jueves, 27 de mayo de 2021

Salud egocéntrica. Self-centred health. 以自我為中心的健康。

 




Salud no es bienestar. Lamentablemente todas las pantallas parecen decir lo contrario. Los paraísos artificiales que nos venden, las sonrientes modelos y personajes célebres, la vida de postín de aquellos famosos en el Olimpo de la fama, el poder y el placer… todos señalan hacia el bienestar. Y por supuesto a los bienes y servicios que la hacen posible. “El paraíso en la tierra existe” nos dicen para luego invitarnos a pasar por caja. 



¿Pero entonces qué hago con mi vida cuando me sale un grano, me duele el cuello o tengo la regla? Cada vez con más frecuencia acudimos al sistema sanitario buscando una pastilla que nos libere de cualquier contratiempo, ya sea una cuestión de salud menor, un problema con el jefe o la tristeza por haber perdido a un ser querido. Todo tiende a medicalizarse para recuperar lo antes posible el bienestar perdido. Lamentablemente no es posible alejar del todo la sombra de la vejez, la enfermedad, el deterioro y la pérdida progresiva de funciones. El malestar inherente a la vida está tan pegado a nosotros como la sombra a cualquier cuerpo que reciba una fuente de luz. 


Lo que estamos viendo es que esta tendencia de salud egocéntrica, lúdica y placentera es uno de los factores que está reventando los sistemas sanitarios europeos que no pueden dar a basto atendiendo a los enfermos al recibir una presión progresiva de sanos que consultan por diversos malestares. 


No habrá presupuesto que solucione este problema si como sociedad no nos damos cuenta de la falacia que nos quieren vender. Lo malo es que el mercado no nos lo va a poner fácil al apoyarse en una industria de la publicidad y el entretenimiento cuyos argumentos tienen una apariencia sólida. Todos esos rostros de apariencia feliz que aparecen en los medios y en las redes sociales son muy convincentes dado que cuando se ponen enfermos o tienen mala cara no les vemos. Queremos sentirnos bien y ser lo más productivos, fuertes y bellos dentro de nuestras posibilidades. Cuando la salud no nos acompaña al 100% no lo llevamos bien. El sufrimiento no está de moda ni tiene valor alguno. La enfermedad tampoco y en la medida de lo posible tratamos de esconderla. En esta sociedad postmoderna es paradójico que pese al progresivo bienestar que algunas sociedades disfrutan cada vez nos sentimos más cansados y agotados. Quizá haya que reaprender a llevar la propia sombra con dignidad tal y como hacían nuestros mayores y han hecho todos los familiares que nos han precedido. Aceptar que la vida implica una dosis de malestar y que no siempre es posible estar en plena forma es hoy un reto. Aprender que la salud es algo más amplio que estar bien también.







 Self-centred health.


Health is not wellness. Unfortunately, all the screens seem to say the opposite. The artificial paradises they sell us, the smiling models and celebrities, the high life of those celebrities on the Olympus of fame, power and pleasure... all point to wellness. And of course to the goods and services that make it possible. "Paradise on earth exists" we are told and then invited to check out. 


But then what do I do with my life when I get a pimple, a sore neck or my period? More and more often we turn to the health system looking for a pill to get rid of any setback, whether it is a minor health issue, a problem with the boss or the sadness of having lost a loved one. Everything tends to be medicalised in order to regain lost wellbeing as quickly as possible. Unfortunately, the shadow of old age, illness, deterioration and progressive loss of function cannot be entirely removed. The inherent discomfort of life is as close to us as the shadow is to any body that receives a light source. 

What we are seeing is that this egocentric, playful and pleasurable health trend is one of the factors that is bursting European health systems that cannot cope with the increasing pressure of healthy people consulting for various ailments. 

There will be no budget to solve this problem if we as a society do not realise the fallacy they want to sell us. The bad news is that the market is not going to make it easy for us by relying on an advertising and entertainment industry whose arguments look solid. All those happy-looking faces in the media and on social media are very convincing because when they get sick or look bad we don't see them. We want to feel good and be as productive, strong and beautiful as we can be. When health is not 100% with us, we don't cope well. Suffering is not fashionable and has no value. Neither is illness and as far as possible we try to hide it. In this postmodern society it is paradoxical that despite the progressive wellbeing that some societies enjoy, we feel more and more tired and exhausted. Perhaps we need to relearn to carry our own shadow with dignity, as our elders did and as all the relatives before us have done. Accepting that life involves a dose of discomfort and that it is not always possible to be in top form is a challenge today. Learning that health is more than just being well is also a challenge. 




以自我為中心的健康。

自動翻譯,抱歉錯誤。


健康不是健康。不幸的是,所有屏幕似乎都說相反。他們銷售了我們,微笑的模特和名人,這些名人的奧林斯的高度生活,力量和樂趣的高年生活......都指向健康。當然還有可能的商品和服務。 “地球上的天堂存在”我們被告知,然後邀請退房。


但是,當我得到疙瘩,頸部或我的時期時,我的生命怎麼辦?越來越多,我們轉向衛生系統尋找一個藥丸來擺脫任何挫折,無論是一個少量的健康問題,老闆的問題還是失去了愛人的悲傷。一切都往往被認為是為了盡快恢復失去的健康。不幸的是,老年,疾病,惡化和逐漸失去功能的陰影不能完全被刪除。生活的固有的不適緊鄰我們,因為陰影是接收光源的任何機構。

