度治療是這種變態產生的黑天使。

公民對衛生系統的依賴性正在增加。無論人的年齡和環境如何,只要有症狀,他們都會去醫療中心。經過多年的良好撒瑪利亞人護理,我們認為在任何情況下都認為適當的諮詢形式對患者“賦權”是很明顯的。這很難逆轉。

但是,如何改變這種健康狀況,如何幫助患者對他們所發生的事情有新的認識?答案在於支持高質量的溝通,使患者和專業人員之間建立信任關係。第二件事是學會聽取會診原因背後的內容,設法使整個人形象化。敢於看到它的四個像限:身體,心理,社會和存在。第三是能夠陪伴患者構建新的敘述,使他/她能夠掌控自己所發生的事情,接受它,維持它並繼續行走。治愈意味著每個人都可以完成此內部過程,無論症狀如何。

許多人會想知道,在日趨繁忙的日程中進行五到六分鐘的諮詢會如何做到這一點。為此,我提出了另一種改變敘事的建議,在這種情況下是針對專業人士的。如果我們繼續專注於抱怨和限制,我們將無法意識到臨床醫生必須幫助患者帶來巨大的力量,從而將他們的生活轉變成渴望的寧靜,意義和喜悅。煉金術總是由病人來做,但是當一個人處於漆黑的夜晚時,一點點外部幫助是有好處的。


No hay comentarios: