viernes, 20 de septiembre de 2019

¿Brecha tecnológica o fractura sanitaria en la medicina rural? #SABIENperiscopio








Hoy participaré en la jornada #SABIENperiscopio que pueden seguir por Twitter en caso de no poder asistir en Valencia. Tienen información de la jornada en este enlace. 



Comparto aquí algunas ideas de las que hablaré:



    1. Sistemas Sanitarios sólidos en un mundo líquido
    2. Rigidez, inercia, protocolización.
    3. Sanidad basada en la consulta presencial
    4. Falta de cultura de telecomunicación. No usamos el teléfono, ni el email, ni siquiera la carta postal.
    5. Poco apoyo TIC de los profesionales sanitarios, prescribir info en Internet, vídeos...
    6. Sistemas de cita rígidos. ¿Por qué no una cita inteligente?
    7. Sistemas de información a base de clics. ¿Para cuándo una interface de historia clínica electrónica hablada con análisis de texto por IA?
    8. Algoritmos de IA de apoyo a los profesionales sanitarios (interacciones farmacológicas, alergias, potenciales problemas, alarmas..)
    9. Algoritmos de IA de apoyo a pacientes. 


    Medio rural.
    1. Evejecimiento poblacional. Grandes mayores 
    2. Mayor complejidad biopsicosocial (Deriva social. Pobreza, adicciones, salud mental. Soledad y aislamiento)
    3. Dificultad de transición de medicina de cupo (doctor shopping) a una medicina de familia científica (basada en la evidencia).


    Potencialidades
    1. Mejora de la comunicación entre profesionales con TICs
    2. Mejora de la comunicación entre pacientes y sanitarios.
    3. Potenciación de autocuidados y educación para la salud


JORNADA SABIEN PERISCOPIO 2019

LA FRACTURA DIGITAL SANITARIA


Determinantes y soluciones ante la brecha entre ciudadanos y sistema sanitario
El sistema socio-sanitario, encargado de proveer servicios de salud y atención a las necesidades funcionales de los ciudadanos, se enfrenta a importantes retos. Los cambios sociales (demográficos, sociológicos, educativos. . . ) y ambientales hacen necesarios cambios urgentes que permitan la sostenibilidad del sistema y , de forma simultanea, ofrezcan mejores servicios al ciudadano comando a éste como eje y potenciando la información e interacción en el eje pacientes-profesionales-proveedor de servicios.
La eHealth en cuanto sistemas de e-gobierno, sistemas de gestión de la salud y enfermedad, alfabetización digital en salud, uso de herramientas sociales para las intervenciones en promoción de la salud y prevención de la enfermedad y un largo etcétera, ha ido generando evidencias en los últimos 20 años de que no sólo es un elemento fundamental a la hora de acometer una estrategia de cambio, sino que probablemente es la palanca de cambio imprescindible para reorganizar los servicios y garantizar un sistema de calidad sostenible.
La salud y la sanidad del futuro
Sin embargo, mientras la sociedad en general se ha ido incorporando a la digitalización de un modo firme y ésta ha ido, a su vez, generando cambios sociales en un círculo virtuoso, la digitalización sanitaria no se ha hecho efectiva o, al menos, se ha ido incorporando lenta y desacompasadamente a los servicios ya existentes, sin generar cambios organizativos y sin dar respuesta efectiva a las necesidades sentidas y expresadas por ciudadanos y profesionales.
Esta fractura digital sanitaria, o brecha entre la digitalización de la sociedad en general y la de los servicios sanitarios, no ha hecho sino expandirse en los últimos años y, lo que es más grave, no existe una estrategia global y decidida para su reducción.
Identificar el problema, sus causas, plantear soluciones imaginativas e implicar a todos los actores en dicha tarea es una cuestión no solo estratégicamente imprescindible, sino también urgente en cuanto a la armonización de la demanda de información y servicios sanitarios dirigidos al ciudadano, en un nuevo marco de relaciones entre los distintos actores implicados y con la perspectiva de la calidad de la oferta y la sostenibilidad del sistema.


miércoles, 18 de septiembre de 2019

Sobre las luces y las sombras sanitarias



Gracias a la sed
Llegas viajero al pozo
Y bebes agua.




Reflexionaba con mi residente sobre las luces y las sombras del mundo sanitario. El lado oscuro no lo suelen contar sus unidades docentes durante la residencia y es algo mucho más sombrío que el agobio que puedan experimentar en las guardias. Tiene que ver con las miserias del sistema sanitario, las iniquidades, el maltrato profesional y la sobrecarga asistencial. Incluye la toxicidad del malestar y el sufrimiento ajeno, el amargor de los inevitables errores, la soledad de quien trabajará largos tiempos metido en su consulta. Y por supuesto la propia carga tenebrosa que cada cual albergue en sus bodegas.

Unas sombras que pueden quemar y que cuando lo hacen llegan a calcinar el alma.

Pero, ¿cómo tejer una narrativa que ponga el foco en las luces? Y no solo en los brillos de los éxitos de la medicina y sus tecnologías, sino más bien en esa sencilla satisfacción de tratar de ser un profesional honrado que hace lo que debe y que de paso ayuda, sostiene, cuida y acompaña a quien lo necesita. En la capacidad del ser humano de superar la adversidad y abrirse camino en la enfermedad, la pérdida y la muerte.

Mi sugerencia va en la línea de favorecer los mapas, los suyos. Sobre la creación de cartografías que incluyan referentes, horizontes, objetivos vitales y zonas de peligro o posible zozobra.