我們所看到的是,這種Egocentric,俏皮,愉快的健康趨勢是爆破歐洲衛生系統的因素之一,不能應對健康人為各種疾病的健康人的壓力。

如果我們作為一個社會沒有意識到他們想要銷售我們的謬誤,將沒有預算可以解決這個問題。壞消息是,通過依靠廣告和娛樂行業,市場不會讓我們輕鬆實現這一目標,其參數看起來很實。媒體和社交媒體中的所有快樂面孔都非常令人信服,因為當他們生病或看起來很糟糕時,我們沒有看到它們。我們想要感覺良好,並且盡可能地富有成效,強大而美麗。當健康不是我們100%的時候,我們不會很好地應對。痛苦不是時尚,沒有價值。既不是疾病,儘管我們試圖隱藏它。在這個後現代社會中,它是矛盾的,儘管一些社會享有的漸進福祉,但我們感到越來越疲憊和疲憊。也許我們需要researn以尊嚴地攜帶自己的影子,因為我們的長老在我們所做的一切之前都是所有的親戚。接受生活涉及一種劑量的不適,並且並不總是有可能成為今天的挑戰。學習健康不僅僅是好的也是一個挑戰。


viernes, 21 de mayo de 2021

Gestión de la serenidad. Serenity management. 寧靜管理

 




Como saben los lectores de este blog colaboro con el equipo de Gestión Clínica Varela compartiendo visiones y reflexiones con la intención aportar de elementos que favorezcan la mejora de nuestro sistema sanitario. Dado el desquicie que parece acompañarnos a los sanitarios durante ya demasiado tiempo me parecía oportuno el tema de la serenidad. Dejo este pequeño texto como semilla con la esperanza de que puedan regar la serenidad en sus propios jardines. 





GESTIÓN DE LA SERENIDAD

 

La pandemia mundial que vivimos está siendo un tiempo de tensión, sobresalto, preocupación, incertidumbre, tempestad, crispación, prisa y ruido. Su gestión a nivel político, social y sanitario parece que podría haber sido muy mejorable por el gran nivel de complejidad que ha supuesto para todos. Se han hecho muchas cosas, dicho muchas cosas y equivocado otras muchas. Lo que quizá hemos echado de menos en más serenidad. Por esto considero pertinente reflexionar sobre cómo podríamos mejorar la gestión de la serenidad en el mundo sanitario, dado que este remedio es un buen contraveneno de los sustantivos que iniciaban esta disertación.

Estructuraré el artículo en cuatro pequeños apartados que tendrán en cuenta a pacientes, profesionales sanitarios, gestores intermedios y alta dirección.

 

Serenidad para pacientes.

Muchas personas han sentido agobio, soledad y abandono en estos meses, pero quizá los ancianos y enfermos más si cabe. La situación actual es de crisis sistémica social, y están afectados todos los niveles: económicos, políticos, éticos, estéticos… Entran en crisis los valores, aquello a lo que damos importancia, y también los referentes, aquellas ideas, personas e instituciones que nos guían o nos orientan. ¿Qué podría aportar serenidad a los pacientes? Probablemente saber que van a seguir teniendo una atención sanitaria de calidad, saber que tendrán profesionales que les van a atender y acompañar. Saber que la salud es un bien muy preciado que hay que cuidar y proteger y que tendrán ayuda y apoyo para ello.

El hecho de que todo haya seguido su curso pese a que el sistema sanitario haya estado bloqueado y sobrecargado tantos meses pone a las claras que la gran mayoría puede vivir sin sanidad. Entiéndanme, lo que quiero decir es que es posible gestionar la mayoría de los problemas menores de salud con remedios caseros y autocuidados. Esto implica que es fundamental optimizar el uso de la sanidad pública para acudir a ello solo cuando esté justificado, favoreciendo la responsabilidad de cada cual con su salud para evitar acudir por cuestiones menores que terminan sobrecargando un sistema sanitario frágil.

Devolver la gestión de los problemas menores de salud a la familia y a la comunidad parece que debería ser una gran prioridad a la que sumar el apoyo a este nivel que merecen aquellas personas aquejadas de enfermedades crónicas, graves o poco frecuentes.

Pero los pacientes seguirán necesitando a sus profesionales sanitarios y precisaran que estén serenos. Un profesional crispado ayuda poco.

 

Serenidad para profesionales sanitarios.

La crisis de modelo sanitario que arrastrábamos saltó por los aires al sumarse la crisis pandémica y el sistema se rompió y con él muchos profesionales.

Muchos compañeros del mundo sanitario han tocado fondo en estos meses de pandemia. Su salud física o mental se ha resentido, su labor asistencial se ha desbaratado o sobrecargado a límites nunca vistos, su vida ha sido muy ardua y amarga durante mucho tiempo.

Nos hemos sentido abandonados por los gestores y políticos, hemos sentido miedo por nuestras familias, pacientes y por nosotros mismos, hemos sentido enfado por las medidas de mala gestión y por algunas conductas de ciudadanos poco conscientes con lo que estaba pasando. Hemos atravesado una noche oscura de impotencia por no ser capaces de hacer más y por haber llenado las manos del dolor y sufrimiento de muchos enfermos y familias.

Hemos perdido la serenidad y entrado en un modo de supervivencia profesional del que será difícil salir. Esta situación no beneficia a nadie.

Será fundamental mejorar el  “mantenimiento” tanto personal como a nivel de equipos de trabajo. Curar las quemaduras, aliviar las heridas, aplicar calmantes y emolientes. Será necesario tener paciencia en una rehabilitación que se adivina prolongada y dolorosa. Y tratar de buscar esa fuente de calma, alegría y serenidad que todo ser humano lleva dentro y suele resonar con la naturaleza, el arte y la belleza.

Me atrevo a aventurar que será preciso enriquecer la visión asistencial con otra bioética, comunitaria y bio-psico-social-espiritual que nos permitan conectar con todo aquello que pueda ayudar a nuestros pacientes y a nosotros mismos.

 

Serenidad para los gestores sanitarios intermedios.

La pandemia ha puesto en evidencia a todo el sistema sanitario pero quizá han sido los gestores intermedios los que más impotencia han sentido al tener pocas opciones reales de gestión entre unos altos directivos perdidos y confusos y unos profesionales asistenciales desbordados y sobrepasados.

