sábado, 10 de octubre de 2020

Que el último cierre la puerta. Let the last one close the door. 讓最後一個關上門。

Pueden leer el hilo completo, donde se exponen motivos, en el perfil de Twitter de Clara.




¿Qué pasaría si de un mes para otro la mayor parte de las médicas y médicos de familia renunciaran a sus puestos?


Este horizonte ha pasado de la inexistencia teórica a la alta posibilidad práctica en meses. La crisis del coronavirus ha ejercido tal presión en el sistema sanitario que ha puesto al límite a la parte más vulnerable del mismo que somos los profesionales. Y cuando digo límite lo digo con todo lo que significa: llanto, insomnio, ansiedad, agobio, tristeza, depresión, bloqueo...


La unión de una sobrecarga extrema mantenida unida a la necesidad de relacionarse en remoto entre pacientes y profesionales, el gran nivel de ansiedad social y la enorme desgobernanza política y sanitaria se están llevando por delante a lo más granado de las profesionales sanitarias de primera línea. 


La alternativa al descalabro no es una huelga con un 100% de servicios mínimos, ni publicar cartas de protestas ni participar en grupos de mejora. La única alternativa posible es renunciar. Son ya muchos los años proponiendo ideas, libros blancos, artículos y evidencia científica. Son ya muchas las horas participando en grupos e intentos de mejora. Son ya muchos los años de desfinanciamiento, empeoramiento de condiciones de trabajo y de maltrato institucional. 


Los últimos meses han dado la puntilla a una Atención Primaria herida de muerte. Las médicas de familia llevan años con sus agendas de trabajo hechando humo, multiplicarlas por dos ha demostrado ser totalmente inviable. 


Ante esta situación caben tres posibilidades:


1. La queja.

2. El silencio.

3. La renuncia. 


La queja es frecuente en las charlas de café de los sanitarios o en sus casas. Los familiares lo saben bien. El malestar sale a borbotones a la más mínima oportunidad pero sin embargo cuesta mucho visibilizarlo en medios de comunicación o en redes sociales. 


Lo más frecuente es el silencio (de los corderos) al intuir cercano el peligro del lobo que no es otro que el temido burnout.


Por último tenemos la opción del “ahí te quedas” en forma de búsqueda de otro trabajo, emigración, excedencia o baja laboral de larga duración. Es el curso de acción más extremo y su posibilidad solo surge cuando las condiciones externas son también extremas.


Un grupo de médicas de familia ha creado una plataforma @yorenuncioap con un  manifiesto y un incipiente grupo de trabajo. No les puedo dar números pero sí informar de que es un completo desastre para el sistema. Emigración médica y renuncias siempre ha habido pero nunca se han hecho públicas como en este momento y nunca han puesto tan en evidencia a directivos y políticos sanitarios, responsables últimos de la enorme crisis sanitaria. 


Tengo que reconocer que un servidor también se ha planteado esta alternativa. No descarto ese curso de acción dependiendo de cómo avance la partida. 


De momento sigo trabajando y asumiendo con dolor la marcha de profesionales de gran valor. Si esto no mueve a políticos y sociedad a darse cuenta de que nos estamos quedando sin sanidad nada lo hará. Si esto no mueve al resto de profesionales sanitarios de cualquier perfil a tomar medidas, nada lo hará. 




Let the last one close the door.

What would happen if from one month to the next most of the family doctors resigned from their posts?

This horizon has gone from a theoretical absence to a high practical possibility in weeks. The coronavirus crisis has put such pressure on the health system that it has pushed the most vulnerable part of it, the professionals, to the limit. And when I say limit I mean with all that it means: crying, insomnia, anxiety, oppression, sadness, depression, blockage...

The combination of extreme overload, together with the need to relate remotely between patients and professionals, the high level of social anxiety and the enormous political and health imbalance are taking away the majority of frontline health professionals. 

The alternative to the disaster is not a strike with 100% minimum services, or publishing letters of protest or participating in improvement groups. The only possible alternative is to quit. For many years now, ideas, white papers, articles and scientific evidence have been put forward. There are already many hours participating in groups and attempts at improvement. There have been many years of lack of funding, worsening working conditions and institutional abuse. 

