martes, 19 de septiembre de 2017

¿Qué puede hacer un médico ante la desesperanza?








La realidad en las consultas de atención primaria es compleja. En seis minutos se ha de dar respuesta a lo que el paciente plantea, pero en muchos encuentros hace falta mucho más.

No voy a pedir más tiempo ni más recursos.

Tampoco una reforma de la sanidad.


Yo ya no pido nada.



Tan solo me doy cuenta de que el dolor está ahí mismo, el sufrimiento, el horror, la desesperanza...


Y que aunque cambien las caras, la tempestad es la misma para todos.





¿Quién estará ahí cuando seas tú quien navegue esas aguas?



viernes, 15 de septiembre de 2017

El método Konmari, una aproximación al orden y al desorden





Hoy en día es fácil encontrar fanáticos y expertos en casi todo, la última que me he cruzado es Marie Kondo, una señora japonesa que ha diseñado un método categórico para ordenar la casa de cualquiera. Y he de decir que me parece razonable aunque de momento no me haya animado a aplicarlo.

Lo cierto es que siempre me he considerado una persona ordenada. Desde niño he tenido la responsabilidad de mantener mi cuarto y mis cosas recogidas y me era sencillo mantenerlo todo en perfecto estado de revista. Lo que no sospechaba es que hay otro tipo de orden mucho más complejo e invisible, el interno.

Uno puede tener sus cosas en su sitio pero ir por la vida arrastrando pensamientos, emociones o sensaciones enredadas, atribuladas o descontroladas. Es frecuente que nuestras estancias interiores tengan los suelos llenos de preocupaciones, culpas, añoranzas, deseos, sentimientos no procesados o sensaciones molestas. Nadie nos enseñó a limpiar y ordenarnos por dentro. Por eso el método Konmari me ha señalado que quizá también sea posible habitar espacios interiores algo más ordenados y equilibrados si aplicamos sus dos prerrogativas: tirar lo que no necesitemos y poner cada cosa en su sitio.

Solemos acumular cosas materiales porque también acumulamos las no materiales. Nos aferramos a cualquier desplante, contradicción, experiencia desagradable. Guardamos con fruición las culpas, errores, deseos no cumplidos. Nos quedamos atados a esos asuntos que nos preocupan, que llenan armarios y mochilas de cargas que exceden nuestras capacidades. Y también gustamos de combatir emociones intensas de miedo, asco, ira, ansiedad... quedándonos pegados a ellas y evitando que marchen por el desagüe emocional que todos llevamos dentro.

Tanta basura y tantos objetos interiores nos llenan de desazón, desesperanza e infelicidad. Nuestra defensa suele ser tener apagadas las luces de esas habitaciones para que no se vea el desastre. Cuando la necesidad nos obliga a encenderlas nos suele dar un pasmo al ver la escena. No es para menos, hay gente que lleva años sin barrerse por dentro.

El decrecimiento que nuestra sociedad necesita como agua de mayo tal vez deba empezar por tomar consciencia de que lo que nos sobra nos agobia y oprime. Para ordenar una casa es fundamental deshacerse de todo aquello que ya no sea necesario en nuestra vida. Para ordenarnos por dentro también. Solo así podremos despejar el suficiente sitio para que cada objeto tenga su lugar.

La psicología moderna haría bien en aprender de esta muchacha japonesa que sin quererlo está aportando más con sus lecciones que muchos libros de autoayuda y muchas terapias de salón.




miércoles, 13 de septiembre de 2017

El libro "Diario de un médico descalzo" ya está en prensa






Tienen los libros
La magia de las puertas
Que abren vidas.




Tengo sobre la mesa un texto que, si los elementos lo permiten, saldrá a la luz en breve. Comienza ahora su tratamiento editorial con ánimo de sacar punta a un proyecto que tiene la intención de ayudar. No es obra especialmente meritoria, pero me ha permitido saldar una deuda contraída con muchas personas. Todas aquellas que a lo largo de los años me han enseñado, apoyado, animado y acompañado hacia horizontes más amplios y cimas con mayor perspectiva. A ellas lo pienso dedicar, así como a la enorme cantidad de pacientes que he atendido en mi ejercicio como médico de la sanidad pública en las últimas décadas.



Los pies desnudos
Dejan hermosas huellas
Que besa el mar.



El libro comparte una visión,  la de un profesional de la salud descalzo. ¿Por qué es necesario descalzarse? preguntará alguno, y a ese responderé para acercarse y conseguir entrar en la sagrada tierra del sufrimiento humano, no queda más remedio que quitarse todo aquello que distancie o pueda dañar lo que se pisa.



Cuando duele
De mis heridas cruentas
Quita tus botas.