Pero no es fácil equilibrar el platillo de la queja de la balanza sanitaria, donde solemos situar casi todo el peso de la atención. Al igual que hace, dicho sea de paso, cada cual, se dedique a lo que se dedique. El otro lado de la balanza se mantiene habitualmente fuera de los focos pese a que incluye activos tan imprescindibles como el entusiasmo, la alegría, la paz, inspiración y la virtud.

Si un servidor fuera un Jedi entrenando a su aprendiz no tendría más remedio que enseñarle a usar su sable de luz, y en el mundo sanitario esta herramienta está hecha de consciencia, compasión y delicadeza para alumbrar las sombras en lugar de para atacar maléficos clones o potenciales enemigos.

Tengo la sensación, en cualquier caso, de no saber contar bien esta historia. Me gustaría ser capaz de poder transmitir un mensaje de esperanza y valor en la fuerza que esconde la relación terapéutica de una persona en tiempo de enfermar y sus cuidadores. La importancia en la comunicación y escucha, en la capacidad de generar sentido y comprensión que esconden las catástrofes vitales, la belleza oculta tras lo aparentemente desagradable o indeseado.

El ruido de nuestra sociedad de mercado y de la maquinaria tecnológica hacen difícil que surja el silencio y el espacio vacío que permita la emergencia de ese esplendor. Pero no es imposible. Por eso espoleo la montura hacia territorios de encuentro, naturaleza, creatividad y arte, en los que encontrar pastos que permitan cabalgar por los áridos desiertos de los que penando llegan a consulta.

Y soy testigo de que quedan bosques, arroyos y vida abundante. Incluso dentro de nosotros. ¿Seré capaz de trasmitirlo?




Mira los mundos
Todos irradian luz
Y también sombra.



martes, 17 de septiembre de 2019

Campo de luz






Belleza, más belleza por favor. 

Cuando los fármacos no son suficiente. 
Cuando no encuentro alivio.
Cuando la vida pesa.

Cuando las emociones se clavan como garfios.


Un poco de silencio.

Y algo más de belleza, por favor. 




Si esta semana pasan por Valladolid podrán disfrutar de una hermosa muestra de pintura paisajista de uno de mis pintores favoritos, Pablo Giménez, en la sala de exposiciones del Teatro Zorrilla, en la plaza Mayor. Y si me permito recomendarlo es porque su visión tiene toda mi confianza. Siguiendo la estela de otros muchos creadores, Pablo sale al campo con su caballete y pinta al natural, captando la luz, color y textura del momento. El resultado es bello, porque la naturaleza siempre tiene algo que decirnos y lo hace con un lenguaje que incluso los niños entienden. Tener la habilidad de transmitirlo no es fácil pero si contemplan estos cuadros seguramente les llegue ese mensaje.

Como médico mi obligación es ayudar a las personas en tiempo de enfermedad o crisis vital a navegar en la tormenta. Por eso prescribo belleza tanto dentro como fuera de la consulta. Es un ingrediente que siempre ayuda a sobrellevar tanto la salud como su ausencia. 

Si no pueden acudir visiten su página web. En la pantalla no es lo mismo pero se podrán hacer una idea. 






lunes, 16 de septiembre de 2019

Fuego en el cuerpo. Doc on fire. 醫生著火了










Conozco a Enrique Gavilán desde hace más de diez años, allá por los comienzos de lo que fue la era dorada de la blogosfera sanitaria. Por aquel entonces tenía un blog en el que desgranaba sus inquietudes, su amor por la medicina y un excelente rigor científico con una pizca de tenacidad fruto de su excelente formación académica y metodológica. En seguida lo adopté como referente y tuve el privilegio de haber compartido alguna jornada en mi jardín preparando el proyecto AP 12 causas, que fue uno de los muchos que pudimos hacer en aquella época.

Desde la distancia he sabido algo de sus dificultades pero no imaginaba que su calvario había sido tan profundo. Lo comparte en su libro donde abre sus carnes con una virtuosa narrativa desde la que nos ofrece su padecimiento, muerte y resurrección profesional con una prosa que raya la maestría. Es un texto excelente que no tengo más remedio que recomendar a toda persona que tenga curiosidad de aprender de qué va eso tan de moda que llaman resiliencia, la capacidad de levantarse cuando las olas de la vida nos revuelcan y nos hacen tragar agua.

En consulta atiendo todas las semanas situaciones de crisis vital, muchas de ella de causa laboral. El burnout, el acoso y el maltrato profesional están a la orden del día. Pero ¿qué pasa cuando es el propio profesional sanitario el que está quemado? Si leen el libro encontrarán una respuesta bien traída de un peso pesado de la profesión que pone de relieve que cuando vienen mal dadas, toda el conocimiento y erudición del mundo sirven de poco.

Si tienen la oportunidad de asistir a alguna de las presentaciones seguro que les resultará interesante conocer al autor de primera mano y escuchar su mensaje. Si la sociedad maltrata a sus profesionales más abnegados estaremos haciendo mal algo importante, quien hiere la mano que le cuida no la hallará cuando la necesite.






Doc on fire

I met Enrique Gavilán ten years ago, in the early days of what was the golden age of the spanish health blogosphere. At that time he had a blog in which he described his concerns, his love for medicine and an excellent scientific rigour with a pinch of tenacity as a result of his excellent academic and methodological training. I immediately adopted him as a reference and had the privilege of having shared a day in my garden preparing the AP 12 causes project, which was one of the many we were able to do at that time.


From a distance I knew something of his difficulties but I did not imagine that his ordeal had been so profound. He shares it in his book where he opens his flesh with a virtuous narrative from which he offers us his suffering, death and professional resurrection with a prose that borders on mastery. It is an excellent text that I have no choice but to recommend to any person who is curious to learn what is resilience, the ability to get up when the waves of life roll us and make us swallow water.


