martes, 22 de septiembre de 2015

El enorme reto del sobrediagnóstico






Nuestra sociedad abusa de los medicamentos. También lo hace de todo tipo de tratamientos y procedimientos sanitarios, incluidos los métodos y tecnologías diagnosticas. De hecho está íntimamente relacionado, a más pruebas diagnósticas innecesarias, más intervenciones médicas y más tratamientos asociados dañinos.


Recientemente ha tenido lugar un congreso de Sobrediagnóstico en el que pude participar desde twitter y al que han asistido presencialmente varias médicas de familia Iberoamericanas. La doctora Sofía Cuba nos acompaña hoy en este blog con su completa crónica del evento. Me parecen mucho más prioritarios eventos de este tipo en sintonía con los Seminarios de Innovación ó el laboratorio de ideas Polimedicado (dentro de nuestro ámbito local) que toda la parafernalia sobre crónicos y novedades terapéuticas con poco valor añadido.




Congresistas iberoamericanos del evento.



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Preventing Overdiagnosis 2015, reporte una medica familiar latinoamericana

Este año pase del contemplativo a la preparación y luego a la acción según Prochaska Diclemente. Desde hace un año daba vueltas por mi cabeza la idea de  asistir al Congreso de Sobrediagnóstico organizado anualmente por la Universidad de Oxford. Iban en contra  la distancia y de los costos (que se hacen mayores si uno trabaja en el hemisferio Sur del mundo como medica de familia); iba a favor todos lo que vamos conversando por mucho tiempo con colegas de Latinoamérica, la creaciond el grupo de trabajo Iberoamericano de prevención cuaternaria, las conversación con Marc Jamoulle, el medico familiar Belga que acuño el concepto del Prevencion Cuaternaria.  Al final peso mas la motivación y tome la decisión de inscribirme y viajar este año a Washington D. C; lo que siguió fue un experiencia inolvidable.

El Congreso de Sobrediagnostico, es un congreso pequeño si lo comparamos con los grandes congresos mundiales o regionales de las diferentes especialidades medicas, con auspicios de la industria farmacéutica. Este congreso era diferente; apenas un poco mas de 350 delegados la mayoría de EEUU, Canadá y Europa con predominio de los países nórdicos y el Reino Unido; financiado casi en su totalidad por la inscripción de los delegados, que en su mayoría están ligados al mundo académico. Este año el congreso fue auspiciado por el Instituto Nacional de Cáncer de EEUU y la Universidad de Oxford

Preventing Overdiagnosis 2015, tuvo lugar en los cuarteles generales del National Institute of Health (NIH); que al ser una entidad del gobierno, tiene ciertas reglas para el ingreso; había que pasar por un detector de metales y al igual que en los aeropuertos y  pasar las pertenencias para revisión. Algunos de los delegados bromeaban el primer día si este no seria un ejemplo de una actividad innecesaria y sin sustento científico.

Mas allá de lo anecdótico de tener que pasar registro diario para el ingreso, lo que siguió durante tres días , fue tener el gusto de escuchar y tener cerca a Fiona Godlee, editora del BMJ, Lisa Schwartz and Steven Woloshin  del Darmouth Institute, Ray Moynihan, autor de el libro “Selling sickness” y otro muchos que nos hicieron sentir que no estábamos solos , que necesitamos un cambio y que hay mucha gente que va por ese camino. Participaron además muchos médicos de familia que practican y hacen docencia, además otros especialistas: nefrólogos, endocrinólogos, oncólogos, pediatras,  psiquiatras y periodistas, representantes de pacientes, que en cada presentación, nos recordaban un principio fundamental: “Primero no hacer daño”.

Los tópicos tocados fueron muchos: se tamizan enfermedades en forma innecesaria, el desarrollo tecnológico no ha ido de la mano con los que conocemos de las personas que atendemos, se gasta en actividades innecesaria y se deja de gastar en las necesarias, se tratan agresivamente enfermedades que no son agresivas, se crean nuevas enfermedades y se bajan los niveles de normalidad para diagnosticar y tratar mas. En este escenario “ todos  parecen estar contentos”, como diaria el Dr. Hyeong Sik de la Universidad de Korea (foto adjunta); pero tal vez además de los pacientes y los sistemas; los que perdemos mas las somos los médicos, pues perdemos la oportunidad de realmente ser responsables del cuidado de nuestros pacientes.

Fuimos un grupo de 7 médicos familiares latinoamericanos y ya pensamos en intentar tener una versión para Latinoamérica; se hace necesario, reflexionábamos esos días, deshacernos de los paradigmas arcaicos y luchar por el cambio desde el activismo, desde los medios de comunicación y desde la abogacía con pacientes.

El siguiente año el congreso se realizara en Barcelona, es tiempo de acción y a veces la mejor acción es precisamente no hacer nada.