Ha sido una experiencia de total libertad, para la que asumo la completa responsabilidad. Nadie más que un servidor podía haber hecho algo así, no por la calidad de lo escrito sino por su exclusividad. En estas páginas hablo de mí, ofrezco mi punto de vista, doy lo que solo yo puedo dar.



Contar historias
Abriendo el corazón
Nos humaniza.



He de confesar que me he sentido feliz al escribirlo. Disfrutar con lo que se hace es básico para que quien reciba la acción también lo pueda hacer. He tenido tiempo de sobra en mi ejercicio profesional para aprender esta importante lección.



La narrativa
Nos salva de perecer
Solos y fríos.



Rescatar las potencias de creatividad que todos tenemos es liberador y sanador, por eso he recurrido a la poesía, didáctica, narrativa, filosofía, bioética, ciencias médicas, psicología y en general a todo elemento que considero puede ayudar a los demás a lidiar mejor con enfermedad y sufrimiento a la par que nos humanice y haga más plenos. No he podido resistirme a llenar el texto de haikus, que quien me conoce sabe son mi debilidad. Estos breves poemas de tres versos esconden semillas de asombro y belleza que espero puedan florecer en tu conciencia.



Con su canción
¡Qué las flores disfruten!
Quiere el poeta.



No quiero crear un pedestal desde el que un nuevo gurú reparta soluciones para arreglar el mundo; los grandes de la tierra no suelen descalzarse. Tampoco pretendo sentar cátedra con clases magistrales, más bien al contrario quisiera repartir esos apuntes que alguien facilita para ayudar antes del examen. Por eso pienso que puede ser de tu interés. Lo que digo no es fácil que lo hayas visto escrito de esta forma.



Te doy mi vida
Cada vez que acuno
Tu sufrimiento.



El nacimiento de mi hija hace unos meses ha tenido mucho que ver en este asunto. Lo que me está enseñando me anima a vivir con ese nivel de frescura, flexibilidad y sonrisa que solo los bebés conocen. Somos tiernos y vulnerables como ellos, pero que nadie se llame a engaño, esa levedad extrema que comparten esconde una  flamígera tenacidad llamada vida. Atreverse a encarnarla hasta las últimas consecuencias es un bellísimo reto que merece la pena compartir.



Pequeño bebé
Nos recuerdas el nombre
Con tu sonrisa.



Si estás interesado en recibir información sobre este proyecto puedes seguir la etiqueta #MédicoDescalzo en twitter o seguir los artículos sobre el tema que seguiré publicando en este blog.




En media vida
Solo escribió un verso:
¡Qué gran belleza!

domingo, 10 de septiembre de 2017

El arte de convertir el tiempo en palabra

Seguimos llorando
Lo que no aprendemos
A nombrar.

Ignacio González del Rey Rodríguez
Pequeñas muertes.





Hubo una época donde la realidad era la pura naturaleza, una edad sin palabras. Aquel tiempo acabó cuando el ser humano fue tocado por el verbo y comenzó a transformar el bosque en un jardín. El poder de nombrar permitió desarrollar la revolución neolítica a la que siguieron otras muchas. Todas ellas basadas en la capacidad de convertir la existencia en narrativa. 

Hoy son las máquinas las que generan sujeto y predicado. Serán ellas las custodias de la literatura durante los eones suficientes hasta que los próximos testigos aparezcan. Soy de los últimos supervivientes que todavía somos capaces de desgranar una pequeña historia o una simple poesía y puedo decir que es gravoso soportar el peso de una edad que se cierra para que otra comience a abrirse.

A punto de acabar mi travesía compartiré un último mensaje: aprendí que detrás de las palabras hay lo mismo que hubo antes de ellas, un silencio pristísimo del que surge la vida y todo lo demás; las caricias, los abrazos, los amaneceres. Encarnarlo es quizá el sentido de todo viviente, de todo poeta, de todo narrador. En él encontraremos lo que fue y lo que todavía no se manifestó, porque el tiempo y la palabra son, a fin de cuentas, el envés de ese enorme vacío.






viernes, 1 de septiembre de 2017

Música y salud mental




Llevo algún tiempo demorando la lectura de Instrumental, el libro de James Rhodes donde hace un alegato del poder sanador de la música y pone de ejemplo su atormentada biografía de abusos sexuales, problemas de salud mental y mucho sufrimiento. Al final he aprovechado un par de días de tormentas veraniegas para acometerlo y doy las gracias a Javier Galeano que me lo regaló y a Fernando Fabiani que me dio el último empujoncito.

Es un libro muy duro. Aborda el tema del manejo del horror, el máximo sufrimiento. Despliega un atlas de conductas y cursos de acción de todo tipo para sobrevivir ante una crisis vital desproporcionada. Y comparte un mensaje de esperanza: es posible superar la catástrofe.