In consultation I attend every week situations of vital crisis, many of them of labor cause. Burnout, harassment and professional mistreatment are usual. But what happens when the health professional himself is burned? If you read the book you will find a well-earned answer from a heavyweight of the profession who emphasizes that when live cards are bad, all the knowledge and erudition in the world is of little use.



If you have the opportunity to attend one of the book presentations you will surely find it interesting to meet the author firsthand and listen to his message. If society mistreats its most selfless professionals we will be doing something important wrong, whoever hurts the hand that cares for him will not find it when he needs it.

I met Enrique Gavilán ten years ago, in the early days of what was the golden age of the spanish health blogosphere. At that time he had a blog in which he described his concerns, his love for medicine and an excellent scientific rigour with a pinch of tenacity as a result of his excellent academic and methodological training. I immediately adopted him as a reference and had the privilege of having shared a day in my garden preparing the AP 12 causes project, which was one of the many we were able to do at that time.


From a distance I knew something of his difficulties but I did not imagine that his ordeal had been so profound. He shares it in his book where he opens his flesh with a virtuous narrative from which he offers us his suffering, death and professional resurrection with a prose that borders on mastery. It is an excellent text that I have no choice but to recommend to any person who is curious to learn what is resilience, the ability to get up when the waves of life roll us and make us swallow water.


In consultation I attend every week situations of vital crisis, many of them of labor cause. Burnout, harassment and professional mistreatment are usual. But what happens when the health professional himself is burned? If you read the book you will find a well-earned answer from a heavyweight of the profession who emphasizes that when live cards are bad, all the knowledge and erudition in the world is of little use.



If you have the opportunity to attend one of the book presentations you will surely find it interesting to meet the author firsthand and listen to his message. If society mistreats its most selfless professionals we will be doing something important wrong, whoever hurts the hand that cares for him will not find it when he needs it.







醫生著火了



十年前,我在西班牙健康博客圈的黃金時代初期遇到了EnriqueGavilán。當時他有一個博客,在博客中,他通過出色的學術和方法訓練描述了他的關注點,他對醫學的熱愛以及極其堅韌的科學嚴謹。我立刻採納了他作為參考,並有幸在我的花園里共享了一天準備AP 12原因項目,這是我們當時能做的眾多項目之一。



從遠處我就知道他的困難,但我沒想到他的磨難如此深刻。他在他的書中分享了這一點,他以善意的敘述開啟了他的肉體,他通過這種敘事向我們提供了他的痛苦,死亡和專業復活,並附有一些與掌握有關的散文。這是一篇優秀的文字,我別無選擇,只能向任何想要了解什麼是彈性的人推薦,當生命浪潮滾滾而來讓我們吞下水時,能夠起床。



在協商中,我每週都會參加重要危機的情況,其中許多是勞動事業。職業倦怠,騷擾和職業虐待是常見的。但是當衛生專業人員被燒傷時會發生什麼?如果你讀這本書,你會發現一位來自專業人士的重要答案,他們強調,當現場卡片不好時,世界上所有的知識和博學都沒什麼用處。



如果您有機會參加其中一本書的演示文稿,您肯定會發現第一手見到作者並聽取他的信息很有趣。如果社會虐待其最無私的專業人士,我們就會做出一些重要的錯誤,無論誰傷害到關心他的手,在他需要時都找不到。

自動翻譯,對不起錯誤。







viernes, 13 de septiembre de 2019

Una residente en consulta






Durante el mes de septiembre tengo el privilegio de recibir la visita de una residente de tercer año en rotación rural. Una profesional joven con gran motivación y un excelente fondo de la que estoy seguro llegará a ser una médica de referencia para muchos. En teoría viene a aprender de qué va esto de la medicina rural pero en la práctica no es más que una excusa para flexibilizar los oxidados tornillos de este médico de pueblo que escribe reflexiones para ustedes desde el cuaderno público que es un blog. 

En la primera semana nos hemos enfrentado a situaciones de alta complejidad clínica, psicológica, social y espiritual. Dos pacientes en situación de cuidados paliativos han fallecido, uno tras una agonía corta de 72 horas, otro tras varios meses. Reconozco que he llegado a casa hecho fosfatina varios días y que ha habido casos que han exigido una gran dosis de energía por nuestra parte. 

La formación de un profesional sanitario no acaba nunca. Me doy cuenta cuando unos ojos son testigos de mis limitaciones y de alguna manera, casi siempre no verbal, me lo hacen evidente. Técnicamente tengo muchos defectos, no sigo gran cantidad de protocolos ni indicadores de cartera de servicios, intento priorizar mirar a la cara del paciente más que al ordenador y no doy la talla con frecuencia a la hora de satisfacer las expectativas de los que me consultan. Pese a todo me siento privilegiado por ejercer la profesión que he elegido de una manera bastante libre y con unos resultados aparentemente aceptables. 

Tengo tres semanas de rotación supervisada por delante en las que espero seguir aprendiendo. Como soy zorro viejo en la profesión sé de buena tinta que hay mucho que aprender de los que me rodean sean administrativas, auxiliares, enfermeras, trabajadoras sociales, estudiantes y demás profesionales amen de los pacientes. Recuerdo hoy en especial a Angelita, la responsable de limpieza del centro de salud Villalba pueblo de la que tanto aprendí, entre otras cosas a mantener la sonrisa y el buen ánimo caiga quien caiga. 

Cuenten con que compartiré desde esta tribuna lo aprendido.