Bibliografía:

A los interesados en el tema les adjunto la crónica en ingles del profesor Allen Frances

lunes, 21 de septiembre de 2015

La vida como laberinto


Gift animado: Manifold Garden



A diario acuden a consulta circunstancias del todo variadas. Las más de las veces son pequeños trastornos físicos en forma de catarro, dolor de cabeza ó similares pero también acuden eventos complicados, sufrimientos y toda clase de angustias. Una de las conclusiones que se sacan de ello es que nos cuesta mucho vivir la vida, darnos cuenta de ella y disfrutarla con agradecimiento. Otra es que cuando caemos en la trampa de un síntoma que nos preocupa ó en un agobio del que no sabemos cómo salir entramos en una tempestad de movimientos similar a la del pequeño escarabajo al que alguien colocó sobre su espalda. Tal vez llegemos a la conclusión de habitar un laberinto como ya aventuraron aquellas sacerdotisas cretenses que bailaban sobre toros astados. Tal vez pensemos que nuestras existencias se reducen a un manojo de interacciones virtuales de alguna forma preconfiguradas en programas mentales debídamente codificados. Lo que nos debería hacer recelar de la supuesta realidad de dicho laberinto es su sospechosa repetición. Todos sabemos que nuestra vida se repite contínuamente, ¿encontraremos la salida al tomar conciencia de dicha repetición?

domingo, 20 de septiembre de 2015

Relato dominical: Cuatro elementos.



 La dama de Shalott.
John William Waterhouse



Los antiguos sabían que estamos hechos de tierra, agua, fuego y viento. Lo que no nos explicaron fue a manejarlos dentro de nosotros. He pasado años sintiéndome tierra seca con breves momentos de fuego y algunos de viento. En otras ocasiones me ha tocado experimentar una lluvia interior inacabable, cielos cubiertos y persistente humedad. He conocido los rigores del fuego que consume hasta los tuétanos y del viento que desarbola la razón. Pero se me ha velado el secreto de transmutar los elementos como tal vez algún viejo alquimista terminara consiguiendo. Esa impotencia me ha llenado de escoria y de impurezas al no ser capaz el crisol de mi alma de conseguir la deseada proporción que permitiera a mis sentimientos bailar al ritmo que las estrellas y mareas dictaban cada día. No me he rendido. Algo me dice que estamos muy cerca y que a esa tierra prometida no es posible pasar en solitario. No puedo dar ninguna pista, no esperen de mí respuestas. La única certeza que puedo albergar con suficiente grado de verosimilitud es la de saber que existe la posibilidad. El día que sea hallada un esplendor nacerá en el centro mismo de los seres. Mientras tanto paso las tardes tocando el piano y las mañanas escribiendo poemas, pensarán que les he traicionado pero ya no me importa. Tan solo espero. Y en esa espera hay fragancia de romero y de menta. 

viernes, 18 de septiembre de 2015

Un refresco en la bandeja del hospital





La foto está tomada a una paciente ingresada en el Centra Lynchburg General Hospital (EEUU) que muestra orgullosa su lata de refresco incluida en la bandeja de su comida. Hace unas semanas Miguel Ángel Manyez reflexionaba sobre si era correcto que hubiera hamburguesería en los recintos hospitalarios, esta claro que la cuestión no es baladí ni tampoco novedosa. Dado que los cuidados que presta un hospital son muy sofisticados y complejos, ¿qué papel  debe tener la cocina del hospital y la nutrición en general en la recuperación de los pacientes?

Dadas las dosis de refresco que suelen usarse en EEUU la que ilustra este texto se me antoja muy moderada pero ¿es posible hacer las cosas mejor, ó están bien así?


Por mi parte seguiré contando a mis pacientes lo que hay dentro de una lata de refresco.




miércoles, 16 de septiembre de 2015

Gesionar o di-gestionar la Atención Primaria




Hace unos días lanzábamos una reflexión a las redes sociales sobre el asunto de las enfermeras de hospital que cambian a primaria en concurso de traslados. He aprendido mucho de la conversación generada tanto en los comentarios del blog como en twitter. Pero surgen nuevas preguntas.

¿Quién se supone que debe velar para que cada cual cumpla sus funciones en Atención Primaria?
¿Qué pasa cuando alguien dice "no es mi función"?
¿Qué pasa con los profesionales desmotivados, quemados ó escaqueados?


Parece que la OMS da el aprobado a la Atención Primaria española salvo por los bajos sueldos y el envejecimiento de los médicos que pone de relieve que ha cerrado las puertas a los más jóvenes. Esto lo suscribo dado que no se crea empleo de calidad y se han recortado los presupuestos  de suplencias al máximo.