Sus labores de gestión del servicio y de control se han visto suspendidas estos meses lo que les ha relegado a sus despachos con poca cosa que hacer.  En estos tiempos en los que los intermediarios desaparecen alguno se habrá dado cuenta de su futuro incierto viendo quizá lo que está pasando últimamente con los empleados de banca. Quizá sea el momento de cambiar el modelo de gestión de datos (que cada vez harán mejor los algoritmos) por otro de gestión de personal en el que se invierta tiempo y energía en cuidar, apoyar, asistir, aconsejar, escuchar y favorecer a la comunidad de asistenciales.

 

Serenidad para la alta gestión y los responsables políticos.

Cuando el nivel de ruido social es muy intenso los máximos responsables tienen la obligación de aportar claridad, rigor y serenidad. No ha sido el caso. Los asesores no han dado abasto y se han producido protocolos, estadísticas y normas a gran velocidad, algo que ha vuelto locos a gestores intermedios y sobre todo a profesionales. Hemos echado en falta más inteligencia de sistemas, más rigor científico, mejor comunicación a la sociedad y a la organización sanitaria.

El valor principal debería haber sido protección del profesional y de la ciudadanía pero no se ha conseguido. La crispación y confrontación política de los responsables se ha trasladado a la población que ha aumentado su nivel de miedo y enfado ante el espectáculo de sus representantes.

Es cierto que la exposición mediática es muy tóxica y aquellos que por su puesto la han de soportar tienen una gran carga sobre sus hombros. Pero debería ser principal obligación de algún asesor tratar de mejorar la serenidad, silencio interior y paz mental de sus jefes.

 

 

En definitiva podemos convenir en que por múltiples razones, a las que se suma la pandemia, habitamos una sociedad crispada y eso es causa y motivo de malestar y enfermedad. La sanidad no tiene poder por si sola de revertir esta toxicidad pero tal vez debería tenerla en cuenta para trabajar por mantener y potenciar la serenidad de sus profesionales y como fin último la de todos aquellos que a ella recurran. Como pasa en el mar, las olas de la vida se suceden unas a otras. Hemos sido testigo de algunas estos meses, vendrán más. Para poder navegarlas como sociedad civil y como sistema sanitario tendremos que dar lo mejor de nosotros mismos pero esto solo es posible con una base de calma. Darnos cuenta del valor de esa serenidad es clave para elegir el mejor rumbo y desempeñar la propia función lo mejor que se pueda.



 


 

SERENITY MANAGEMENT

 

The global pandemic we are living through has been a time of tension, shock, worry, uncertainty, storm, haste and noise. Its management at the political, social and health levels seems to have been very improvable due to the great level of complexity it has entailed for everyone. Many things have been done, many things have been said and many things have been wrong. What we have perhaps missed is more serenity. For this reason, it would be pertinent to reflect on how we could improve the management of serenity in the healthcare world, given that this remedy is a good countervenom to the nouns that began this dissertation.

I will structure the article in four small sections that will consider patients, healthcare professionals, middle management and high directors.

 

Serenity for patients.

Many people have felt overwhelmed, lonely and abandoned in recent months, but perhaps the elderly and the sick even more so. The current situation is one of systemic social crisis, and all levels are affected: economic, political, ethical, esthetic... Values are in crisis, that to which we give importance, and also the referents, those ideas, people and institutions that guide us or orient us. What could bring serenity to patients? Probably knowing that they will continue to receive quality health care, knowing that they will have professionals who will attend to them and accompany them. Knowing that health is a very precious asset that must be cared for and protected and that they will have help and support to do so.

The fact that everything has continued despite the fact that the healthcare system has been blocked and overloaded for so many months makes it clear that the vast majority can live without healthcare. Understand me, what I mean is that it is possible to manage most minor health problems with home remedies and self-care. This implies that it is essential to optimize the use of public health care in order to resort to it only when justified, favoring the responsibility of each person with their health to avoid going for minor issues that end up overloading a fragile health system.

Returning the management of minor health problems to the family and the community seems to be a major priority, in addition to the support at this level that people suffering from chronic, serious or rare diseases deserve.

But patients will continue to need their healthcare professionals and they will need them to be calm. A stressed professional is of little help.

 

Serenity for healthcare professionals.

The crisis of the healthcare model that we were dragging along exploded when the pandemic crisis was added and the system broke down and with it many professionals.

Many colleagues in the healthcare world have hit rock bottom in these months of pandemic. Their physical or mental health has suffered, their care work has been disrupted or overloaded to unprecedented limits, their personal life has been very arduous and bitter for a long time.

We have felt abandoned by managers and politicians, we have felt fear for our families, patients and ourselves, we have felt anger for the mismanagement measures and for some behaviors of citizens unaware of what was happening. We have gone through a dark night of impotence for not being able to do more and for having filled our hands with the pain and suffering of many patients and families.

We have lost our serenity and entered a professional survival mode from which it will be difficult to get out. This situation benefits no one.

It will be essential to improve "maintenance" both personally and at the level of work teams. Healing burns, soothing wounds, applying painkillers and emollients. It will be necessary to have patience in a rehabilitation that is expected to be prolonged and painful. And try to find that source of calm, joy and serenity that every human being carries inside and usually resonates with nature, art and beauty.

I dare to venture that it will be necessary to enrich the healthcare vision with another bioethical, communitarian and bio-psycho-social-spiritual vision that will allow us to connect with everything that can help our patients and ourselves.

 

Serenity for intermediate healthcare managers.

The pandemic has exposed the entire healthcare system, but perhaps it has been the middle managers who have felt the most helpless, having few real management options between lost and confused senior managers and overwhelmed and overstretched healthcare professionals.

Their service management and control tasks have been suspended in recent months, which has relegated them to their offices with little to do.  In these times in which intermediaries are disappearing, some may have realized their uncertain future, perhaps seeing what is happening lately with bank employees. Perhaps it is time to change the model of data management (which algorithms will do better and better) for one of personnel management in which time and energy is invested in caring for, supporting, assisting, advising, listening to and favoring the care community.

 

Serenity for high direction and policy makers.

When the level of social noise is very intense, top management has the obligation to provide clarity, rigor and serenity. This has not been the case. The advisors have not been able to cope and protocols, statistics and standards have been produced at great speed, something that has driven middle management and, above all, professionals crazy. We have lacked more systems intelligence, more scientific rigor, better communication to society and to the healthcare organization.

