Con todo el cariño, no doy paseos, hago un trabajo y son muchas las familias que dependen de ello. Nadie prohíbe trabajar, es cuestión de responsabilidad, seguir los protocolos y precaucion no de prohibición
Soy fan de Jesús Calleja. No veo mucha televisión pero sé reconocer quién tiene un don para la comunicación y Jesús lo tiene. Me parece que su trabajo es estupendo y la línea de su programa muy apropiada: sacar a un personaje público de su contexto habitual para llevarle a otro muy distinto y hablar con él relajadamente desde esa nueva perspectiva. ¿A quién no le vendría bien que le invitaran a uno de esos paseos especiales? Como médico me paso el día hablando con gente con problemas, tengo claro que Jesús Calleja hace una labor parecida, conversa como si tal cosa mientras crea un espacio de confianza y tranquilidad en el que sus acompañantes pueden compartir sus ideas, inquietudes, emociones y anhelos. Los sanitarios tenemos mucho que aprender de él. Su alegría, espontaneidad y el buen rollo que proyecta se pueden resumir en una bella palabra castellana: amabilidad. He de reconocer que la prisa, el agobio y la sobrecarga nos convierte a muchos profesionales de la salud en individuos hoscos y malhumorados... hay que abrirse a personas como Calleja para darse cuenta de que es posible conversar de otra manera. Esta semana el equipo de Calleja ha rodado con Fernando Simón, al que considero un compañero de navegación con una difícil misión. No entraré en valoraciones, tan solo diré que en este país dar la cara es deporte de riesgo y a él le ha tocado hacerlo en complicadísimas circunstancias. Es normal que esté agotado y es normal (y aconsejable) que se haya escapado unos días con Calleja. Yo lo hubiera hecho en su lugar. Espero que hayan tenido una experiencia positiva y que los demás podamos aprender alguna pista de la misma. Lamento haber hecho una pequeña broma en Twitter que quizá no fue bien entendida, lo que es lógico en estos días de prisa y crispación general. Por mi parte animo a Jesús Calleja a que siga llevándose a la gente a esos sitios maravillosos para desarrollar su labor socrática... me podría postular voluntario o mandar una lista de candidatos pero no ha lugar, seguro no le faltan.
Y animo a los demás a tratar de escuchar y entender: afrontamos una situación mundial difícil que afecta de lleno nuestro entorno. Todos vamos a ser necesarios.
Porque la situación en los centros de salud de este país nunca ha estado tan mal...
Ayer tuve un ataque de pánico, abrir agenda y ver que tienes 140 pacientes, el teléfono sin parar de sonar.. Ya llevo dos tuits contándolo y borrandolos x los insultos, no podemos más. No se ni que decir.. No quiero volver. pic.twitter.com/6jqgPFNvnt
Imaginen por un momento que no hay enfermeras, ni médicos, ni sistema sanitario. Imaginen que tienen un problema de salud, elijan el que quieran. Imaginen lo lento que se les pasa el tiempo con ese flemón, cólico renal, dolor intenso o herida supurante, sabiendo que solo pueden esperar. No hay que irse muy lejos, nuestros bisabuelos tuvieron un acceso muy limitado a servicios sanitarios. Antes de ellos menos todavía. Se defendían con remedios caseros, algún medicamento básico y solo de forma excepcional podían acceder puntualmente a consultar con alguien. Muchos solo podían rezar. Y si no tenían a quien aguantar el sufrimiento lo mejor que podían. Hoy nos hemos olvidado de rezar, algo que ha quedado trasnochado cuando podemos solucionar casi cualquier problema tirando de tarjeta de crédito o comprando a distancia. Con respecto a la salud pasa lo mismo. La hemos convertido en un bien de consumo más siguiendo las reglas de la nueva religión de mercado que impera en este sistema de cosas. Pero a veces las cosas se tuercen y uno se pone malo de verdad o aparece una pandemia que satura el sistema sanitario. En esos momentos no es posible comprar la solución, por más dinero que tengamos no encontraremos la puerta de salida. Ahí tal vez podamos empezar a rezar. No es nada fácil en estos tiempos recordar que no somos el centro del universo, pero la naturaleza nos lo sigue mostrando a base de huracanes, incendios, terremotos y pandemias. Somos vulnerables, pura levedad. Los que trabajamos en lo sanitario bien lo sabemos, como todo el que haya pasado por algún camino de dolor o enfermedad importante. Reconocer que nuestra posición en el mundo es muy pequeña y que quizá haya otros referentes mayores que nosotros nos abre la puerta a analizar nuestras prioridades. ¿Es la oración un recurso sanitario? ¿puede ayudar al que sufre enfermedad o dificultad? Lo que parece cierto es que quizá necesitemos abrir la mente y reconocer que ante circunstancias extraordinarias es preciso conjugar verbos no habituales.