Desde antiguo conocemos el poder sanador de la música pese a que en la actualidad la ciencia médica la utilice poco. El mercado ha convertido el mundo musical en una serie de productos de consumo. Se visualizan y comercializan envasados a granel para un "público general" ávido y demandante de novedad y sensaciones. La música clásica de calidad se ha dejado de mostrar a la juventud, reservándose a los más mayores. Cuando llevo a mis hijos a un concierto es excepcional encontrar otros niños en un ambiente mayoritariamente jubilado. La calidad hace tiempo dejó de ser tan importante como la cantidad y el beneficio económico. Las músicas que predominan hoy son la misma sopa enlatada que se consume globalmente.

Todos sabemos que la música tiene el poder de tocarnos el alma, de provocar emociones, de inspirarnos, tranquilizarnos, animarnos, socializarnos, divertirnos y alegrarnos. Por eso la incluimos en nuestra semana, habitualmente en segundo plano, como música de fondo mientras nos desplazamos, trabajamos, hacemos labores del hogar, leemos o nos aseamos. Solemos desaprovechar de este modo la fuerza que esconde la armonía al convertirla en ruido de fondo. Escuchamos música pero no la oímos, no la prestamos suficiente atención. De esta forma no puede cumplir su función sanadora.

Muchos se engañan si piensan que la música de calidad es un producto de élite. He escuchado a músicos magníficos en estaciones del metro, parques o bares. He presenciado conciertos estupendos por menos de lo que vale una entrada de cine con palomitas.

Cuando escribo información para pacientes me gusta prescribir música de forma directa o indirecta. En consulta lo suelo verbalizar como ayuda en situaciones de sufrimiento o malestar emocional. Pero sobre todo me lo aplico a mi mismo, permitiendo que en mi dieta de contenidos haya la suficiente cantidad y calidad de este ingrediente tan importante para todos. Soy el primero que se da cuenta de que si no estoy afinado pobre será mi papel en la orquesta humana que me ha tocado en suerte.

El libro de Rodhes no es para todos los públicos y no lo recomiendo a personas que atraviesen crisis vitales, padezcan enfermedades mentales o sencillamente sean muy sensibles. En estos casos mejor oigan su música o vean alguno de sus vídeos. Lo que sí valoro encarecidamente es el ejemplo de todos aquellos que, tras alcanzar el fondo de algún pozo de sufrimiento, deciden salir del mismo apostando por la creatividad, la mejora personal, el servicio a los demás y poniendo el foco en aquello que nos dé sentido. 

A veces para descubrir qué es lo más importante debemos enfrentar grandes pérdidas o pruebas. Si conseguimos superarlas seguiremos caminando con una nueva visión de las cosas. Me uno a todos aquellos que, de esta forma, apuestan por la vida. Y te deseo que también a ti la música te acompañe.


jueves, 31 de agosto de 2017

Confusión

 

¿Quién nos solucionará la confusión de vida? 
¿Quién el peso de esta levedad nuestra que nos pierde?
Buscas la respuesta en este libro, aquel curso o en nuevo maestro,
Te apuntas al enésimo taller, a una nueva teoría, a otra terapia,
Pero no consigues calmar esa Ausencia que lleva siglos quemando
El alma vieja de una humanidad errante que sigue tan perdida
En los mismos laberintos de sinrazón y olvido
Como cuando consumió el derecho de habitar en Edén.

No serán las pastillas quienes te liberen del agobio,
Tampoco el prestigioso especialista con sus técnicas.
Lo que persigues no se puede comprar, ni poseer, ni siquiera entender
Se dejará encontrar si lo desea pero poco podrás hacer
Más allá de buscar e intentar acercarte una y otra vez.

Fracasaron sabios, poetas y galenos, sacerdotes, filósofos, anacoretas,
No fueron capaces de contar lo incontable, de traducir aquello que alcanzaron a ver
Y el resto seguía ciego, a la intemperie, caravanas abandonadas de sí mismas,
Civilizaciones que se tragó el desierto, mundos totalmente olvidados.

Si sientes el clamor de la desesperanza, la llama de tensión
Que te obliga a buscar otra fuente
Recuerda que la Vida brota en manantiales escondidos 
Debajo de las capas de apariencia con las que te vestiste
Si eres capaz de entrar en el jardín, las mismas plantas te guiarán 
Hacia el lugar más fresco, allí la encontrarás
Y saciará tu sed, aclarará tu confusión, te hará entender.




lunes, 21 de agosto de 2017

La enfermedad como oportunidad




Cuando notamos cualquier síntoma o signo de enfermedad solemos desear que desaparezca lo antes posible. Casi de forma automática nos automedicamos o acudimos al servicio sanitario más accesible que tengamos. Exponemos nuestro problema y de forma implícita o explícita pedimos algún remedio rápido para solucionarlo cuanto antes.