(Si eres residente y estuvieras interesado en una rotación rural en mi consulta no dudes en contactar conmigo, en un mes garantizo buenas oportunidades de aprendizaje.)

martes, 10 de septiembre de 2019

Más dura será la caída. The harder the fall. 跌倒越難。






Cuando alguien llega a lo más alto nunca imagina lo pronto que comenzará a descender. Si lo hace en un país con honda tradición de ingratitud y envidia como el nuestro más dura será la caída. De nada servirá haber conseguido esa marca deportiva, medalla, premio, invención o gesta, al poco surgirán multitudes que gritarán impostura. 

Por eso cuando leo ciertos orbituarios en los medios de comunicación no puedo sino compadecerme de lo mucho que habrá sufrido el finado. Historias de desencuentro, reinvención fallida, soledad, incomprensión… en muchos casos enfermedad o adicciones y una larga lista de penurias. 

Tenemos pues la paradoja de una sociedad que en apariencia ensalza a sus héroes por un día y por otro los deja estrellarse en el olvido la semana siguiente. Una juventud engañada a la que se pone de zanahoria una pléyade de ídolos efímeros que son permanentemente sustituidos para mantener la cota de atención mediática. 

La perversión mediática de la sociedad del espectáculo produce sufrimiento tanto en aquellas mayorías que no llegarán nunca a acercarse a la cumbre como en las minorías que lo consiguen y luego se estrellan. 

Si lo pensamos bien todo se suele reducir a una cuestión de valores. Seguramente nos vendría bien preguntarnos qué valoramos más y si vivimos en coherencia con ello. De los ángeles caídos aprendo lo importante que es volver continuamente a esta pregunta y recordar que más importante que triunfar ante el mundo quizá lo sea hacerlo para uno mismo. 


The harder the fall. 



When someone reaches the top he never imagines how soon he will begin to descend. If you do it in a country with a deep tradition of ingratitude and envy as Spain we can say: hardest will be the fall. It will be of no use to have achieved that sports brand, medal, prize, invention or deed, soon crowds will arise that will shout: crucify him. 

That is why when I read certain obituarys in the media I can only feel sorry for how much the deceased has suffered. Stories of misunderstanding, failed reinvention, loneliness, incomprehension... in many cases illness or addictions and a long list of hardships. 

So we have the paradox of a society that apparently praises its heroes for one day and then lets them crash into oblivion the following week. A deceived youth following a pleiade of ephemeral idols that are permanently substituted to maintain the level of media attention. 

The media perversion of the society of the spectacle produces suffering in those majorities that will never get closer to the summit and in the minorities that achieve it and then crash. 

If we think about it well, everything is usually reduced to a question of values. Surely it would be good for us to ask ourselves what we value most and whether we live in coherence with it. From the fallen angels I learn how important it is to continually return to this question and remember that more important than triumphing over the world is perhaps to do it for oneself. 





   跌倒越難

當有人到達頂峰時,他從未想像他會多久開始下降。如果你在一個有著忘恩負義和嫉妒的傳統的國家這樣做,我們可以說:最難的是墮落。獲得體育品牌,獎牌,獎品,發明或契約是沒有用的,很快就會出現會喊叫的人群:將他釘在十字架上

這就是為什麼當我在媒體上閱讀某些時,我只能為死者遭受多少苦難感到遺憾。誤解的故事,失敗的重塑,孤獨,不理解......在許多情況下疾病或成癮和一長串的艱辛

因此,我們有一個社會的矛盾,顯然有一天讚美其英雄,然後讓他們在接下來的一周崩潰。一個被欺騙的青年追隨一個短暫的偶像,永久取代,以保持媒體關注的水平

媒體對景觀社會的歪曲在那些永遠不會接近峰會的少數民族和實現它然後崩潰的少數民族中產生痛苦

如果我們考慮得好,一切都會被簡化為價值問題。當然,對我們來說,問問自己最重要的是什麼以及我們是否與之保持一致對我們有好處。從墮落的天使中我了解到不斷回到這個問題是多麼重要,並且記住,勝過世界更重要的可能就是為自己做這件事


自動翻譯,對不起錯誤。







lunes, 9 de septiembre de 2019

La medicina de familia del presente. Una de las mejores visiones que conozco.




Para llegar a ser médico hace falta una sólida formación, abundante conocimiento y sobre todo buenos referentes. He de reconocer que he sido afortunado por conocer excelentes profesionales y personas dentro y fuera del mundo sanitario que me han enseñado, acompañado e inspirado. 

Consideró positivo reconocer el mérito de aquellos que nos han facilitado la vida con su ingenio permitiendo cosas como la cirugía ocular o los antibióticos. Pero también merece la pena detenerse a valorar la contribución de los que cerca nuestro facilitan el avance de las cosas y nos las hacen más sencillas. 

Hoy me gustaría agradecer de nuevo a Mercedes Pérez-Fernández y a Juan Gérvas por su constancia, lucidez y tenacidad. Nos han regalado incontables artículos científicos y reflexivos, clases, presentaciones, libros… Nos han regalado el tesoro de los Seminarios de Innovación, un modelo de jornada científica multidisciplinar sin parangón en el mundo. Y nos acaban de regalar un texto que sin duda se convertirá en seminal para muchas generaciones de profesionales sanitarios. Un escrito que contiene una lección a residentes en Quito en agosto de este año y cuya lectura recomiendo fervientemente a todos los lectores de este blog.

Si yo fuera estudiante de medicina agradecería toparme con él, si fuera médico residente mucho más y he de decir que siendo médico senior me ha reconfortado y convencido de lo mucho que me queda por aprender y de la fortuna de poder desempeñar una de las labores más increíbles que existen: ayudar a otros. Esa función me hermana a otras muchas personas que desde su profesión o fuera de ella lo hacen cada día. 