Pray. Imagine for a moment that there are no nurses, no doctors, no health system. Imagine that you have a health problem, choose the one you want. Imagine how slowly time passes with that boil, kidney colic, severe pain or oozing wound, knowing that you can only wait. You don't have to go far, our great-grandparents had very limited access to health services. Even less so before them. They defended themselves with home remedies, some basic medication and only exceptionally were they able to access someone with sanitary habilities. Many could only pray. And if they had no faith to endure the suffering as best they could. Today we have forgotten to pray, something that is outdated when we can solve almost any problem by pulling a credit card or buying on line. The same goes for health. We have turned it into another consumer good by following the rules of the new market religion that prevails in our time. But sometimes things go wrong and you get really sick or a pandemic comes along and overwhelms the health system. In those moments it is not possible to buy the solution, no matter how much money we have we will not find the way out. Then maybe we can start praying. It is not easy in these times to remember that we are not the centre of the universe, but nature continues to show us this through hurricanes, fires, earthquakes and pandemics. We are vulnerable, pure lightness. Those of us who work in the health field know this well, as does anyone who has gone through any major pain or illness. Recognising that our position in this world is very small and that there may be other references greater than ourselves opens the door to analysing our priorities. Is prayer a health resource? Can it help those who are suffering from illness or difficulty? What seems to be true is that we may need to open our minds and recognise that in extraordinary circumstances it is necessary to conjugate unusual verbs.
Muchos desvelos traen estos tiempos. Mucho quebranto.
La confusión genera una capa densa de ruido que se queda pegada a la piel como esa humedad de las ciudades de mar en verano. Una adherente pátina de gelatinosa desidia.
Y las pantallas vomitando fuego griego, ese fluido misterioso que ardía destrozando flotas sin que nada pudiera apagarlo.
¿Cómo llegar a ver? ¿Cómo alcanzar a oír la voz del ángel que desde las alturas nos indica?
El denso velo nos impide entender. Los sumos sacerdotes durante siglos remendaron el que cayó cuando crucificaron al viviente. Ya no es posible entrar a ese nivel de intimidad que Eva y Adán tenían a la caída de la tarde.
Pero tal vez haya una pequeña posibilidad si cada cual desvela sus heridas. Si entre todos mostramos esta nueva normalidad como lo que verdaderamente es: un robo monstruoso de derechos para aplastar sociedades enteras.
Los médicos de Madrid estamos saliendo a las 12 a la puerta de los centros como pequeño signo de protesta. Tal vez podamos además enseñar en un papel lo que pasa por dentro y ahora es invisible para tantas personas que necesitan atención y no pueden ni siquiera contactar por teléfono.
Desvelar es mostrar, demostrar y permitir que otros vean, entiendan y puedan pasar donde antes había velo y confusión.
Voy a intentar escribir algunos artículos centrándome en un verbo. Una manera como cualquier otra de intentar ponerme en movimiento, en búsqueda de acción. Y comienzo el viaje reconociendo que no veo.
Llevo meses sin ver claro. Ni evidencia científica, ni liderazgo, ni claridad. Mi capacitación profesional no sirve, es insuficiente en estos momentos para aportar a los demás el servicio que desean. La estructura en la que trabajo limita mis manos con burocracia y protocolos rígidos e ineficaces. Los pacientes a mi alrededor están confundidos y molestos al ver que la atención sanitaria que conocían ya no está. Mis compañeros gritan sobrecargados y angustiados. Yo grito también.
Salgo de la consulta buscando algo de luz. Camino lejos hasta la consejería de sanidad, hablo con ellos, no consigo claridad. Camino al ministerio de sanidad, me dejan entrar al descansillo pero no al salón, me voy frustrado. Miro en las redes sociales, solo encuentro más gritos.
Termino en el silencio, bueno más bien en una partitura con ayuda de Arvo Part. Y sigo reconociendo mi ignorancia. Hoy acudí al domicilio de una anciana enferma, llegué corriendo. Afortunadamente fue una falsa alarma. El piso era humilde, las paredes raídas, los muebles sencillos, el suelo no brillaba. Volví caminando despacio, desolado al darme cuenta de que la verdadera emergencia no es el coronavirus sino la miseria y esa sí que es imparable.