En la mayoría de los casos la propia capacidad corporal conseguirá volver al equilibrio perdido en pocos días, aportando poco valor los medicamentos o remedios. Si el problema de salud tiene cierta gravedad sí será necesario ayudar con tratamientos y medidas externas.

Suelen ser más difíciles de sobrellevar los procesos de enfermedad largos o crónicos. En estos casos es habitual mantener una relación continuada con los profesionales sanitarios y seguir regímenes terapéuticos prolongados con mayor o menor eficacia. Es habitual enfrentarse a sentimientos de desesperanza, miedo, ira, cansancio, tristeza... también lo es sentirse solo, minusvalorado y discapacitado.

Llama la atención que en estas situaciones no deseadas no se ayude a la persona en tiempo de enfermar a adaptarse mejor al mismo. De hecho es excepcional preguntarle cómo lo está llevando o señalar y aconsejar algún aspecto de higiene psicológica o autocuidado personal. En mi experiencia he constatado que a mayor grado de resistencia frente a la enfermedad, mayor sufrimiento. Este aspecto tampoco se suele explorar durante la relación clínica, las enfermeras o los médicos no solemos interesarnos en cómo se lleva el paciente con su malestar pese a que sea evidente en el lenguaje verbal o no verbal del mismo.

Otro aspecto que también suele pasar desapercibido es el sentido que la  enfermedad, el dolor y el sufrimiento puedan tener para el paciente. Lo habitual es que no tenga ninguno, incluso que no se haya planteado esta cuestión. En mi opinión creo que podría aportar valor favorecer que la persona en tiempo de enfermar se formule sus propias preguntas sobre el qué, el por qué y el para qué de su proceso. Animar a que se atreva a contemplar la luz y la sombra de este tiempo y trate de encontrar los elementos que le indiquen cuáles son sus valores, deseos y necesidades. De todo ello podrá destilar un sentido vital que le ayude a avanzar hacia el horizonte elegido. De lo que no cabe duda es que la enfermedad suele simplificar las cosas y dejarnos claro la diferencia entre lo principal y lo accesorio.

Las enfermedades se tipifican y describen en nuestra sociedad según sus aspectos biológicos, psicológicos y sociales. Por esa razón el sistema sanitario no suele ofrecer cursos de acción que incluyan la dimensión existencial, ética y transcendente de la persona. Las oportunidades, enseñanzas, luces y sentido que pudiera contener la enfermedad se esconden precisamente ahí. Dado el enorme coste personal que tiene caer enfermos pareciera inteligente rescatar las potenciales pepitas de oro que pudiera esconder. Si no se buscan se perderán irremisiblemente y habremos dejado de aprender alguna valiosa lección. Y cuando no pasamos un examen, la vida es pertinaz.






miércoles, 16 de agosto de 2017

Medicina artificial




La automatización de procesos y la generación de algoritmos de inteligencia artificial permitirán crear módulos de comunicación médica personal accesibles en cualquier terminal móvil. Los programas recabarán nuestros datos biométricos, antecedentes sanitarios, características personales y los cruzaran con sus ingentes bases de datos dándonos respuesta a nuestras dudas de salud. Podrán diferenciar síntomas de enfermedad de señales corporales normales y en los casos dudosos ofrecer las mejores posibilidades de diagnóstico o consulta. Habrá módulos automatizados de segundo nivel capaces de solicitar pruebas diagnósticas elementales y prescribir tratamientos sencillos, cuando estos no puedan dar respuesta derivarán a un consultor humano por teleconsulta o presencial. Este consultor de primer nivel podrá a su vez derivar al paciente a niveles superiores de lo que será una organización hipercompleja. 

Las interacciones humanas se reducirán al máximo reservándose a manejo de casos complejos, graves o de pronóstico reservado. Los procesos comunes (el 90% de los casos) serán manejados por algoritmos y teleconsulta, dejando solo la interacción humana a los casos urgentes o que precisen tratamientos operativos como curas, vendajes o cirugía menor. 

Quien desee atención personal para cualquier cuestión tendrá que pagar una elevada cantidad.

El proceso de industrialización sanitaria seguirá su curso, incorporando robotización, automatización y mecanización de todos los flujos de acción posibles. Antes de acudir a cualquier consulta médica será preciso navegar por árboles de decisión que algoritmos cada vez más potentes irán desplegando de forma personalizada ante cada cuestión de salud que aparezca. 