La visión de Mercedes y Juan nace de una dilatada experiencia en las ciencias de la salud y en la vida. De una talla de humanidad mucho mayor que la que se consigue con la mera erudición. Además del respeto que les debo por ser mentores añado el agradecimiento por sentirlos amigos. Desde este humilde portal les mando un sentido abrazo.


El acceso al texto es gratuito desde el blog de los autores.

lunes, 12 de agosto de 2019

Mediterráneo africano




Por mi consulta de Miraflores de la Sierra pasan todas las semanas varios chavales africanos recién llegados. Consultan sus cuestiones de salud y luego siguen camino a Francia u otros lugares. De alguna forma comparten conmigo sus viajes, penas y anhelos que descubro en sus miradas, silencios y sonrisas. 

Los medios de comunicación nos saturan con noticias de pateras y barcos llenos de inmigrantes que nadie parece querer acoger, lo que provoca la indignación de unos y las protestas de otros en una interesada argucia para dividir a la gente. El problema de fondo no es si dejar pasar o no a los que se echan a la mar sino la situación de enorme injusticia y violencia que obliga a muchos a huir lejos para buscar un mundo mejor. 

Doy la palabra hoy a Juanjo Aguirre, misionero en República Centroafricana desde hace décadas. Tengo la suerte de conocerle personalmente y de seguir sus desvelos que comparte por carta de vez en cuando. Lo que él dice no lo verán en televisión ni lo encontrarán fácilmente en los medios. Es el testimonio de un valiente que representa a otros tantos que llevan mucho tiempo apuntalando un mundo que parece caerse a pedazos. 

Léanlo y mediten luego en sus problemas cotidianos para tratar de ponerlos en perspectiva. Léanlo y den luego gracias por que tengamos agua potable en el grifo y la posibilidad de salir a la calle sin que le vuelen a uno la cabeza. Léanlo y descubran que el mundo es mucho más grande de lo que habitualmente pensamos. 







Centroáfrica, pan y paz



Oigo en la radio que el número de pobres en el mundo ha aumentado a 820 millones, más de 250 sólo en el continente africano. En Bangassou están llegando niños con el pelo seco como la estopa, las mejillas caídas y un poco de encefalopatía. Eso es que está gravemente desnutrido. Enfermedad de Kwashiorkor. Huyen de la guerra. Centroáfrica está en el vagón de cola de la pobreza y niños como éste llegan cada día a la maternidad a por leche Hero que nos mandan desde Córdoba. Alguien de la Fao, con un cochazo impresionante y un salario no menos alucinante, vino a Bangassou en febrero a decirnos que las cosas irían a peor. Para nosotros es como hacer un agujero en el agua! Más guerra e inseguridad, más hambre. Creo que la pobreza, el islam radical y el calentamiento global son los mayores problemas que tiene nuestro planeta hoy, son la espada de Damocles sobre nuestras cabezas en un próximo futuro. Hemos distribuido garbanzos y pasta de León, máquinas de coser, medicinas y materiales varios que non llegaron hace un año en un contenedor. Todo se quedó bloqueado en Bangui a causa de la guerra. Lo hemos traído con camiones, poco a poco, pagando barreras y soportando robos y raterías. Para los desnutridos un potaje de garbanzos del Bierzo y arroz Largo con champiñones sabe a gloria.
Mientras, Centroáfrica se llena de extranjeros atroces que llevan y trafican con armas, que matan antes de preguntar (mercenarios), o de extranjeros que extraen minerales y contaminan los ríos (empresas multinacionales chinas, rusas, etc.), y otros que trabajan en ongs humanitarias o en organismos de la ONU (son miles, con miles de Toyotas Prado recorriendo toda la geografía del país). Sin embargo la gente sencilla sigue nadando contracorriente, luchando contra la pobreza en estado puro, pagando los platos rotos que ellos no han destrozado. Todos nuestros problemas los empezaron un grupo de fanáticos musulmanes llamados los Seleka que nos destrozaron la vida hace 4 años, cayendo desde arriba como desde un paracaídas, la mayoría extranjeros que pusieron el país patas arriba.

 Los sacerdotes de la diócesis de Bangassou y la mitad de las monjas seguimos aquí, al pie del cañón. Algunos enfrente del seminario ocupado por 1500 musulmanes moderados, que nos lo están destrozando. Sabíamos que iba a ser así y qué precio habríamos de pagar por acogerlos con amor en aquellos horribles días en donde la muerte rondaba sus cabezas. Otros sacerdotes, de dos en dos, en el este de la diócesis (Zemio, Mboki y Obo), viven en zona de alto riesgo rodeados de mercenarios sin escrúpulos, cortadores de cabezas, que solo buscan sacar dinero abusando de la población inerte. Su sed de riqueza es inagotable. En lo que va de año, 47 personas han sido asesinadas en Obo o en sus alrededores y en Bangui se hacen oídos sordos. La semana pasada en Zemio un comerciante se negó a dar a una patrulla de Nigerianos (del Níger) una suma alrededor de 350 euros, lo molieron a palos a sabiendas que los soldados de la Minusca (Naciones Unidas) estaban un poco más arriba. Su cuerpo lo encontraron al día siguiente con 6 balas en el cuerpo, como 6 fogonazos de impunidad en un país donde se gastan decenas de miles de euros en salarios de profesionales de la Onu que dicen estar luchando contra los abusos de los derechos humanos. La mayoría cobra sin hacer ni el huevo. Toda la población de Mboki vive en una cárcel a cielo abierto sin que a nadie le preocupe lo más mínimo. Mientras, los misioneros, los curas y las monjas luchamos para que la gente no se desespere en las comunidades, rezamos juntos, tenemos abiertas las escuelas, pintamos de azul lo que parece negro, esperamos en un futuro sin señores de la guerra, sin mercenarios asesinos, sin miedos a la hora de ir a las plantaciones, con escuelas abiertas y mercado libre. Doble ración de esperanza a la cruda realidad.
En Bangui, la capital, miles de profesionales de ongs y militares ONU dicen que todo va mejor después de que el gobierno firmó acuerdos de paz el mes de febrero 2019 con 14 señores de la guerra en Jartum (Sudán). Los soldados de la ONU han tenido sus aciertos en seguridad pero han naufragado en materia social, aunque estén ya distribuidos por todo el país, porque viven como tortugas dentro de su propio caparazón. La gente les tiene mucha antipatía. De los “humanitarios”, casi ninguno sabe lo que pasa en