Pero no soy capaz de encontrar la narrativa. La manera de explicámelo y explicarlo a otros. Me di cuenta de que la palabra hundimiento no valía, batalla y barricada tampoco. Hace falta abrir más la mente y reconozco que no puedo. Soy igual de limitado y rígido que esos jefes que critico. Igual de impotente.
Por eso me tengo que callar. O escribir bajito algo de poesía o alguna reflexión pequeña como esta. Espero me comprendan y reconozcan conmigo que por muy negra que sea la noche al final suele llegar el alba.
Desde hace semanas mi consulta de medicina de familia está de servicios mínimos. ¿Qué significa eso?
Debido a la sobrecarga por procedimientos de salud pública, bajas laborales y cuestiones relacionadas con el coronavirus estamos saturados y no puedo prestar el servicio habitual. Dado que no hay suplentes para cubrir bajas ni permisos, ni ha habido ningún tipo de refuerzo extraordinario, solo puedo ofrecer un servicio mínimo de medicina familiar y comunitaria.
La previsión es que esto empeore en las próximas semanas.
1. Recuerde que el centro de salud siempre estará disponible las 24 horas para usted si se pone verdaderamente enfermo o sufre una emergencia sanitaria. En ese caso acuda presencialmente.
2. Si la molestia no es tan intensa aconsejamos que llame por teléfono. Una enfermera o una médica valorarán su caso.
3. Si necesita solventar una cuestión administrativa como recetas, bajas, informes... puede llamar por teléfono, dejar una nota en el área administrativa o mandarnos su petición por correo postal a la atención de su enfermera o médica de referencia.
Dada la situación de emergencia sanitaria las cuestiones administrativas pueden sufrir demora al ser necesario priorizar la atención de los enfermos.
Seguimos trabajando para usted, ahora más que nunca necesitamos su ayuda y compresión.
Minimum service.
Dear patients,
For weeks now my family practice clinic has been on minimum service. What does that mean?
Due to the overload of public health procedures, sick leave and issues related to the coronavirus we are saturated and I cannot provide the usual service. As there are no substitutes to cover sick leave, nor has there been any kind of extraordinary reinforcement, I can only offer a minimum service of family and community medicine.
This is expected to get worse in the coming weeks.
Remember that the health centre will always be available to you 24 hours a day if you become really ill or suffer from a health emergency. In that case, go in person.
2. If the discomfort is not so intense, we recommend that you call. A nurse or doctor will assess your case.
3. If you need to resolve an administrative issue such as prescriptions, sick leave, reports, etc., you can telephone, leave a note in the administrative area or send your request by post to the attention of your nurse or doctor of reference.
Given the emergency health situation, administrative issues may be delayed as it is necessary to prioritise the care of the sick.
We continue to work for you, now more than ever we need your help and understanding.
Los centros de salud están muy abiertos. Pero recuerda que estamos en EMERGENCIA SANITARIA. 1. Usa los servicios sanitarios solo si es imprescindible. 2. Mejor llamar primero. 3. Ten paciencia si no podemos ir todo lo rápido que nos gustaría. https://t.co/ayRpBVSAeb
Me gusta recordar y recordarme que soy un médico de familia. De pueblo. Normalito. No soy experto de nada y no voy por la vida como tal. Pero me hago preguntas y me gusta reflexionar. Comparto algunas reflexiones por este medio, en parte como desahogo, en parte por la necesidad de abrir la reflexión a otras personas. Por eso no puedo esconder mi enorme preocupación por la situación de desborde que como médico me toda asumir. El último episodio como saben tiene que ver con la aplicación RadarCovid. No soy epidemiólogo, ni técnico, ni experto, vuelvo a decir. Entiendo que el Ministerio de Sanidad tenga que dar pasos, entiendo que lanzar una aplicación que ayude a localizar contactos puede ser positiva pero: ¿Se ha evaluado la aplicación antes de implantarla? ¿tenemos evidencia científica de que pueda ayudar? ¿Es este el mejor momento para implementarla? Si no me falla la memoria en Corea funcionó pero tal vez influyera que la aplicaron con muchos menos casos, en un momento más favorable de la curva. Y la asociaron a un sistema de detección por pcr usando carpas (para ir en coche o andando) y un sistema de respuesta por mensajes al móvil. Ellos no dejaron todo el peso del control epidemiológico en manos de los centros de salud como aquí se pretende. En lo que conozco, la atención primaria madrileña tiene un nivel de sobrecarga nunca visto con muchos centros colapsados por ausencia de personal, cierre de turnos y presiones asistenciales muy altas. ¿De verdad el Ministerio de Sanidad piensan que Atención Primaria tiene capacidad de asumir esa carga de trabajo? En estas circunstancias creo que no es asumible implementar una iniciativa como esta (al menos en Madrid que es lo que yo conozco), dado que se está secuestrando la Atención Primaria para hacer labores de salud pública de eficacia dudosa en lugar de prestar atención a los verdaderamente enfermos. Creo que es una trampa y como tal debemos denunciarla. Estoy deseando oír a los expertos, y por supuesto abierto a cambiar mi opinión si me ofrecen argumentos.