Es cierto que todavía nadie ha sido capaz de pintar el cuadro completo de este escenario de futuro y que quedan importantes incógnitas por resolver. ¿Qué credibilidad tendrán las máquinas ante el agobio de sentirse enfermo? ¿Confiaremos en bots, robots y algoritmos tal y como lo hacemos en los profesionales sanitarios? ¿Seremos capaces de interactuar bien con la tecnología o se desencuadernará una epidemia de malestar y enfermedad ante cualquier señal corporal? ¿Seguirán aumentando el sobrediagnóstico y sobretratamiento que sufrimos actualmente?

Lo que sí sabemos es que el escenario actual se va a transformar rápidamente. Las enormes inversiones en investigación y desarrollo impulsarán cambios graduales que iremos ensayando en los próximos años. Los sistemas sanitarios son una de las estructuras sociales más complejas que existen, con organigramas de recursos humanos ingentes, altos niveles tecnológicos y gran gasto de recursos. Pese a su enorme inercia cambiarán, y nosotros lo veremos. 










jueves, 10 de agosto de 2017

Mapa de Enfermeras de Atención Primaria con presencia en Web Social #MapaEnfermeríaAP




Hace un año iniciábamos un pequeño proyecto que pretendía ayudar a la visibilización de enfermeras de Atención Primaria con presencia en Internet.

Este es el Mapa:

https://docs.google.com/document/d/1i5SWmvuRfn7PXs6_2SGfhYoRpJp5Dj0R4wyERoefv1M/edit?usp=sharing


Es tan solo un primer paso. Si estás interesada en mantenerlo o mejorarlo ponte en contacto conmigo o deja tu comentario.

jueves, 3 de agosto de 2017

La lista


Lista de 52 pacientes, 33 propios y 19 de otros compañeros, que atendí el lunes.




Los centros de salud españoles van justitos. Llevan así años, muchos años. Van tirando como pueden según las estaciones. En otoño y primavera va la cosa a tope, en invierno se saturan y en verano, con las vacaciones no suplidas del personal, también.

Hay días que un médico de familia tiene que pasar el equivalente de dos consultas a la vez, lo que hace desaparecer la dignidad del acto clínico. Como estoy a un lado de la mesa no soy objetivo, mi valoración como problema de gestión, seguridad del paciente, deontología y derechos ciudadanos es del todo parcial. Pero sé de qué hablo. Como lo saben miles de compañeros de profesión a lo largo y ancho del país.

Por muy bueno que uno pueda ser no es posible desplegar la misma eficiencia, resolubilidad y calidad atendiendo a 30 pacientes que a 60.

Esto ya me lo han oído alguna vez. ¿Soluciones? muchas:


  1. Mejorar la capacidad del médico (flexibilizando agendas y horarios por ejemplo).
  2. Mejorar la capacidad de los administrativos para citar de forma inteligente e idividualizada.
  3. Mejorar la consulta a demanda de enfermería y el cribaje de pacientes sin cita en los centros de salud.
  4. Mejorar la organización del servicio.
  5. Mejorar la gestión del servicio.
  6. Mejorar la financiación del servicio.
  7. Mejorar la usabilidad del servicio por el ciudadano. Cuándo ir, cómo ir, a dónde ir y por qué. 
  8. Mejorar la autonomía del ciudadano y su capacidad de autocuidados.





Podría enrollarme mucho más pero ya saben que me gusta la concisión. Dejo abierta la posibilidad de dar opciones en forma de comentario.







Vídeo del canal de Youtube 1 cada 8 horas

domingo, 30 de julio de 2017

Gijón, capital mundial de la poesía




En un mundo prosaico como el nuestro, atenazado por la violencia y el deseo, girando a gran velocidad en un remolino que parece succionarnos hacia la desesperación, todo parece hundirse. Las palabras oscuras han conquistado los territorios del orbe globalizado en su imperio de pensamiento único, consumista, desarrollista y capitalista. ¿Todo? No, parece que allá en el norte hay una pequeña aldea que resiste al invasor ayudada por una poción mágica de fórmula lírica y antigua. 

Decido embarcarme con mi familia en una peregrinación poética, tengo gran necesidad de beber de dicho manantial, aunque para ello sea necesario doblegar el tiempo y el espacio, voluntades adolescentes y cantos de bebé. 

Se presentan dos libros de la editorial Eolas en la librería La buena letra de Gijón: Pequeñas Muertes de Ignacio González del Rey Rodríguez y Los gorriones de Artemio Rulán de Rafa Cofiño. Como soy rulanense desde hace años acudo con presteza para averiguar algún detalle más, que por despiste no se incluyera en las crónicas escritas. Y gracias a la suerte consigo conocer de primera mano varias fuentes (infantiles) de inspiración de esos escritos y a muchos de los que los han incubado con su calor y presencia. El libro de los Gorriones fue presentado por sus protagonistas, Rulán, Florentina Resteiro y un tal Tito Quiraldo, bastante popular en el mundo político. El periódico La Nueva España asi lo anunciaba en la edición del día, del autor no se pronunció una sola palabra. Este acudió con el acto terminado, repartió abrazos y firmó libros pero no abrió la boca, fueron los demás los que hablaron por él. Incluso el otro célebre poeta no pudo dejar de glosarlo desde el principio, en un juego cruzado que amenizó al abarrotado aforo de la pequeña librería que acogía el evento, donde coincidieron por azar o necesidad intelectuales de diversas disciplinas, curiosos, diletantes y algún místico.