El informe no dice nada de las tres preguntas arriba formuladas pero me consta que tanto en el ámbito hospitalario español como en la primaria de otros países si existen respuestas y soluciones. Por eso me pregunto si no habría que reformular muchas cosas en la gestión de este nivel asistencial cuyos responsables tal vez sean eficientes con el manejo de hojas de excel pero que sin duda permanecen invisibles para la gran mayoría de los profesionales en los que no ejercen ningún tipo de influencia. Asistimos a una digestión lenta de una primaria que se deshace en los jugos ácidos de la dejadez y la inoperancia sin que parezca existir algo parecido a un liderazgo por ninguna parte. En Madrid se reformuló toda la estructura hace unos años con la creación del área única que prometía disminuir los cargos intermedios y dar más autonomía y poder a los coordinadores de equipos de Atención Primaria que pasaron a llamarse directores. Todo quedó en agua de borrrajas con exáctamente los mismos cargos intermedios y con unos directores de centro que eran igualitos a los anteriores coordinadores. Casi nadie dijo nada al respecto. Se perdió una oportunidad.

Mientras no tomemos conciencia de la importancia de estas preguntas no nos mojaremos para encontrar las respuestas. Y así vamos sobreviviendo, como dice el genial Rafa Olalde, cada cual en la república independiente de su consulta.





domingo, 13 de septiembre de 2015

Relatos de verano: De mujeres y hombres.



 John William Waterhouse



Los hombres no solemos dar la talla por una larga lista de razones. Es muy extensa la línea de tiempo durante la que las mujeres han sostenido el mayor peso de la historia con una clara desventaja en cuanto a reconocimiento y valoración. El diseño de especie tiene mucho que ver pero las organizaciones sociales que emanaron de éste mucho más. Como todos sabemos el hombre fue dotado de dos mecanismos de afrontamiento de la adversidad: la lucha y la huida. En su relación con otros hombres predomina el primero, con las mujeres el segundo. Es verdad que la mujer recibe una enorme carga de violencia de la mano de sus compañeros pero sobre todo recibe muchísima huida de los mismos. Enfrentarse a algo incomprensible del universo de la mujer como sus dudas frente a lo cotidiano ó la existencia, sus días especiales del mes, los baches e inestabilidades en su estado de ánimo, los litigios eternos que suelen ser peticiones de auxilio y la larga lista de misterios que en definitiva contituye el universo femenino hace a los hombres poner los pies en polvorosa. También lo suelen hacer otros acontecimientos de la existencia como la crianza de los niños, el cuidado de los mayores, las tareas domésticas ó el manejo de la cocina que con sus excepciones constituyen la triste cotidianididad. Parece pues que estamos en buen momento para resintonizar los géneros con el fin de que cada uno se afine con lo mejor del otro disminuyendo así la carga de sufrimiento que en definitiva su desarmonía produce en ambos. Yo de momento les comparto mi toma de conciencia que aunque mínima seguro les incita a realizarla de forma más completa. 

viernes, 11 de septiembre de 2015

¿Cómo ayudar a reciclarse a las enfermeras de hospital que se trasladan a Primaria?


John William Waterhouse


En el último concurso de traslados de Madrid decenas de enfermeras de hospital cambiaron su plaza a Atención Primaria. Esto sucede en todas las  comunidades autónomas. El reto es mayúsculo al ser los conocimientos y habilidades de un servicio hospitalario muy diferentes a las de un centro de salud. Empezando por el sistema informático, los protocolos, planes de cuidados, registros, pasando por las habilidades de comunicación, gestión de la consulta, actividades de promoción de la salud, salud comunitaria, cuidados del paciente crónico, atención domiciliaria y un largo etcétera.

La realidad es que las enfermeras que optan a traslado son las que disponen de mayor puntuación, esto es más años trabajados y las motivaciones son diversas siendo una de ellas evitar el trabajo a turnos ó las noches. Quizá desde el hospital se pueda pensar que en primaria el trabajo de enfermería es más relajado pero suelen encontrarse con un escenario exigente con  retos, y un nivel presión asistencial para los que no disponen de suficiente formación. En mi pequeña experiencia con las enfermeras en esta situación que conozco me he encontrado tanto con el perfil de la profesional que se preocupa por autoformarse, leer y hacer un gran esfuerzo para adaptarse a la realidad de primaria como con el perfil que se acomoda en una asistencia de mínimos. En ambos casos nunca ha habido ayuda institucional manifiesta, supervisión, ni por supuesto evaluación.

¿Cómo se podría mejorar esta adaptación y la formación que necesariamente lleva implícita?

Establecer algún tipo de tutorización dentro del propio centro de salud seguro que sería útil. También la existencia de cursos específicos de formación continuada y materiales de lectura ú online con videotutoriales y demás ayudas técnicas. Dado que no conozco la existencia de dichos materiales comparto mi reflexión para que si alguien los conoce me los pudiera hacer llegar.