The last few months have seen the end of a primary care system that has been mortally wounded. Family doctors have been fuming for years with their work agendas; doubling them has proved to be totally unfeasible. 

In this situation there are three possibilities:

1. The complaint.
2. Silence.
3. Running away. 

The complaint is frequent in the coffee talks in the caffe time or in their homes. The relatives know this well. The discomfort gushes out at the slightest opportunity but it is nevertheless very difficult to make it visible in the media or on social networks. 

Most often, it is the silence (of the lambs) as they sense the danger of the wolf nearby, which is none other than the dreaded burnout.

Finally we have the option of  saying bye bye in the form of looking for another job, emigration, leave of absence or long-term leave. 

A group of family doctors has created a platform @yoRenuncioAP with a small manifesto and a nascent working group. I can't give you numbers but I can report that it's a complete disaster for the system. Medical migration and resignations have always occurred but they have never been made public as they are at the moment and they have never brought health managers and politicians, who are ultimately responsible for the enormous health crisis, so much to the fore. 

I have to admit that I have also considered this alternative. I do not rule out this course of action depending on how the game progresses. 

For the moment I continue to work and take on with pain the departure of highly valued professionals. If this does not move politicians and society to realise that we are running out of healthcare nothing will. If this does not move the rest of the health professionals of any profile to take action, nothing will. 






讓最後一個關上門。

自動翻譯,對錯誤感到抱歉。

如果從一個月到下一個大多數家庭醫生辭職,將會發生什麼?

在數週內,這種視野已經從理論上的缺席變成了高度實際的可能性。冠狀病毒危機給衛生系統帶來了巨大壓力,以至於它把最脆弱的部分,即專業人員推到了極限。當我說極限時,我的意思是指哭,失眠,焦慮,壓迫,悲傷,沮喪,阻塞……

極端超負荷,患者與專業人員之間需要進行遠程聯繫,高度的社會焦慮以及巨大的政治和健康失衡等因素共同導致大多數一線衛生專業人員的喪生。

災難的替代方案不是提供100%最低服務的罷工,發布抗議信或參加改善團體。唯一可能的選擇是退出。多年來,已經提出了想法,白皮書,文章和科學證據。已經有很多時間參加小組討論並嘗試改進。多年來一直缺乏資金,工作條件惡化和機構濫用。

在過去的幾個月中,受到致命傷害的初級保健系統已經結束。多年來,家庭醫生對他們的工作議程一直感到憤怒。事實證明,將它們增加一倍是完全不可行的。

在這種情況下,存在三種可能性:

1.投訴。
2.沉默。
3.逃跑。

在咖啡時間或他們家中的咖啡談話中,投訴經常發生。親戚對此很了解。很少有機會出現不適感,但要使其在媒體或社交網絡上可見卻非常困難。

通常,這是(羔羊的)沉默,因為它們感覺到附近狼的危險,無非就是可怕的倦怠。

最後,我們可以選擇以其他工作的形式再見,移民,休假或長期休假。

一組家庭醫生創建了一個平台 @yoRenuncioAP,其中包含一個小型宣言和一個新生的工作組。我不能給你數字,但我可以報告這對系統是一場徹底的災難。醫療移民和辭職一直在發生,但它們從未像現在這樣被公開,也從未把最終對巨大的健康危機負有最終責任的衛生經理和政客帶到首位。

我必須承認,我也考慮過這種選擇。根據遊戲的進展情況,我不排除採取這種行動的方式。

目前,我繼續工作,並痛苦地接受了高價值專業人士的離職。如果這不能使政客和社會意識到我們已經用盡醫療保健,那什麼也做不了。如果這不能使其餘任何類型的衛生專業人員採取行動,則什麼也不會採取。

2 comentarios:

Ramon Ravella dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Ramon Ravella dijo...

Yo también me lo he plantado, lo he manifestado públicamente en una de las últimas reuniones de Equipo (¿qué es eso?) y ahora en permiso sin sueldo. Ánimo y muchas gracias.