No es casualidad que en Asturias se destile una de las mejores poesías del mundo, además de su célebre sidra y esos conocidos paisajes que le abren a uno el alma cuando pasa por ellos. En una misma tarde pude degustar la lírica breve, precisa y oriental de Ignacio González maridada con la cercana, evocativa y hermosa de Rafa Cofiño, en un plato que el editor presentó a la mesa en una delicada fuente. 

Es verdad que las cincuenta personas que fuimos testigos de esa cata fuimos privilegiadas. Es cierto que quizá las muchedumbres no lleguen nunca a saborear este mágico elixir. Pero si alguien quiere vencer al romano invasor y pertenecer de pleno derecho a esta aldea gala, junto a Asterix, Obelix y otros contemporáneos, no tendrá más remedio que apurar la copa y pedir más. Solo la belleza tiene el poder de rescatar en nosotros el recuerdo de lo que podemos llegar a ser. 



viernes, 28 de julio de 2017

El poder de una buena escucha


Grupo de cachalotes en su periodo diario de sueño de 23 minutos. Silencio.




En nuestra sociedad la palabra está sobrevalorada. Desde que nos levantamos hasta que caemos rendidos en la cama, no dejamos de escuchar o leer. Nos bombardean desde televisiones, radios, móviles y ordenadores. En la calle, en casa, en el trabajo... todo tiende a llenarse de frases, conversaciones y ruido.

Nos pasamos el día pensando y pronunciando discursos intrascendentes centrados en mil preocupaciones secundarias. Cuando nos encontramos con un verdadero problema paradójicamente no suele haber nadie para contarlo. Acostumbrados a charlas de perfil bajo, queja fácil y cotilleo a granel, no es nada sencillo formular una conversación profunda. Fallamos nosotros a la hora de crear la correspondiente narración y falla nuestro medio por cuanto es dificilísimo encontrar interlocutores válidos que sepan escuchar en condiciones la misma. Los que tenemos suelen estar ya bastante quemados con nuestro cansino discurso negativo habitual y no solemos atrevernos a machacarles mucho más con asuntos aun más densos.

¿Quién no se ha descubierto alguna vez compartiendo una preocupación personal con un desconocido en un medio de transporte o en un encuentro fortuito? Al haber desaparecido la familia extensa y ser muy exiguas nuestras redes de contactos reales no es sencillo entablar conversaciones de calidad.

A las consultas del centro de salud acude mucha gente para hablar, para contar sus cosas. Hablan con la enfermera o con el médico y explican que están mal, que sufren, que tienen problemas con la hija, con el jefe, con la pareja, con la familia. Nos desgranan su soledad, sus sentimientos de infravaloración y poca autoestima, sus infiernos y sus desesperanzas.

Como respuesta pueden encontrar profesionales acelerados que no tienen tiempo suficiente para escucharles en condiciones, con la sala de espera llena, con agendas interminables, con la cara cansada. O, a veces, con alguien que les hace un poquito de caso, que les dedica un instante de escucha silenciosa sin juicio y que tal vez les sonría y les verbalice su apoyo.

Escuchar es una de las más potentes medicinas que conozco. La he puesto en práctica desde que era niño, tal vez ahí descubrí mi vocación de ayuda. Cualquier persona tiene la potencialidad de escuchar bien, qué pena que se ejerza tan poco. Tan solo se requiere estar plenamente presente y dedicar toda la atención a quien nos habla. Acoger su narración sin juzgarla, como si nos estuvieran entregando un regalo valioso, con la delicadeza del que sabe que está en el sagrado terreno de la intimidad ajena.

Los sistemas educativos priman la expresión oral y escrita pero no la escucha atenta. Los sistemas sanitarios priman el diagnóstico y tratamiento certero pero no la escucha de calidad. En consecuencia nuestra sociedad no escucha bien y con ello salimos todos perdiendo. Alguna vez necesitaremos que nos presten atención, ¿quién lo hará?

Encuentro el punto positivo en el hecho de que al mejorar la escucha ajena nos escuchamos mejor a nosotros mismos y viceversa. Mientras mejor nos relacionamos con nosotros, mejor lo haremos con los demás. Si somos capaces de dedicarnos tiempos de calidad, autocuidados suficientes y atendemos nuestras necesidades más profundas, estaremos capacitados para hacer lo propio con el prójimo.