Tras un pequeño debate en twitter se sugirieron las siguientes ideas:





























Seguro que a los que visitan este blog se les ocurren más ideas.


La fórmula para vender enfermedades





¿Se acuerdan de aquellos vendedores de tónicos que aparecían en las películas de vaqueros? seguro que sí. El tema es que siguen existiendo y una de sus variedades más peligrosas es la que vende enfermedades, con sus respectivos remedios claro está. Siempre hay alguien que sale ganando.

Para vender una enfermedad = Baja el umbral diagnóstico + aumenta el miedo +da la vuelta a la evidencia


Si bajamos lo suficiente el umbral diagnóstico muchas más personas podrán ser diagnosticada de esa enfermedad. Si bajamos el umbral diagnóstico de hipercolesterolemia de  240 a 200 tendremos automáticamente millones de personas aquejadas de ese supuesto mal. 

Aumentar el miedo aireando posibles complicaciones ó efectos de una enfermedad, aunque sean raros e infrecuentes es una política muy eficaz para atemorizar y fomentar reacciones contra esa supuesta enfermedad. 

Dar la vuelta a la evidencia científica fijándose en variables subrogadas ó generalizando estudios que se hicieron para poblaciones específicas es muy común. De esta forma se saca evidencia de donde no la hay.




 La idea es de Steeve Boloshin y la tomé de su presentación en una jornada de sobrediagnóstico que se pudo seguir en twitter en esta etiqueta:  #PODC2015 


jueves, 10 de septiembre de 2015

Frente al cáncer ¿merece la pena ser espiritual?

lunes, 7 de septiembre de 2015

¿Solidaridad descafeinada ó reflexión inteligente?


Ofelia. John Everett Millais



Las golondrinas
¿son africanas ó europeas?
¿y las personas?


 Haiku del autor.




Las imágenes del drama de los refugiados sirios ó de los inmigrantes africanos que tratan desesperadamente de llegar a Europa han sacudido nuestras conciencias estos días. Suele pasar de forma cíclica, un acontecimiento se viraliza en los medios de comunicación y redes sociales alcanzándonos para luego desaparecer de nuestras vidas sin dejar rastro. Es verdad que nuestras emociones se desbocan y nos causa malestar. La foto del niño ahogado en la playa es impactante, como lo han sido muchas otras. Me viene a la memoria aquella otra del buitre acechando a un niño africano a punto de desfallecer... Lo que me produce una honda tristeza es que estas situaciones que aparentemente podrían ser una oportunidad para tomar conciencia y realizar cambios que ayuden a solucionar situaciones de injusticia queden en agua de borrajas. ¿Han oído hablar estos días de propuestas de fondo a medio y largo plazo? ¿de soluciones multiaxiales que ofrezcan alternativas a las personas que llegan a Europa huyendo del horror? yo tampoco. Mucho ruido, mucha solidaridad superficial en redes sociales pero propuestas, lo que son propuestas ni una. Los políticos de los distintos países están entretenidos peleándose por el cupo de refugiados que le toca a cada país pero nadie parece darse cuenta de que afrontamos un problema logarítmico entre una Europa cuya población decrece y un entorno cuya demografía aumenta rápido en un medio ambiente hostil. ¿Alguien ha pensado si es posible repoblar los numerosos lugares rurales deshabitados ó en los que viven ya solo gente mayor? ¿En potenciar medios de vida en dichas zonas que primen la sostenibilidad y el uso de recursos como biomasa, bosques comunitarios junto a  ganadería y agricultura de subsistencia?

Si consideramos que con la macropolítica y macroeconomía no llegamos muy lejos otra alternativa es reflexionar sobre lo que podemos hacer ante estos retos de forma personal con nuestra microeconomía y nuestra relaciones comunitarias. ¿Estamos del todo de acuerdo con nuestro modo de vida no sostenible?, ¿nos es posible hacer algún cambio para decrecer nuestro nivel de vida en relación al consumo y crecer en el eje de nuestras relaciones ó en nuestra solidaridad? ¿nos sería posible participar en un banco de tiempo, despensa solidaria, ONG u organización benéfica local? ¿somos capaces de compartir nuestras ideas y reflexiones sobre este tema para favorecer las de los que nos rodean? ¿sabemos cómo se llama y de qué país viene el inmigrante que pide en la puerta del super?

No tengo más que preguntas, pero gracias a ellas me puedo acercar un poco más a mis respuestas y de paso a las de los demás. Hay mucho dolor ahí fuera, como también aquí cerca. Estos días tengo especialmente presentes a los ancianos de la residencia que atiendo. Si les parece que el Egeo ó el Adriático quedan lejos recuerden que la soledad y el horror se pueden encontrar siempre sin salir del barrio. La posibilidad de caminar con otros para echar una mano es una opción al alcance de todos.