The main value should have been the protection of professionals and citizens, but this has not been achieved. The tension and political confrontation of those in charge has been transferred to the population, which has increased its level of fear and anger at the spectacle of its representatives.

It is true that media exposure is very toxic and those who, of course, have to bear it have a great burden on their shoulders. But it should be the main obligation of any advisor to try to improve the serenity, inner silence and peace of mind of their bosses.

 

 

In short, we can agree that for many reasons, in addition to the pandemic, we live in a tense society and this is the cause and motive of malaise and disease. Health care alone has no power to reverse this toxicity, but perhaps it should take it into account in order to work to maintain and enhance the serenity of its professionals and, as an ultimate goal, that of all those who resort to it. As happens in the sea, the waves of life follow one after the other. We have witnessed some of them in recent months, and more will come. To be able to navigate them as a civil society and as a healthcare system, we will have to give the best of ourselves, but this is only possible with a base of calm. Realizing the value of that serenity is key to choosing the best course and performing one's role to the best of one's ability.

 

 



 






寧靜管理

 自動翻譯,對錯誤感到抱歉。

我們正在經歷的全球大流行是一個充滿緊張,震驚,擔憂,不確定性,風暴,匆忙和喧鬧的時期。由於它給每個人帶來了極大的複雜性,因此在政治,社會和衛生方面的管理似乎非常不完善。已經完成了很多事情,已經說了很多事情,並且很多事情都錯了。我們也許錯過的是更加寧靜。出於這個原因,考慮到這種補救措施是與開始本論文的名詞的良好對抗,因此有必要反思一下如何改善醫療保健領域的寧靜管理。

我將在四個小部分中構建文章,這些部分將考慮患者,醫療保健專業人員,中層管理人員和高級主管。

 

對患者的安寧。

最近幾個月,許多人感到不知所措,孤獨和被拋棄,但老年人和病人也許更是如此。當前的狀況是系統性的社會危機之一,它的各個層面都受到影響:經濟,政治,道德,審美……價值正處於危機之中,我們重視的價值觀以及所指對象,思想,人員和機構指導我們或定向我們。什麼會給患者帶來寧靜?大概知道他們將繼續獲得優質的醫療保健,知道他們將有專業人員陪同並陪伴他們。知道健康是一項非常珍貴的資產,必須予以照顧和保護,他們將為此而獲得幫助和支持。

儘管醫療保健系統已被阻塞和過載了許多個月,但一切仍在繼續,這一事實表明,絕大多數人可以在沒有醫療保健的情況下生活。了解我,我的意思是說,可以通過家庭療法和自我護理來解決最輕微的健康問題。這意味著必須優化公共衛生服務的使用,以便僅在有正當理由時才訴諸公共衛生服務,這有利於每個人的健康負起責任,避免因小問題而最終導致脆弱的衛生系統過載。

除了在慢性病,嚴重或罕見疾病患者應得到的支持方面,將輕度健康問題的管理返還給家庭和社區似乎是一個主要優先事項。

但是患者將繼續需要他們的醫療保健專業人員,他們將需要他們保持鎮定。壓力大的專業人士無濟於事。

 

寧靜的醫療保健專業人員。

當大流行危機被加入並且系統崩潰並且有許多專業人員時,我們一直在拖延的醫療保健模式的危機爆發了。

在這幾個月的大流行中,醫療保健界的許多同事已跌至谷底。他們的身體或精神健康受到影響,他們的護理工作受到破壞或超負荷工作,達到前所未有的極限,長期以來,他們的個人生活十分艱辛和痛苦。

我們感到被管理者和政客拋棄了,我們感到對家庭,患者和我們自己的恐懼,對於管理不善的措施以及一些不了解正在發生的事情的公民的行為感到憤怒。我們經歷了無能為力的漆黑夜晚,無法做更多的事情,使我們的雙手充滿了許多患者和家庭的痛苦。

我們已經失去了寧靜,進入了一種職業生存模式,很難擺脫這種生存模式。這種情況沒有人受益。

改善個人和工作團隊一級的“維護”至關重要。治療灼傷,舒緩傷口,使用止痛藥和潤膚劑。有必要對預期會長期而痛苦的康復保持耐心。並嘗試找到每個人都攜帶並通常與自然,藝術和美麗產生共鳴的平靜,歡樂和寧靜的源泉。

我敢於冒險,有必要用另一種生物倫理,社群主義和生物心理社會精神精神來豐富醫療保健的視野,這將使我們與可以幫助患者和我們自己的一切聯繫起來。

 

中級醫療保健經理的寧靜。

大流行已經暴露了整個醫療體系,但也許是中層管理人員感到最無奈,在失去和困惑的高級管理人員與不堪重負的醫療專業人員之間缺乏真正的管理選擇。

最近幾個月,他們的服務管理和控制任務已被暫停,這使他們幾乎無所事事地被調任至辦公室。在中介消失的時代,有些人可能已經意識到他們的前途未卜,也許看到銀行僱員最近正在發生什麼。也許是時候改變一種人員管理的數據管理模型(哪種算法會做得更好)了,在該模型中,時間和精力投入在照顧,支持,協助,諮詢,傾聽和支持護理界上。

 

保持對高層領導和決策者的寧靜。

當社會喧鬧聲非常強烈時,高層管理人員有義務提供清晰,嚴謹和平靜的信息。事實並非如此。顧問們無法應付,並且協議,統計數據和標準的產生速度很快,這使中層管理人員尤其是專業人員感到瘋狂。我們缺少更多的系統智能,更嚴謹的科學性,與社會和醫療機構的更好溝通。

主要價值本來應該是保護專業人員和公民,但這尚未實現。負責人的緊張局勢和政治對抗已經轉移到民眾身上,這加劇了其對代表形象的恐懼和憤怒。

的確,媒體接觸會產生劇毒,當然那些必須忍受的人肩上承受著沉重的負擔。但是,任何顧問都應盡力提高老闆的寧靜,內心的沉默和內心的平靜,這是任何顧問的主要義務。

 