 el este del país (sus coches tienen prohibido pasar del km 12), son pocos los que se han pateado un campo de refugiados, lonas grises con olor de letrina y hambre atrasada, los que han tocado en mano el sufrimiento de 600.000 desplazados fuera de sus hogares, el llanto de los niños o de la brutalidad de los que deberían protegerlos. En Bangui hay un hotel de 5 estrellas, construido por Gadafi cuando esperaba vivir muchos años más y que Centroáfrica construyera una inmensa mezquita en el centro de la ciudad. El hotel surgió pero la mezquita naufragó. Ahora este hotel es el hogar casi permanente de cientos de humanitarios (de directores adjuntos para arriba), que llenan su piscina a partir del mediodía, que van de vacaciones cada dos meses (en sus contratos pone que para “destresar”) y reciben salarios inimaginables en Centroáfrica, más primas de riesgo, de lejanía, de “per diem”, de aire acondicionado o de 20 gaitas más... El foso que existe entre ellos y la gente del pueblo es abrumador. El gobierno casi no existe y todo el poder está en manos de la Onu, de países como Rusia, la China, EEUU, la unión africana, el real consulado de Lituania o qué se yo!
Cientos de ongs ganan suculentos mercados provenientes de países donadores (Suecia, Noruega, Canadá o Australia entre otros), pero la ayuda llega a la gente de forma fragmentada y desigual, y fuertemente disminuida por la propia logística interna. Casi ninguna Ong que ha ganado el mercado distribuye nada. Subcontrata a otras ongs más pequeñas para el trabajo tierra tierra y lo hacen por dinero, con total falta de empatía por la gente. Miro a los niños del orfanato de Bangassou, al bebé de dos meses que nos acaban de traer y me pregunto cómo están ellos viviendo esta guerra, que en Bangui dicen que ya no lo es. Esas criaturas quieren comer cada día y lo seguiremos haciendo aunque en Bangui hayan aceptado la imposición de meter con sacacorchos a 4 de los señores de la guerra, criminales todos, no centroafricanos, para hacer parte del gobierno actual y cobrar por ello. Creo que es el único país en el mundo donde 4 extranjeros forman parte del gobierno. Los niños de los 4 campos de desplazados que hay en Bangassou, los ancianos de la casa de la Esperanza, que ahora están “entre algodones” con una cooperante cordobesa que los cuida desde hace dos meses, o las madres sin

 trabajo que vienen a la costura con sus niños colgando del pecho, ya no quieren saber si el ministro es chadiano o de la región vecina. Ellos quieren pan y paz. Y esto, ni los soldados de la Onu, ni las ongs ni los organismos internacionales llegan a dárselo, o les llega gota a gota. Cómo saldremos de ésta? Porque salir, saldremos!. Los extranjeros solo miran y se enriquecen. Muchos saben que hay que prolongar este “status quo” porqué sin hacer casi nada, les trae más pasta gansa a sus bolsillos. A algunos no les interesa que termine este conflicto. Un batallón de pakistaníes llegados hace un año para arreglar carreteras con todas las máquinas necesarias a su servicio, se acaba de volver a su casa sin haber hecho casi nada, por miedo a salir del campamento. Salarios y primas, pasta gansa y faroles a la mar... es impresentable!
Hace una semana sacaron un niño Peulh de 3 años de un pozo. Muerto! Los Peulh son itinerantes sectarios musulmanes, perseguidos por todos. Será difícil que, armados hasta los dientes como se mueven, sigan pasando fronteras en su continua rueda la rueda de la itinerancia. Unos pocos han encontrado refugio en el seminario de Bangassou, santuario de la colonia de musulmanes de Bangassou desde hace más de dos años. Considerados parias por los otros musulmanes, no rezan juntos, no comen juntos, están al margen. Aunque tienen una cultura propia y están enormemente acostumbrados a tribulaciones, matanzas y a defenderse para sobrevivir, su existencia es cada vez más precaria en Centroáfrica. En el este de la diócesis de Bangassou, a donde se están desplazando con la ayuda de señores de la guerra del Malí y el Níger, pueden ser ya de 10 a 15.000 personas, sobre todo mujeres y niños, en una población regional de unas 30.000 personas. Los hay que hablan el sango, lengua nacional de Centroáfrica, los hay que vienen del extranjero, del Níger, del Sudan o del Chad. De la etnia Fullani que tanto revuelo causa al norte del Sahel.
El niño Peulh desaparecido unos días antes, ha aparecido en un pozo, no lejos del seminario, decapitado e emasculado. Alguien quería demostrar que el seminario no es un lugar seguro y se ensañaron con el niño, lo trituraron con saña y lo convirtieron en chivo expiatorio. Los padres no dijeron nada, ni respiraron por no molestar y la memoria de este crío de 3 años pasó sin pena ni

 gloria por este mundo apenas destetado por su madre, como hacen ellos. Las cosas van mal, pero no se puede decir para que la ONU no se moleste. Eso, pintar de azul, lo que es más negro que el carbón.