En tiempos de crisis económica (peremne), más nos vale invertir energía en cursos de acción que no requieran costosas tecnologías o elevados gastos. Apuesto por invertir en escucha a todos los niveles posibles. Imaginen un mundo donde la alta gestión escuche a los profesionales, los políticos a la ciudadanía y los profesionales a sus usuarios. Imaginen un mundo donde nos escuchemos mejor en las familias, barrios y comunidades, en todos los ámbitos, de forma natural y espontánea. Podemos empezar a construirlo hoy mismo, comenzando contigo y con los que hoy acudan a ti solicitando escucha.

lunes, 24 de julio de 2017

Mutilación Genital Femenina






Se acaba de publicar una guía sobre mutilación genital femenina que ha coordinado Teresa García de Herreros, compañera de mi centro de salud. Es un documento muy completo en el que ha participado un equipo multidisciplinar que ha conseguido realizar un estupendo trabajo. Les doy mi enhorabuena.



Dejo información sobre la misma y un enlace para descargarla a quien pueda estar interesado en el tema.


Extraigo a continuación algunos recursos de la guía para quien necesite más información.


RECURSOS SOBRE EL TEMA:

Páginas Web con ilustraciones sobre tipos de MGF

> CREATE Youth-Net. http://www.createyouthnet.eu/fgm./
> Daughters of Eve. http://www.dofeve.org/types-of-fgm.html.
> Justice for FGM victims. http://www.justiceforfgmvictims.co.uk/what-is-fgm/..
Video de mujeres inmigrantes en España que relatan su experiencia sobre la MGF
Médicos del Mundo. https://www.youtube.com/watch?v=7ZgqO_fyfmI.
Folletos con información sobre MGF
> GIPE/PTP. Grupo Interdisciplinar para el Estudio y la Prevención de Prácticas
Tradicionales Perjudiciales.
http://www.mgf.uab.cat/esp/recursos_para_profesionales. En castellano, inglés y
francés. html. Dirigido a profesionales.
> UNAF. Unión Nacional de Asociaciones Familiares. http://www.unaf.org/saludsexual/
prevencion-de-la-mutilacion-genital-femenina/material-de-sensibilizacion/.
Información para la salud de mujeres y niñas” en castellano, inglés y francés.

Mediación intercultural

> Médicos del Mundo. Dispone de mediadora especializada en prevención y
atención a MGF. Telf: 91 315 60 94. E-Mail:
hodan.sulaman@medicosdelmundo.org o mgfmdmmadrid@gmail.com
> Salud entre Culturas. Cuenta con un programa de interpretación y mediación
intercultural en el ámbito sanitario. Telf: 91 336 80 00 - Ext: 7952 / Móvil: 662 02 77
65, E-mail: info@saludentreculturas.es
Asociaciones que trabajan la prevención de la MGF en la Comunidad de Madrid
> Médicos del Mundo. Formación a profesionales, mediación especializada en MGF y
actividades de educación y sensibilización dirigidas a mujeres y hombres africanos y
población general. https://www.medicosdelmundo.org. Telf: 91 315 6094. Email:
hodan.sulaman@medicosdelmundo.org; mgfmdmmadrid@gmail.com.
> Lasexologia.com. Formación a profesionales, actividades de educación sexual, de
prevención de la MGF, y terapia sexual gratuita con mujeres víctimas de MGF.
http://www.lasexologia.com/. E-mail mgf@lasexologia.com. Telf: 91 523 08 14
> UNAF. Unión Nacional de Asociaciones Familiares. Sensibilización e información
con población

Mediación intercultural

> Médicos del Mundo. Dispone de mediadora especializada en prevención y
atención a MGF. Telf: 91 315 60 94. E-Mail:
hodan.sulaman@medicosdelmundo.org o mgfmdmmadrid@gmail.com
> Salud entre Culturas. Cuenta con un programa de interpretación y mediación
intercultural en el ámbito sanitario. Telf: 91 336 80 00 - Ext: 7952 / Móvil: 662 02 77
65, E-mail: info@saludentreculturas.es

Asociaciones que trabajan la prevención de la MGF en la Comunidad de Madrid

> Médicos del Mundo. Formación a profesionales, mediación especializada en MGF y
actividades de educación y sensibilización dirigidas a mujeres y hombres africanos y
población general. https://www.medicosdelmundo.org. Telf: 91 315 6094. Email:
hodan.sulaman@medicosdelmundo.org; mgfmdmmadrid@gmail.com.