 

簡而言之,我們可以同意,除了大流行之外,由於許多原因,我們生活在一個緊張的社會中,這是疾病和疾病的原因和動機。單靠醫療保健無權扭轉這種毒性,但也許應該考慮到它,以便努力維持和提高其專業人員的寧靜,並作為最終目標,是所有訴諸該療法的人的最終目標。就像大海中發生的那樣,生命的浪潮接f而至。最近幾個月,我們目睹了其中一些,並且還會有更多。為了能夠作為一個公民社會和一個醫療保健系統來應對他們,我們必須盡力而為,但這只有在冷靜的基礎上才有可能。實現這種寧靜的價值是選擇最佳課程並儘力而為地發揮作用的關鍵。

jueves, 20 de mayo de 2021

El centro de gravedad del Sistema Sanitario. The centre of gravity of the Health System. 健康系統的重心

 





A casi nadie le gustan los días “oficiales” que cada jornada ponen el foco en instituciones, enfermedades o motivos varios, pero no quisiera terminar el que visibiliza la Atención Primaria haciendo una reflexión. Para ello me ayudo de Franco Battiato que ha fallecido esta semana dejándonos una estela de música e inspiración. Los más jóvenes seguramente no lo hayan disfrutado pero para los de mi generación sí que marcó tendencia. Una de sus canciones más célebres habla de un centro de gravedad permanente y me hace preguntarme cuál sería hoy el de nuestro sistema sanitario. 


Si rebusco en su diseño original, tengo que reconocer que los sistemas sanitarios públicos se diseñaron con un cimiento basado en Atención Primaria del que pendían servicios hospitalarios especializados que progresivamente se fueron ampliando y complejizando. El centro de gravedad ha ido pasando pues desde primaria a hospitalaria a medida que el presupuesto y las prioridades políticas pusieron el foco en lo que más votos daba y no en lo que más beneficiaba a la sociedad. Y todo ello a su vez sometido a la poderosa fuerza gravitacional del mercado que tiende a centrar todo sus giros en el beneficio económico. 


Pero independientemente de la lamentable situación presupuestaria, de gestión y de motivación que sufre el primer nivel asistencial tal vez venga bien preguntarse cuál es el centro de gravedad de sus profesionales. Y no es fácil responder cuando estamos zarandeados por una potente fuerza centrípeta que nos mueve cada vez más rápido obligándonos a atender cada vez más pacientes en menos tiempo. La verdad es que no estamos centrados. La irritación, agotamiento, desesperanza y otros sentimientos cromáticos oscuros tiñan la actividad asistencial de muchos impidiendo hacer pie en un centro de gravedad que produzca estabilidad y equilibrio. 


Evidentemente estar descentrados y desequilibrados no es lo mejor ni para nosotros ni para nuestro pacientes. ¿Pero cómo asumir que nuestras Consejerías de Salud no den respuesta a la falta de profesionales? ¿Cómo encarar un futuro en el que se va a jubilar un cuarto de la plantilla en pocos años sin que nuestros políticos hagan absolutamente nada para afrontar semejante desastre?


Me siento a mirar el mar escuchando a Battiato y sonrío al recordar que sigo siendo responsable de mi propio centro de gravedad. Pase lo que pase fuera cada cual es soberano en su equilibrio interno. Eso me da un punto de apoyo para colocar la necesaria palanca de esperanza que pueda levantar el peso que me toca afrontar cada día. Espero que mis compañeras y compañeros puedan también encontrarlo. 







The centre of gravity of the Health System Hardly anyone likes the "official" days that focus on institutions, diseases or various reasons, but I would not like to end the day that makes Primary Care visible by reflecting on it. To do so, I would like to invite Franco Batiato, who passed away this week, leaving us a trail of music and inspiration. Younger people may not have enjoyed him, but for those of my generation he was a trendsetter. One of his most famous songs speaks of a permanent centre of gravity and makes me wonder what the centre of gravity of our healthcare system would be today. If I go back to its original design, I have to recognise that public health systems were designed with a foundation based on primary care, with specialised hospital services that gradually expanded and became more complex. The centre of gravity has therefore shifted from primary to hospital care as the budget and political priorities focused on what brought in the most votes rather than on what most benefited society. And all this in turn has been subject to the powerful gravitational pull of the market, which tends to focus on economic profit. But regardless of the lamentable budgetary, management and motivational situation that the first level of care suffers, perhaps it is worth asking ourselves what is the centre of gravity of its professionals. And it is not easy to answer when we are buffeted by a powerful centripetal force that is moving us faster and faster, forcing us to see more and more patients in less and less time. The truth is that we are not centred. Irritation, exhaustion, hopelessness and other dark chromatic feelings stain the care activity of many, preventing us from standing on a centre of gravity that produces stability and balance. Clearly, being off-centre and unbalanced is not the best thing for us or for our patients, but how can we deal with the fact that our Health Departments do not respond to the lack of professionals? How can we face a future in which a quarter of the workforce is going to retire in a few years and our politicians do absolutely nothing to deal with such a disaster? I sit looking out to sea listening to Batiato and I smile as I remember that I am still responsible for my own centre of gravity. Whatever happens outside, everyone is sovereign in their own internal balance. That gives me a foothold to place the necessary lever of hope that can lift the weight I have to face every day. I hope that my colleagues can also find it.