Mons Juan José Aguirre, Bangassou 15 julio 2019

jueves, 8 de agosto de 2019

Medicina espiritual Spiritual medicine 精神醫學



 "La crisis que estamos atravesando, el colapso del mundo natural que hemos creado, así como de la cultura en la que hemos vivido el último siglo no es otra cosa que una crisis espiritual. Somos la única civilización de la historia que no gira en torno a algo sagrado. No tenemos religión, en el sentido amplio del término ni noción de algo superior a nosotros. No hay nada ante lo que arrodillarnos, nada que nos inspire humildad. Ni dioses ni diosas ni naturaleza divina. No reconocemos esos términos. Pensamos que están anticuados y vacíos. Evolucionar más allá de la religión es parte de nuestro mito del progreso. Vemos lo sagrado como algo primitivo. Yo no creo que sea así y me ha costado mucho darme cuenta de que no creer en algo superior nos ha convertido en destructores. Nos hemos puesto en el centro del mundo. Nos hemos convertido en un cáncer para el planeta. Y mi conclusión para todo esto, o quizá no sé si llamarla conclusión, sino más bien un paso más en el camino, es la siguiente: si queremos que nuestra cultura —o como la queramos llamar— tenga futuro, vamos a tener que darle a la naturaleza el estatus de sagrada. Tendremos que dar un paso atrás o adelante hacia la búsqueda de una sociedad animista con dioses para todas las cosas: dioses del mar, de las piedras, del viento, etc. Si no somos capaces reconocer que formamos parte de una red vital y solo vemos las cosas como recursos, estamos perdidos.
Somos animales, somos idénticos a las personas que pintaron las pinturas rupestres hace 30.000 años. A nivel biológico, apenas hemos cambiado. Seguimos siendo criaturas salvajes, que no han sido domesticadas. No ponemos por encima la capa de la civilización, pero eso se puede rasgar muy fácilmente".




La medicina actual es una disciplina científica altamente técnica. Eso ha dejado de lado su dimensión histórica espiritual y ha hecho que su versión humanista se resienta. Los profesionales de la salud han devenido en técnicos y científicos al igual que el ejercicio de la medicina y demás disciplinas del ramo. 
Tras muchos siglos de historia ahora podemos decir que la medicina moderna es no espiritual, con todas las ventajas que esto pueda tener. La pregunta que me hago es si habremos perdido algo importante en el camino. 

Al acompañar procesos de enfermedad crónica, grave o estados finales de la vida me encuentro con la frustración de los pacientes ante un sistema sanitario que es incapaz de salvarles. ¿Esto era todo? ¿no se puede hacer más? 

No resulta sencillo explicar que la decrepitud y la muerte son parte intrínseca de la vida y que la medicina en las etapas finales puede paliar síntomas pero no aportar serenidad ni esperanza por si misma. 

Cuando las familias han perdido su herencia de creencias, esperanzas o aspiraciones espirituales y para muchos es implanteable hablar con un clérigo poco puede aportar el profesional sanitario salvo el reconocimiento de la importancia de vivir cada día con la máxima dignidad posible. Lo más valioso en muchos casos es la mera presencia, visitar en su domicilio al paciente y su familia, hacerle ver que sigue siendo cuidado y tenido en cuenta. Aportar silencio o conversación según el paciente necesite. Y descansar en la intención de que el sufrimiento de este sea el mínimo posible. 

Este planteamiento es muy difícil para profesionales entrenados para la acción que toleran mal la impotencia y el no-hacer. Lo habitual es ofrecer conductas de retirada bajo el pensamiento "no es asunto mio" o "esto excede mi competencia". El contexto de sobrecarga permanente que ofrecen las instituciones sanitarias hace habitualmente el resto y la familia se encuentra en muchas ocasiones sola y desbordada. El futuro cercano no parece halagüeño con el envejecimiento poblacional que se avecina, familias cada vez más pequeñas o ausentes y paradigmas predominantes de creencias laicas con poca dimensión espiritual. 

¿Es necesario rescatar la dimensión espiritual de la asistencia y cuidados sanitarios? La controversia está servida. Parece que avanzamos hacia una medicina hipertecnológica de cuento de hadas, como dice Juan Gérvas, capaz de todo tipo de proezas. Quizá estemos construyendo un gigante con pies de barro. ¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo si pierde el alma? ¿de qué nos sirven todos los adelantos si al final no encontramos serenidad, sentido o esperanza ante la enfermedad terminal, la decrepitud y la muerte?





Spiritual Medicine

 "The crisis that we are going through, the collapse of the natural world that we have created, as well as the culture in which we have lived in the last century is nothing but a spiritual crisis. We are the only civilization in history that does not revolve around something sacred. We have no religion, in the broad sense of the term, no notion of anything superior to us. There is nothing to kneel before, nothing to inspire humility. Neither gods nor goddesses nor divine nature. We do not recognize those terms. We think they are old-fashioned and empty. Evolving beyond religion is part of our myth of progress. We see the sacred as primitive. I don't think so, and it's been hard for me to realize that not believing in something higher has made us destroyers. We have placed ourselves at the center of the world. We have become a cancer for the planet. And my conclusion for all this, or perhaps I don't know whether to call it a conclusion, but rather a step along the way, is this: if we want our culture - or whatever we want to call it - to have a future, we are going to have to give nature the status of sacred. We will have to take a step back or forward towards the search for an animistic society with gods for all things: gods of the sea, of stones, of the wind, etc. We will have to take a step back or forward towards the search for an animistic society with gods for all things: gods of the sea, of stones, of the wind, etc. If we are not able to recognize that we are part of a vital network and only see things as resources, we are lost.