> Lasexologia.com. Formación a profesionales, actividades de educación sexual, de
prevención de la MGF, y terapia sexual gratuita con mujeres víctimas de MGF.
http://www.lasexologia.com/. E-mail mgf@lasexologia.com. Telf: 91 523 08 14

> UNAF. Unión Nacional de Asociaciones Familiares. Sensibilización e información
con población africana así cómo cursos de formación para profesionales de todos los
ámbitos. Formación y colaboración con mediadores y mediadoras interculturales.
Edición y difusión de materiales y recursos, así como la información y sensibilización
a través de los medios de comunicación y las redes sociales. http://www.unaf.org/.
E-mail: inmigracionysexualidad@unaf.org. Telf: 91 446 31 62.

> Save a Girl Save a Generation. Organización fundada por mujeres africanas para la
prevención y erradicación de la MGF, los matrimonios forzados y otras prácticas
tradicionales que perjudican a las mujeres. Lleva a cabo en España un programa
conjunto de actuación con la ONG Acción en Red para la formación de profesionales
de la salud, la educación y la atención social; para el empoderamiento, apoyo y
formación a mujeres africanas en la creación de liderazgos para la erradicación de
estas prácticas en sus comunidades. Ambas líneas tienen un enfoque intercultural y
de género. http://www.saveagirlsaveageneration.org. E-mail:
asha.ismail@saveagirlsaveageneration.org /sagmgf@accionenredmadrid.org. Telf:
658978474 / 915421409.

> Acción en Red. ONG pluritemática que aborda el trabajo de prevención y
erradicación de la MGF a través de un programa conjunto con la ONG Save a Girl
Save a Generation. Dicho programa tiene dos ámbitos principales de actuación,
ambos con un enfoque intercultural y de género: la formación de profesionales de
la salud, la educación y la atención social, y las actividades de empoderamiento y
apoyo a las mujeres africanas en la consolidación y creación de liderazgos para la
erradicación de estas prácticas en sus respectivas comunidades.
http://www.accionenredmadrid.org; E-mail: sagmgf@accionenredmadrid.org. Telf:
655485241 / 915421409.

> F.P.F.E. Federación de Planificación Familiar Estatal. Realiza formación a
profesionales, actividades de educación sexual, sensibilización e información, así
como asesoría y terapia sexual gratuita con mujeres víctimas de MGF.
http://www.fpfe.org/ ; E-mail: info@fpfe.org. Telf: 91 531 66 55.

Teléfonos de interés

> Teléfono de Atención a la mujer 012 de la Comunidad de Madrid. Dispositivo
centralizado sobre los recursos disponibles en materia de violencia de género que
dispone también de la información actualizada de la Red de PMORVG: Puntos
Municipales del Observatorio Regional de Violencia de Género y proporciona a la
mujer o al profesional que lo requiera, la dirección, teléfono y horario de atención
del Punto Municipal que le corresponda por domicilio. Fuera del horario de cada
PMORVG se ha de llamar al 016 (Estatal).

> Teléfono de Información municipal 010, donde se puede consultar el Centros de
Servicios Sociales municipales correspondiente.

> Dirección General de la Familia y el Menor 91 580 34 64, dgfm@madrid.org.

> Fiscalía de menores 913198233, fax: 913195962, de 8.00h a 15.00h de lunes a
viernes. Telf: de guardia hasta las 22.00h: 917674315.

viernes, 21 de julio de 2017

¿Humanizar o deshumanizar la medicina?




Gráfico de Juan Simó



Para realizar una medicina humana es fundamental que el profesional de la salud pueda acoger, recibir, escuchar, entender y explorar al paciente. También necesitará reflexionar, estudiar, consultar para poder diagnosticar y tratar. A esto se añade acompañar, orientar, animar, informar y cuidar. Probablemente me deje algún aspecto en el tintero, tienen los comentarios para completar este post.

¿Cuánto tiempo creen que se precisa para esto?

Son muchos verbos, si nos dejamos alguno la atención no será excelente. El problema radica en que el tiempo es dinero y parece que cada vez hay menos, por lo menos para Atención Primaria. Hemos vuelto a las cifras de financiación del 2002 en una de las mayores desinversiones Europeas en este sector sanitario.

Es verdad que es posible hacer mejoras que no requieran inversión y que es necesaria una profunda toma de conciencia para dejar de hacer cosas que no aportan valor al paciente y hacer otras que sí se lo dan. Para reconocer que además de sus necesidades biológicas, psicológicas y sociales, la persona en tiempo de enfermar tiene también una esfera de valores, existencial y espiritual que sufre y hay que atender. Para permitir que los profesionales puedan ofrecer comunicación, escucha, empatía e interés genuino.

Pero sin una organización mejorada, una financiación suficiente, una dotación de plantillas adecuada y una motivación óptima de las mismas, la cosa no irá bien.

Y perder altura tiene riesgos. Hablamos de una organización pesada con mucha inercia, si cae se armará una buena.