健康系統的重心 自動翻譯,抱歉錯誤。 幾乎沒有人喜歡關注機構,疾病或各種原因的“官方”天,但我不想通過反思它來結束初級保健的那一天。為此,我想使用本週通過的Franco Batiato,讓我們成為一個音樂和靈感的踪跡。年輕人可能沒有享受他,但對於那些我的一代人來說,他是一個潮流的人。他最著名的歌曲之一講了一個永久性的重心,讓我想知道今天我們的醫療保健系統的重心是什麼。 如果我回到原始設計,我必須認識到,公共衛生系統是以基於初級保健的基礎,專業醫院服務逐漸擴大,變得更加複雜。因此,重心從初級到醫院照顧,因為預算和政治優先事項專注於帶來最多投票的是什麼,而不是最受受益的社會。所有這一切又一直受到市場的強大引力,這往往會專注於經濟利潤。 但無論悲慘的預算,管理和勵志的情況如何,第一次護理遭受的痛苦遭受,也許值得詢問自己的專業人才的重心。當我們被一個強大的向心力量進行自助時,不容易回答,這些力量更快,迫使我們在更短時間內看到越來越多的患者。事實是我們不集中。刺激,疲勞,絕望和其他黑色暗色情染色許多護理活動,防止我們站在產生穩定性和平衡的重心上。 顯然,偏離中心和不平衡不是我們或為我們的患者最好的東西,但我們如何應對我們的衛生部門沒有響應缺乏專業人士的事實?我們如何面對未來,其中四分之一的勞動力將在幾年內退休,我們的政治家絕對無需處理此類災難? 我坐著望著海上聽Batiato,我記得我仍然對自己的重心負責。無論在外面發生什麼,每個人都在他們自己的內部平衡中主權。這讓我很大,可以放置必要的槓桿,希望能夠舉起我每天都要面對的重量。我希望我的同事也可以找到它。





miércoles, 19 de mayo de 2021

Consumir salud. Consuming health. 消耗健康。

 


Dibujo De Fran Ferriz

 


Convertir la salud en un producto de consumo ha terminado transformando la asistencia sanitaria en un grandísimo negocio. Los sistemas sanitarios públicos no hemos sido capaces de mantenernos fuera de esta corriente por lo que cada vez estamos más cerca de ser engullidos por un remolino de giro veloz.

El mercado imprime velocidad a todos los procesos y disminuye la tolerancia al malestar inherente a la vida. Esto implica más consultas y más consumo de productos sanitarios. El fusible del sistema es el médico de familia que se supone que es el que soluciona el 90% de los problemas de salud y deriva al nivel hospitalario solo lo complejo. ¿Pero qué pasa si sobrecargamos y anulamos a los médicos de cabecera? Pues que el sistema se acelera al aumentar la carga de trabajo hospitalaria: más procesos, más intervenciones diagnósticas, más tratamientos. Y en cada vuelta de tuerca la población se hace más dependiente del sistema y menos autosuficiente.

Si las personas que trabajan en el mundo sanitario no disponen de los recursos y el tiempo suficiente para desarrollar su labor sus respuestas no serán suficientes y el sistema público acaba colapsando y obligando a que muchas personas tengan que buscarse la vida con seguros privados de salud. De esta forma gana el mercado y pierde la sociedad y el individuo.

Esta situación no es sencilla de revertir. Hacen falta recursos pero sobretodo conciencia. Darnos cuenta de que la salud es algo profundamente importante que ha de ser cuidado y valorado pero no mercantilizado. Esto implica asumir la responsabilidad individual de cuidarse uno mismo y a nuestras familias a la vez que aprender a hacer un uso prudente de los recursos sanitarios. También implica cuidar la salud social con medidas de salud pública, cuidado del entorno y potenciación de las relaciones comunitarias.

La tecnología tal vez proporcione mejoras concretas y puntuales en el ámbito sanitario, habrá que aprovecharlas pero sin albergar la fantasía de que nos arreglarán la vida y solucionarán la enfermedad. Parece coherente invitar a que como sociedad hagamos una reflexión sobre qué es para nosotros la salud y qué hacer para mantenerla. Si no lo tenemos claro será el mercado quien responda.






Consuming health.


Turning health into a consumer product has ended up transforming healthcare into a huge business. Public health systems have not been able to keep out of this current and we are increasingly close to being swallowed up in a whirlpool of rapid spinning.

The market is speeding up all processes and decreasing tolerance for the inherent discomfort of life. This means more consultations and more consumption of health products. The fuse of the system is the family doctor who is supposed to solve 90% of health problems and refers only the complex to the hospital level. But what happens if we overload and overrule family doctors? Well, the system is accelerated by increasing the hospital workload: more processes, more diagnostic interventions, more treatments. And at every turn of the screw the population becomes more dependent on the system and less self-sufficient. 

If the people who work in the health sector do not have sufficient resources and time to carry out their work, their responses will not be sufficient and the public system ends up collapsing, forcing many people to seek their living through private health insurance. In this way, the market wins and society and the individual loses. 

This situation is not easy to reverse. We need resources, but above all awareness. We need to realise that health is something profoundly important that must be cared for and valued but not commodified. This means taking individual responsibility for looking after ourselves and our families while learning to make prudent use of health resources. It also means taking care of social health through public health measures, caring for the environment and enhancing community relations. 

Technology may provide specific and timely improvements in the health field, and we must take advantage of them, but without harbouring the fantasy that they will fix our lives and solve our illnesses. It seems coherent to invite us as a society to reflect on what health means to us and what we should do to maintain it. If we are not clear about this, it will be the market that will respond. 





Tres estudios para un retrato de Mick Jagger, Francis Bacon.