Solo soy una paciente pero sí se, porque lo sufro, que la no atención presencial está teniendo unas consecuencias devastadoras en pacientes crónicos donde cuadros controlados pre-covid se han agudizado dando lugar a un sufrimiento y un dolor imposible de controlar. No es culpa⤵️
Les compartiré unas breves reflexiones, si me lo permiten, desde mi humilde punto de vista de médico de pueblo. Como no soy experto perdonarán mi ingenuidad y falta de conocimientos.
1. Con el actual número de PCR positivos si la aplicación se usara masivamente detectaría un número todavía mayor de casos a controlar que precisarán cuarentena y PCR en muchos de ellos.
2. Es esperable que la curva de positivos se mantenga o aumente.
3. La mayoría de los casos que la APP detecté terminarán llamando a su centro de salud por dudas, bajas laborales, PCR y demás.
4. Muchos centros de salud (al menos de Madrid que es lo que conozco) están colapsados en estos momentos.
Entenderán por qué en las actuales circunstancias no puedo apoyar esta iniciativa.
Tal vez si la hubieran implementado antes, con una curva de casos menor hubiera sido útil y desde Atención Primaria hubiéramos dado respuesta, pero en las actuales circunstancias puede ser un elemento perjudicial para la supervivencia del sistema sanitario.
Me parecería correcto si fuera Salud Pública con sus recursos quien se hiciera cargo de la enorme carga de trabajo que la aplicación generará. Eso no va a ocurrir, ni hay salud pública suficiente (rastreadores), ni hay recursos.
La mayor carga de trabajo terminará en Atención Primaria. En estos momentos es inasumible.
Si garantizasen que el circuito de control de aislamientos, PCR, resultados y permisos laborales se externaliza de Atención Primaria cambiaré mi opinión.
Generar la expectativa social de que es posible parar el virus con una APP a lo mejor es posible en Corea con una red de rastreadores y un servicio de salud pública más potente. En nuestro caso tengo mis dudas y por eso las expongo.
Si ustedes tienen las suyas contacten con el Ministerio de Sanidad o con los numerosos expertos que estos días en las redes sociales promocionarán la aplicación. Un servidor no les podrá atender, estará en consulta tratando de sobrevivir al desbarajuste.
About Radar Covid Spanish APP
I will share with you some brief reflections, if I may, from my humble point of view as a village doctor. As I am not an expert, you will forgive my naivety and lack of knowledge.
1. With the current number of positive PCRs, if the application were used massively it would detect an even greater number of cases to be controlled that would require quarantine and PCR in many of them.
2. It is expected that the positive curve will be maintained or increased.
3. Most of the cases detected by the APP will have to call your health centre for doubts, sick leave, PCR and so on.
4. Many health centres (at least in Madrid, which is what I know) are collapsed at the moment.
You will understand why I cannot support this initiative.
Perhaps if it had been implemented earlier, with a lower case curve it would have been useful and we from Primary Care would have responded, but in the current circumstances it can be a detrimental element to the survival of the health system.
I would think it would be right if Public Health with its own resources were to take care on the enormous workload that the implementation will generate. That is not going to happen, there is not enough public health (trackers), there are not enough resources.
Creating the social expectation that it is possible to stop the virus with a APP is perhaps possible in Korea with a network of trackers and a stronger public health service. In our case, I doubt it would be possible and that is why I am putting them forward.
If you have yours, contact the Ministry of Health or the many experts who are promoting the application on social networks these days. This country doctor will not be able to attend to you, he will be in the clinic trying to survive the storm.
Llevamos seis meses metidos en harina y no nos hemos dado cuenta de en qué punto estamos. Vemos que en los centros de salud nuestras listas de pacientes se duplican, que no damos abasto, que la situación es complicada... pero no conseguimos entender. Sin liderazgo claro, sin evidencia científica suficiente y sin tener ni siquiera delante a los pacientes estamos a oscuras.