We are animals, we are identical to the people who painted the cave paintings 30,000 years ago. On a biological level, we have hardly changed. We are still wild creatures, which have not been domesticated. We don't put over the layer of civilization, but that can be torn very easily".

Paul Kingsnorth



Modern medicine is a highly technical scientific discipline. That has set aside its historical spiritual dimension and made its humanist version suffer. Health professionals have become technicians and scientists as well as practicing medicine and other disciplines in the field. 

After many centuries of history we can now say that modern medicine is non-spiritual, with all the advantages that this may have. The question I ask myself is whether we will have lost something important along the way. 


When accompanying processes of chronic illness, serious illness or the final stages of life, I find myself with the frustration of patients before a health system that is incapable of saving them. Was that all? Could we not do more? 


It is not easy to explain that decrepitude and death are an intrinsic part of life and that medicine in the final stages can alleviate symptoms but not bring serenity or hope on its own. 


When families have lost their inheritance of beliefs, hopes or spiritual aspirations and for many it is implantable to speak with a priest, little can be done by the health professional except the recognition of the importance of living each day with the maximum possible dignity. The most valuable thing in many cases is just to be  presence, to visit the patient and his family at home, to make them see that they are still being cared for and taken into account. Provide silence or conversation as the patient needs. And to rest in the desire of  the minimum possible suffering for them. 


This approach is very difficult for professionals trained for action that badly tolerate impotence and nondoing. It is customary to offer retreat behaviors under the thought "it's none of my business" or "it exceeds my competence". The context of permanent overload offered by health institutions usually does the rest and the family is often alone and overwhelmed. The near future does not seem promising with the aging of the population, smaller or absent families and predominant paradigms of secular beliefs with little spiritual dimension. 



Is it necessary to rescue the spiritual dimension of health care? Controversy is served. It seems that we are moving towards a hypertechnological fairy-tale medicine, as Juan Gérvas says, capable of all kinds of prowess. Maybe we are building a giant with feet of mud. What good is it for man to win the world if he loses his soul? What good are all the advances if in the end we do not find serenity, meaning or hope in the face of terminal illness, decrepitude and death?




Retrato de Paul Kingsnorth



精神醫學


“我們正在經歷的危機,我們創造的自然世界的崩潰,以及我們在上個世紀所生活的文化,只不過是一場精神危機。我們是歷史上唯一的文明在廣義的意義上,我們沒有任何宗教信仰,沒有任何優於我們的概念。沒有任何東西可以跪下來,沒有什麼可以激發謙卑。既不是神,也不是女神,也不是神聖的本性。認識到這些術語我們認為它們是老式的,空洞的。超越宗教的進化是我們進步神話的一部分我不這麼認為,而且我很難意識到不相信更高的東西使我們成為驅逐艦。我們把自己置於世界的中心。我們已成為地球的癌症。我對這一切的結論,或者我不知道是否稱之為結論,相當一步,是這樣的:如果我們想要我們的文化 - 或者我們想稱之為 - 擁有未來,我們將不得不賦予大自然神聖的地位。我們將不得不退後一步,尋找一個萬物萬物的社會主義社會:海神,石頭,風等。我們將不得不退後一步,尋找一個萬物萬物的社會主義社會:海神,石頭,風等。如果我們無法認識到我們是一個重要網絡的一部分,只把事物視為資源,那麼我們就會迷失方向。 我們是動物,我們與3萬年前繪製洞穴壁畫的人完全相同。在生物學層面上,我們幾乎沒有改變。我們仍然是野生動物,尚未被馴化。我們不會放棄文明層面,但這很容易被撕裂。“ 保羅金斯諾斯


現代醫學是一門技術性很強的科學學科。這已經拋棄了它的歷史精神層面,並使其人文主義版本受到損害。衛生專業人員已成為該領域的技術人員和科學家以及醫學和其他學科。

經過許多世紀的歷史,我們現在可以說現代醫學是非精神的,具有這可能具有的所有優點。我問自己的問題是,我們是否會在此過程中失去一些重要的東西。

當伴隨著慢性疾病,嚴重疾病或生命的最後階段的過程時,我發現自己在患者無法挽救他們之前感到沮喪。那就是全部嗎?我們可以不做更多嗎?

要解釋衰老和死亡是生命的內在組成部分並不容易解釋,最後階段的藥物可以緩解症狀,但不會帶來寧靜或希望。

當家庭失去了對信仰,希望或精神願望的遺傳,並且對於許多人而言,它可以與牧師交談,除了認識到每天以最大可能的尊嚴生活的重要性之外,健康專業人員幾乎無法做到。在許多情況下,最有價值的事情就是在場,在家中探望病人及其家人,讓他們看到他們仍然得到照顧和考慮。根據患者的需要提供沉默或對話。並為他們盡可能減少痛苦的願望而休息。

這種方法對於受過嚴格耐受陽痿和非暴力行為的受過訓練的專業人員來說非常困難。習慣上提出的退卻行為是在“這不關我的事”或“它超出我的能力”的思想下進行的。衛生機構提供的永久性超負荷的背景通常是其他人和家庭經常獨自和不堪重負。不久的將來,人口老齡化,家庭規模較小或缺席以及世俗信仰的主導範式幾乎沒有精神層面的影響。


是否有必要拯救醫療保健的精神層面?提供爭議。正如JuanGérvas所說,我們似乎正在走向一種超技術的童話醫學,能夠提供各種實力。也許我們正在建造一個有泥腳的巨人。如果失去靈魂,人類贏得世界會有什麼好處呢?如果最終我們在面對絕症,衰老和死亡時沒有找到寧靜,意義或希望,那麼所有的進步有什麼用呢?


自動翻譯,對不起錯誤。