消耗健康。


自動翻譯,對錯誤感到抱歉。


將健康變成消費產品最終將醫療變成了巨大的業務。公共衛生系統無法擺脫這種狀況,我們越來越快地被快速旋轉的漩渦所吞噬。


市場正在加快所有過程,並降低對生活中固有不適的忍耐力。這意味著更多的諮詢和更多的保健品消費。該系統的融合者是家庭醫生,他應該解決90%的健康問題,並且僅將綜合醫院轉診至醫院。但是,如果我們超負荷和否決家庭醫生會怎樣?嗯,通過增加醫院工作量來加速該系統:更多的流程,更多的診斷干預措施,更多的治療方法。而且,在每次轉動螺釘時,人口變得越來越依賴於系統,而自給自足也就更少了。


如果在衛生部門工作的人沒有足夠的資源和時間來開展工作,他們的反應將不夠,公共系統最終將崩潰,迫使許多人通過私人健康保險謀生。這樣,市場贏了,社會和個人都輸了。


這種情況不容易扭轉。我們需要資源,但最重要的是意識。我們需要認識到,健康是極為重要的事情,必須予以照顧和重視,但不能使其商品化。這意味著在學習謹慎使用衛生資源的同時,要承擔起照顧自己和家人的個人責任。這還意味著通過公共衛生措施照顧社會健康,關心環境並加強社區關係。


技術可能會在健康領域提供及時,具體的改善,我們必須利用它們,但不要幻想它們會改善我們的生活並解決我們的疾病。邀請我們作為一個社會思考健康對我們意味著什麼以及我們應該採取什麼措施來保持健康,似乎是一致的。如果我們不清楚這一點,那將是市場做出回應。



domingo, 2 de mayo de 2021

Silencio. Silence. 安靜

 


Foto de Luis Gaspar @LuisGasparLab




Tras muchos años escribiendo un blog y participando en redes sociales me voy dando cuenta de que cada vez hago menos ruido. Es inevitable mantener un mínimo, pero parece objetivo decir que abro menos la boca. Conozco muchos casos de compañeros que durante este tiempo desaparecieron, cansados, quemados o directamente contrariados. De un día para otro ya no estaban. Siempre entendí que es una posibilidad, una de las pocas que nos demuestra que tenemos algún pequeño grado de libertad en la recámara. En mi caso tengo varias razones, la primera tiene que ver con la pandemia que como a todos me alcanzó como una gran ola marina, me derribó, me dio bastantes vueltas y me hizo tragar una considerable cantidad de agua salada. Tras las marejada oceánica, o más bien de comparsa, vino un viento furioso y cansino de grito y de ruido. Los medios de comunicación, las pantallas y las redes sociales se pusieron como locas en una espiral de opiniones, descalificaciones, tontunas y demás que azuzaron el miedo y el enfado hasta límites nunca vistos. Ante tanto desvarío muchos nos tuvimos que activar en modo supervivencia, y esto implica cultivar y expandir silencio.

La segunda razón tiene que ver con la impotencia al relacionarme con mi trabajo y con la sociedad. Esa sensación de no poder hacer pese a ver el desastre aproximarse. Esa comprensión que te obliga a entender que el barco se hundirá pase lo que pase. Lo he visto de primera mano en mi centro de salud. Ni siquiera una pandemia como la que hemos vivido ha servido para que nos refuercen, potencien o reformen. No hubo rastreadores, fuimos nosotros, no hubo refuerzos de médicos y enfermeras, tuvimos que desdoblarnos y deslomarnos, no hubo mejoras de gestión, ni reducción de la burocracia, ni nuevos planteamientos estratégicos, hemos seguido haciendo lo que buenamente hemos podido. La sanidad se ha manifestado a las claras como una sanidad zombi, ni viva ni muerta. Fiel reflejo de una sociedad que a su vez avanza en un proceso de “zombificación” y en la que las instituciones y la política se van alejando de la vida para convertirse en entes grises cada vez más incapaces de dar el servicio para el que fueron encomendadas.

Y la tercera razón que pude argüir tiene que ver conmigo. Con la profunda necesidad de callar para alejarme del bullicio de la costa y remar mar adentro. Y mar adentro, como en el desierto, uno inevitablemente tiene que vérselas con sigo mismo. En esa bastedad vacía descubrimos que estamos habitados por una presencia que nos trasciende, algo difícil de nombrar pero dotado de una fuerza fundante que mana como fuente y que al beberla nos regala fuerza, vida y sentido. 


En estos tiempos lo fácil es unirse a la turba y gritar sin parar. No me busquen ahí. Nunca fue mi sitio. Si quieren encontrarme estaré por despoblado, caminando quizá mirando nubes. 






Silence

After many years writing a blog and participating in social networks I am realizing that I am making less and less noise. It is inevitable to maintain a minimum, but it seems objective to say that I open my mouth less. I know many cases of colleagues who during this time disappeared, tired, burned out or directly disgruntled. From one day to the next they were gone. I always understood that it is a possibility, one of the few that shows us that we have some small degree of freedom. In my case I have several reasons, the first has to do with the pandemic that, like everyone else, hit me like a big ocean wave, knocked me down, tossed me around a lot and made me swallow a considerable amount of salt water. After the oceanic tidal waves, or rather as a companion, came a furious and tiring wind of shouting and noise. The media, the screens and the social networks went crazy in a spiral of opinions, disqualifications, nonsense and others that whipped up fear and anger to unprecedented limits. Faced with so much raving, many of us had to activate survival mode, and this implies cultivating and expanding silence.

The second reason has to do with the impotence when relating to my work and to society. That feeling of not being able to do anything despite seeing disaster approaching. That realization that forces you to understand that the ship will sink no matter what. I have seen it firsthand in my health center. Not even a pandemic like the one we have lived through has served to strengthen, empower or reform us. There were no trackers, it was us, there were no reinforcements of doctors and nurses, we had to split up and get out of the way, there were no improvements in management, no reduction in bureaucracy, no new strategic approaches, we have continued to do what we have been able to do. The healthcare system has clearly shown itself to be a zombie healthcare system, neither alive nor dead. A true reflection of a society which in turn is advancing in a process of "zombification" and in which institutions and politics are moving away from life to become gray entities increasingly incapable of providing the service for which they were entrusted.

And the third reason I could argue has to do with me. With the deep need to be quiet in order to get away from the hustle and bustle of the coast and row out to sea. And out to sea, as in the desert, one inevitably has to deal with oneself. In that empty wasteland we discover that we are inhabited by a presence that transcends us, something difficult to name but endowed with a founding force that flows like a fountain and that when we drink it gives us strength, life and meaning. 

In these times it is easy to join the mob and shout without stopping. Don't look for me there. It was never my place. If you want to find me, I'll be in the wilderness, walking, maybe looking at clouds. 