Creo que ha llegado el momento de parar y hablar claro.
Los centros de salud de este país están en un estado de EMERGENCIA SANITARIA. Una forma elegante de decir que no pueden realizar con suficiencia su función de asistencia sanitaria, de medicina familiar y comunitaria, de asistencia pediátrica, de enfermería... En las actuales circunstancias no es posible dar todo el servicio que se nos pide:
Asistencia sanitaria de Atención Primaria (cartera de servicios habitual).
+
Labores de salud pública por epidemia Covid19 (rastreo, PCR, llamadas, resultados, bajas...)
+
Aumento de burocracia por bajas labórales, justificantes, permisos, informes...
Es correcto llamarlo COLAPSO, un sustantivo incómodo que nos obliga a PRIORIZAR.
Por lo tanto:
Si estamos en EMERGENCIA SANITARIA POR PANDEMIA y el servicio sanitario está COLAPSADO, es obligación de los profesionales sanitarios PRIORIZAR la atención.
1º Primero los enfermos. Se atenderá a todo aquel que venga al centro sanitario con una enfermedad aguda o grave, además de las emergencias.
2º Los demás casos esperarán llamada telefónica para valoración.
3º Las labores administrativas (bajas laborales, justificantes, permisos, informes) tendrán que esperar hasta que la situación lo permita.
Esto implica que: hasta que la plantilla de servicio no sea reforzada, la presión asistencial disminuya o la situación de emergencia sanitaria se revierta no se emitirán documentos burocráticos durante un mes (prorrogable).
Lamentamos las posibles molestias que con estas medidas podamos provocar.
Si quiere ayudarnos a mejorar el servicio puede:
1. Hacer un uso responsable (lo menor posible) de la sanidad en estos momentos.
2. Mejorar la conducta cívica: distancia, mascarilla y lavado de manos así como evitar reuniones multitudinarias y aglomeraciones.
Y además:
3. Solicitar a las autoridades la autorización de autodeclaraciones juradas de enfermedad breve en lugar de baja médica tal y como se hace en otros países.
4. Solicitar a las autoridades que los permisos a madres y madres que tengan que cuidar niños enfermos o en cuarentena se gestionen fuera de los centros de salud.
5. Solicitar a las autoridades que se creen unidades de diagnóstico Covid (PCR) fuera de los centros de salud, con emisión de resultados en página web o mensaje de móvil.
Muchas gracias por su comprensión.
Health emergency
We've been sinking for six months and haven't realised where we really are. We see that in primary health centres our lists of patients are doubling, that we cannot cope, that the situation is complicated... but we do not manage to understand. Without clear leadership, without sufficient scientific evidence and without even having the patients in front of us, we are blinded.
I think the time has come to stop and speak out.
The spanish primary health centres are in a state of HEALTH EMERGENCY. An elegant way of saying that they cannot sufficiently carry out their function of health care, family and community medicine, paediatric care, nursing... In the present circumstances it is not possible to give all the service that is asked of us:
Primary Care Healthcare (usual service portfolio).
+
Public health work by epidemic Covid19 (tracking, PCR, calls, results, casualties...)
+
Increase in bureaucracy due to loss of work, documents, permits, reports...
It is correct to call it COLLAPSE, an uncomfortable noun that forces us to PRIORISE.
Therefore:
If we are in a PANDEMIC HEALTH EMERGENCY and the health service is COLLAPSED, it is the obligation of the health professionals to PRIORISE the care.
1º First the sick. Everyone who comes to the health centre with an acute or serious illness will be attended to, in addition to emergencies.
2º The other cases will wait for a telephone call for assessment.
3º The administrative tasks (leave of absence from work, supporting documents, permits, reports) will have to wait until the situation allows it.
This means that: until the service staff is reinforced, the pressure of care decreases or the health emergency situation is reversed, no bureaucratic documents will be issued for one month (extendable).
We regret any inconvenience that these measures may cause.
If you would like to help us improve the service, you can:
1. Make responsible use (as little as possible) of the health service at this time.
2. Improve civic behaviour: distance, mask and hand washing as well as avoid crowded meetings and agglomerations.
And also:
Ask the authorities to authorise self-declarations of brief illnesses instead of medical leave as is done in other countries.
4. Ask the authorities that permits for mothers and mothers who have to care for sick or quarantined children be managed outside of health centres.
5. Ask the authorities to set up Covid diagnostic units (PCR) outside health centres, with results posted on a website or mobile phone message.