安靜

自動翻譯,對錯誤感到抱歉。

多年寫博客並參與社交網絡後,我意識到自己發出的聲音越來越少。保持最低水平是不可避免的,但是說我少張開嘴似乎是客觀的。我知道許多同事在這段時間裡消失,疲倦,疲憊或直接不滿。從一天到第二天,他們都不見了。我一直都知道這是一種可能性,它是向我們表明我們有一些小自由度的少數可能性之一。就我而言,我有幾個原因,第一個與大流行有關,大流行像其他所有人一樣,像大海浪一樣襲擊我,把我撞倒,丟了很多東西,使我吞下了大量的鹽水。伴隨著海潮,或者更確切地說,是伴隨著海潮,狂怒而又累人的呼喊聲和喧鬧聲傳來了。媒體,銀幕和社交網絡瘋狂地瘋狂上升,形成一連串的觀點,取消資格,胡說八道和其他將恐懼和憤怒激化到前所未有的極限的趨勢。面對如此瘋狂的狂歡,我們許多人不得不激活生存模式,這意味著要培養和擴大沉默。

第二個原因是與我的工作和社會有關的無能。儘管看到災難臨近,但仍無能為力的感覺。這種認識迫使您了解無論如何該船都會沉沒。我已經在我的健康中心親眼目睹了它。甚至沒有像我們經歷的那種大流行那樣有助於加強,授權或改革我們。沒有追踪者,是我們,沒有醫生和護士的增援,我們不得不分拆並擺脫困境,沒有改善管理,沒有減少官僚作風,沒有新的戰略方針,我們一直在繼續去做我們已經能夠做的事。醫療保健系統已經清楚地表明自己是一個殭屍醫療保健系統,既沒有生命也沒有死亡。一個社會的真實反映,而這個社會反過來又在“僵化”進程中前進,在這種社會中,制度和政治正在脫離生活,成為越來越無法提供他們所委託的服務的灰色實體。

我可以爭論的第三個原因與我有關。迫切需要保持安靜,以便遠離海岸的喧囂,直奔大海。出海,就像在沙漠中一樣,不可避免地要對付自己。在那片空曠的荒原中,我們發現自己被一種超越我們的存在所居住,這種事物很難命名,卻擁有像噴泉一樣流動的建立力量,當我們喝酒時,它賦予了我們力量,生命和意義。

在這種情況下,很容易加入暴民而不會停下來。不要在那找我。那從來都不是我的地方。如果您想找到我,我將在曠野裡散步,也許看著雲層。

miércoles, 21 de abril de 2021

¿Qué dicen los programas electorales sobre la Atención Primaria de Madrid?

 




Las elecciones autonómicas madrileñas del 4 de Mayo serán claves para mantener los actuales cuidados paliativos de la Atención Primaria o plantear una terapia que la reanime un poco. Partimos de una situación muy mala tras años de recortes, definanciación y una gestión muy mejorable, la asistencia se ha devaluado, ha perdido mucho capital humano y ha quemado a un porcentaje elevado de la plantilla. A esto se añade que la pandemia ha fundido los plomos de muchas profesionales y equipos produciendo heridas que serán complicadas de sanar. 

Por eso merece la pena echar un vistazo a los programas electorales para ver por dónde piensan nuestros políticos que deberían ir las cosas. Me centraré solo en las alusiones a Atención Primaria dejando el resto del programa a su consideración. Paso a compartir capturas de pantalla, pueden ver los programas completos tecleando el enlace de cada epígrafe.



PARTIDO POPULAR




 
















MÁS MADRID








CIUDADANOS




VOX


3. Proteger la salud y la libertad Porque es compatible devolver la libertad a los madrileños, arrebatada por un Estado de Alarma ilegal, con la protección de nuestra salud. Debemos destinar todos los recursos públicos a combatir la emergencia sanitaria y económica. Prioridad de los españoles en el acceso a las ayudas sociales.






CONSIDERACIONES


Como pequeño análisis parece que el programa del PP propone una política continuista. Hay que recordar que de momento no han cumplido la promesa que hicieron en la asamblea de Madrid en otoño de inyectar un pequeño aumento presupuestario. Se sigue manteniendo la propuesta de un nuevo hospital de 90 camas en Lozoyuela (1226 habitantes) cuando las poblaciones rurales de la zona probablemente se beneficiarían más si se dedicara ese monto a fortalecer la red local de asistencia sociosanitaria o en actuaciones potenciación del empleo. No digo nada nuevo si pongo en evidencia que mantener la actual dirección política no revertirá el deterioro de la Atención Primaria ni dará respuesta a los problemas de fondo de la misma. 


El PSOE aporta propuestas de mejora de la Atención Primaria pero sin ofrecer muchos datos de implementación. Los programas de Unidas Podemos y Más Madrid van en la misma línea de potenciación de la Atención Primaria siendo el primero muy breve y el segundo mucho más detallado y técnico. Ciudadanos presenta algún epígrafe muy superficial y Vox también. 


De los seis postulantes la candidata que con mayor seguridad conoce la sanidad madrileña es Mónica García por ser profesional sanitario en activo lo que se nota en su programa. También que han pedido ayuda a otros profesionales de Atención Primaria, salud pública y salud mental para confeccionarlo, es de lejos el que tiene mayor fundamento teórico y técnico. 


Veremos en qué se concretan estos programas a la hora de la verdad. Por mi parte comparto mi sincera preocupación. A la sanidad, la Comunidad de Madrid dedica casi la mitad de su presupuesto, esto debería obligar a que ocupara un tamaño similar del programa en lugar de parabienes y propuestas genéricas de mejora. También a que se tuviera en cuenta la valoración de los propios profesionales sanitarios a la hora de su diseño y de replantear cambios y ajustes de implementación reales. De momento los profesionales de Atención Primaria no nos hemos sentido suficientemente escuchados en los últimos 25 años. 





Por cierto, ya me gustaría que hubieran reforzado los centros de salud en la pandemia con la mitad (de médicas y enfermeras) de lo que han reforzado correos estos días de elecciones...